Las mejores fotos de la ordenación de tres diáconos en Barcelona: «¡Qué regalo tan grande!»

La Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona acogió el pasado domingo, día 14, la ordenación diaconal de tres jóvenes seminaristas: Antoni Barenys, Eduard Mata y Joan Xipell recibieron el primer grado del orden sacerdotal en una ceremonia muy emotiva, y de la que ofrecemos las mejores imágenes, cortesía del doctor Guillermo Simón-Castellví.

Guillermo Altarriba Vilanova
Guillermo Altarriba Vilanova

Barcelona

Ordenación diaconal en la Sagrada Familia, en Barcelona, con el cardenal Omella

La enhorabuena de León XIV

La ordenación estuvo presidida por el arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella. Tuvo lugar el día de la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, y también del cumpleaños del Papa León XIV. Omella aseguró que habló con él para felicitarle, y que el pontífice le pidió que felicitase «de su parte» a los nuevos diáconos, así como a los seis sacerdotes ordenados en julio.

Dr. Guillermo Simón-Castellví

Ordenación diaconal en la Sagrada Familia, en Barcelona, con el cardenal Omella

Una entrega «total»

Antoni Arenys, Eduard Mata y Joan Xipell recibieron el diaconado con mucha ilusión, según declaraba el primero días antes de la ceremonia. Arenys aseguraba estar «emocionado» por las promesas que hizo el domingo: una entrega «total» y «por entero» a Dios y a la Iglesia, así como por «consagrar la vida entera al Señor».

Dr. Guillermo Simón-Castellví

Ordenación diaconal en la Sagrada Familia, en Barcelona, con el cardenal Omella

Más de 1.200 personas

Según recoge el arzobispado, más de 1.200 personas participaron en la ordenación diaconal, celebrada en la icónica Sagrada Familia. En la foto, los momentos previos a la ceremonia.

Dr. Guillermo Simón-Castellví

Ordenación diaconal en la Sagrada Familia, en Barcelona, con el cardenal Omella

Una vocación de servicio

Para los sacerdotes en formación, el diaconado es una etapa transitoria, previa a la ordenación como presbítero. Según recoge el portal de los jesuitas en España, el diaconado es «un espacio para poner los cimientos y recordar que el sacerdocio es fundamentalmente una vocación de servicio».

Dr. Guillermo Simón-Castellví

Ordenación diaconal en la Sagrada Familia, en Barcelona, con el cardenal Omella

Omella, Abadías y Vilanova

La ceremonia estuvo presidida por el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, y concelebrada por sus obispos auxiliares, mons. David Abadías y mons. Javier Vilanova.

Dr. Guillermo Simón-Castellví

Ordenación diaconal en la Sagrada Familia, en Barcelona, con el cardenal Omella

Un carácter permanente

En su homilía, el cardenal recordó a los nuevos diáconos que, pese a ser una etapa transitoria, esta ordenación imprime un carácter permanente: «Continuaréis siendo diáconos, servidores de la comunidad para siempre».

Dr. Guillermo Simón-Castellví

Ordenación diaconal en la Sagrada Familia, en Barcelona, con el cardenal Omella

«¡Qué regalo tan grande!»

«¡Qué misterio tan grande, qué regalo tan grande os hace el Señor y nos hace a toda la comunidad cristiana!», remarcaba el cardenal Omella, dirigiéndose a los tres seminaristas.

Dr. Guillermo Simón-Castellví

Ordenación diaconal en la Sagrada Familia, en Barcelona, con el cardenal Omella

Mirar a Cristo Servidor

Además, el arzobispo de Barcelona insistió en que el diaconado «no es un simple paso en el camino hacia el sacerdocio», sino «el fundamento de vuestra consagración a Cristo Servidor, quien os hará, si Dios quiere, pastores según su corazón».

Dr. Guillermo Simón-Castellví

Ordenación diaconal en la Sagrada Familia, en Barcelona, con el cardenal Omella

Dentro del corazón

Por último, el cardenal ha pedido a los tres nuevos diáconos que no dejen de contemplar «diariamente» y «con gran ternura» a Cristo crucificado. «La cruz puede perderse y mancharse, pero que no se pierda ni se manche dentro de vuestro corazón», les ha pedido.

Dr. Guillermo Simón-Castellví

Ordenación diaconal en la Sagrada Familia, en Barcelona, con el cardenal Omella

Postrados

Tal vez el momento más icónico de la ordenación sea aquel en el que los que van a recibirla se postran, rostro a tierra, mientras toda la comunidad recita las letanías para pedir la intercesión de los santos.

Dr. Guillermo Simón-Castellví

Ordenación diaconal en la Sagrada Familia, en Barcelona, con el cardenal Omella

Un don, no un privilegio

La postración es un signo de humildad que busca recordar a sus protagonistas que la consagración que sigue sea un don y no un privilegio, y que tiene su origen en la actitud de Jesucristo en Getsemaní: «Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra, y suplicaba así: 'Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú'» (Mt 26, 39).

Dr. Guillermo Simón-Castellví

Ordenación diaconal en la Sagrada Familia, en Barcelona, con el cardenal Omella

Estola y dalmática

Una vez ordenados, los tres nuevos diáconos recibieron la estola y la dalmática. Más tarde también se hizo entrega de los Evangelios a cada uno de ellos.

Dr. Guillermo Simón-Castellví

Acabada la celebración, el cardenal saluda a las familias de los nuevos diáconos.

Fin de la celebración

Acabada la celebración, el cardenal saluda y felicita a las familias de los nuevos diáconos.

Dr. Guillermo Simón-Castellví

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