Despilfarro en la nueva bandera del parlamento catalán: sólo el palo ha costado más de 30.000 euros

El Parlament de Cataluña ha instalado este martes en el jardín que hay frente al edificio el mástil de 25 metros del que ondeará la nueva senyera gigante –de 54 metros cuadrados– que se estrenará el próximo 10 de septiembre, la víspera de la Diada Nacional de Cataluña. Se trata de una iniciativa impulsada por el presidente del Parlament, el diputado de Junts Josep Rull, el pasado mes de septiembre.

La bandera catalana soñada por Rull medirá seis metros por nueve, y su izado será el epicentro de un programa de actos que incluirá «actuaciones musicales y artísticas», con la participación de los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana, así como la recuperación de la recepción institucional que el Parlament celebró hasta 2008. El objetivo es «reforzar la solemnidad institucional de la Diada», según señala Rull en un comunicado.

El comunicado no trae a colación, sin embargo, el coste de toda la instalación. Según recoge TV3, el presupuesto de licitación de todo el proyecto es de 92.997,73 euros, incluyendo el IVA. De este, un tercio –hasta 31.500 euros– está reservado para el palo de la bandera, y el resto se divide entre diferentes partidas, como la placa que se colocará o la pavimentación y cimentación del terreno.

También se contemplan recursos para llevar a cabo trabajos arqueológicos, ya que en la zona en la que se instalará la nueva bandera se han documentado restos romanos y medievales, además de vestigios de la Ciudadela construida tras la guerra de Sucesión. Los técnicos estarán trabajando este verano con las miras puestas en el 10 de septiembre, cuando se realizará el izado de la bandera, que se mantendrá allí el resto del año, hasta la próxima Diada.

El día 11 de septiembre, el Parlament realizará su habitual jornada de puertas abiertas y la muestra de cultura popular de la mano de la asociación Adifolk. En el comunicado, también adelantan que los miembros de la Mesa participarán en la ofrenda floral en el monumento de Rafael Casanova en Barcelona y en su tumba, en Sant Boi de Llobregat.