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Navidad en junio
La polémica navideña se adelanta seis meses en Barcelona: exigen desde ya al alcalde que ponga el belén
La ciudad está a 30 grados, pero las luces de Navidad y el belén han vuelto a la actualidad política por un instante
Estos días, Barcelona es un horno. A tres días de empezar oficialmente el verano, lo cierto es que la capital catalana ya registra temperaturas propias de julio o agosto, que invitan más a pensar en la piscina o la playa que en otra cosa. Sin embargo, este viernes uno de los protagonistas de la actualidad política a nivel municipal ha sido la Navidad. Por partida doble, además.
Por un lado, la quinta teniente de alcalde y concejal de Comercio, Raquel Gil, ha presentado la propuesta de luces de Navidad para las principales calles de la ciudad, con seis meses de adelanto. Según ha dicho, Barcelona contará con cinco diseños de autor en la Vía Layetana, la plaza de Cataluña, la calle Aragón y la Gran Vía.
«Este año aumentamos el presupuesto un 15%, hasta llegar a los 3,8 millones de euros, y seguimos ampliando las calles iluminadas», ha dicho Gil en rueda de prensa. También ha advertido que los vecinos «fiscalizan» las luces de Navidad, en referencia a las polémicas habituales que llegan cada año en diciembre: durante las últimas fiestas navideñas también la hubo; por ejemplo, con el rechazo del Raval a las luces «religiosas» en favor de unas bombillas verbeneras.
Así, para 2025 el Ayuntamiento repetirá la propuesta de Brosmind en el paseo de Sant Joan y contará por primera vez con los estudios ARTEC, A.P.O, SMLXL + MA-MA y Esther Pujol, y Martà Cerdà. Esta última artista será la encargada de iluminar la Vía Layetana, con una propuesta que se inspira en las baldosas típicas de Barcelona para constituir unos «píxeles florales».

Imagen virtual de las luces de Navidad que el Ayuntamiento colocará en la Vía Layetana
El PP exige el belén
En la propuesta de las luces hace ya tiempo que ha quedado desterrada la imaginería religiosa que está en la raíz de la fiesta de Navidad, pero hay un elemento cristiano que se resiste a abandonar el espacio público: el pesebre. En 2024 hubo un vigoroso debate público sobre la retirada por parte del alcalde, Jaume Collboni, del tradicional pesebre de la plaza de Sant Jaume, sustituyéndolo por una estrella luminosa gigante.
La predecesora de Collboni, Ada Colau, ya había ido deformando la idea de pesebre año tras año, pero hasta ahora no se había atrevido a, directamente, esconderlo dentro del Ayuntamiento. Partidos como el PP, Vox o Junts fueron muy críticos con esta decisión, y el líder popular en el consistorio, Daniel Sirera, ya ha plantado su pica con seis meses de antelación.
Así, Sirera ya ha exigido al alcalde que esta Navidad «instale un pesebre tradicional» en la Plaza Sant Jaume. Lo ha hecho tras la rueda de prensa de presentación de las luces, en un comunicado en el que pide a Collboni «que pierda los complejos» y entienda que Barcelona «es una ciudad de tradición cristiana, y que somos muchos barceloneses los que queremos celebrar la Navidad de manera tradicional».
Sirera ha recordado que, después de 84 años –exceptuando la pandemia–, el año pasado fue el primero en que no hubo pesebre en la plaza Sant Jaume. «Aunque es cierto que los últimos años el pesebre había sido una performance poco reconocible, ni Colau se había atrevido a suprimir el pesebre de la plaza» y por ello le pide a Collboni «que corrija ese despropósito», algo que pide «sin desmerecer al pesebre que se pueda volver a exponer en el interior del Consistorio».