Reproducción del Guernica, en el Pabellón de la República.
Historias de Barcelona
El barrio más pequeño de Barcelona esconde un 'Guernica' que conocen muy pocos
En el barrio más pequeño de Barcelona se conserva la reproducción del célebre mural de Picasso en una réplica del Pabellón de la República convertida en biblioteca universitaria
En una de las zonas menos transitadas de Barcelona, el diminuto barrio de la Clota alberga uno de los secretos culturales mejor guardados de la ciudad. Según información de Tot Barcelona, en el distrito de Horta-Guinardó una reproducción fidedigna del célebre mural de Pablo Picasso permanece casi inadvertida para el gran público.
La historia de esta singular presencia artística se remonta a los trágicos acontecimientos del 26 de abril de 1937, cuando la localidad vasca de Guernica sufrió el devastador bombardeo durante la Guerra Civil que costó la vida a unas 2.000 personas. Este episodio se convertiría en el motor creativo de una de las obras más emblemáticas del arte contemporáneo.
Un pabellón que renació para los Juegos Olímpicos
La conexión barcelonesa tiene sus raíces en la Exposición Internacional de París de julio de 1937, cuando Josep Lluís Sert y Luis Lacasa diseñaron el Pabellón de la República, una construcción vanguardista que sirvió como escaparate inaugural del Guernica junto a obras de Joan Miró y Alexander Calder.
Una semana antes del arranque de los Juegos Olímpicos de Barcelona, el 19 de julio de 1992, se materializó la reconstrucción del emblemático edificio en la avenida del Cardenal y Barraquer. Los arquitectos Antoni Ubach, Miquel Espinet y Juan Miguel Hernández León recrearon la estructura original empleando los mismos materiales precarios de los años 30, creando lo que el Ayuntamiento define como «un gran contenedor vacío, casi sin paredes».
Desde 1994, la Universidad de Barcelona gestiona el espacio como Centro para el Aprendizaje y la Investigación (CRAI), manteniendo la reproducción del Guernica en su ubicación original del patio abierto. En 2017, coincidiendo con el 80 aniversario de la exposición parisina, se renovó completamente la copia con tecnología digital, alcanzando las dimensiones de 776,7 por 349,3 centímetros.
Un archivo de memoria histórica única
El CRAI se ha consolidado como uno de los repositorios documentales más relevantes del mundo sobre la Segunda República, la Guerra Civil, el franquismo, el exilio y la Transición española. Su acervo incluye además documentación soviética y sobre la historia política del siglo XX, con especial énfasis en la Segunda Guerra Mundial.
Esta combinación entre patrimonio arquitectónico, testimonio artístico y archivo histórico convierte al pabellón de la Clota en un enclave cultural de primer orden, aunque su discreta ubicación lo mantenga alejado del circuito turístico masivo.
