
Retrato del poeta Joan Maragall, por Ramon Casas
Turismo
La casa centenaria donde veraneaba el poeta Joan Maragall se reinventa como pisos turísticos
Con más de cuatro siglos de historia, recibe ahora a visitantes que quieren disfrutar de la comarca
El poeta Joan Maragall (1860-1911) pasaba los veranos en la población de Sant Joan de les Abadesses (Gerona), cerca de Ripoll. El poeta, abuelo de los políticos Pasqual y Ernest Maragall, disfrutaba de su estancia en esta vivienda ubicada en el número 11 de la calle Mayor del municipio.
La casa se construyó en el 1623 y, durante muchos años, estuvo en un estado deplorable. Formada por plata baja y dos pisos, tiene 1.000 metros cuadrados. En esta casa el poeta escribió su célebre poema La vaca cega, publicado en 1893, y allí también escribió sus Goigs a la Verge de Núria (1894).
También allí escribió el poema dedicado al Conde Arnau, vinculado con un noble que se enamoró de una abadesa del Monasterio de Sant Joan, la secuestró y no ha descansado nunca más desde aquel día. Se trata de una leyenda local que se puede vincular a otras figuras como el Rey Arturo o el Holandés Errante.
La casa estuvo cerrada y en semirruina desde hace muchos años, hasta que una empresa de la comarca decidió reformarla y convertirla en apartamentos turísticos. En total hay diez apartamentos. El promotor y gerente de esta rehabilitación es Josep Maria Prat, que en declaraciones a la Agencia Catalana de Noticias que han tardado tres años en recuperarla.
Continuidad con Maragall
La reforma ha conseguido recuperar elementos originales del lugar que habitó Maragall en los veranos. Además, también han quedado al descubierto varios elementos originales que habían sido tapados por sucesivas reformas. El nuevo proyecto se ha bautizado como Casa Maragall, lo que muestra la continuidad que se ha querido mantener con el ilustre poeta catalán.

Puerta de la Casa Maragall
Una placa en la entrada de la casa recuerda su historia y un poema suyo que da la bienvenida a los clientes. La reforma ha dejado al descubierto el portal original, cerrado durante muchos años, para que la gente pueda contemplar la entrada principal. La casa, antes de la rehabilitación, ya era Bien Cultural de Interés Local.
Al principio, los nuevos propietarios querían convertirla en un hotel, pero la distribución y las características del edificio lo hacían inviable. En la Casa Maragall hoy se pueden encontrar apartamentos para cinco, seis y ocho personas.
Pisos turísticos
En un momento en el cual los pisos turísticos están mal vistos, sobre todo en Barcelona, donde la Generalitat y el Ayuntamiento quieren cerrarlos en 2028, el alcalde de Sant Joan de les Abadesses, Ramón Roqué, con respecto a esta iniciativa en la Casa Maragall, comenta que «esperamos que otros propietarios también se animen y con otros usos, como primera residencia o de alquiler».
Una de las dificultades en esta zona es el sobrecoste añadido por temas como las limitaciones de accesibilidad, al ser las calles estrechas. El Ayuntamiento de Sant Joan de les Abadesses ya prevé bonificaciones a las ordenanzas municipales para alguna de las dificultades de obras en la zona.
Este año el Ayuntamiento tiene previsto elaborar un estudio de viviendas vacías para ayudar a los propietarios a realizar mejoras y ponerlas en el mercado del alquiler. Se quiere así ampliar una oferta que no cubre las demandas existentes. Calculan que hay más de 260 viviendas vacías, de las que en torno a un 75 % deberían poder movilizarse con rehabilitaciones pequeñas, según estimaciones del consistorio.
A parte de todo esto, se vaya a no a la Casa Maragall, las personas que visiten esta comarca catalana, la del Ripollés, deben visitar la conocida como «ruta del hierro», hacer una excursión al Taga, visitar el Monasterio de Sant Joan o las minas de Ogasa, pasear, comer y disfrutar del paisaje. Y si tiene tiempo, desplazarse al municipio condal de Ripoll, visitando el monasterio de Santa María, el museo etnográfico, el centro de la población y sus alrededores.