Agentes de la Policía Local vigilan la Bisbal de EmpordàAyuntamiento Bisbal de Empordà

Cataluña

Un pueblo de Gerona sufre una ola de robos cometidos con impunidad: un ladrón ha sido detenido 30 veces

Desde el Ayuntamiento se pide calma y se recuerda que se ha incrementado la plantilla de la policía y se han instalado cámaras de videovigilancia

En la Bisbal de Empordà (Gerona), la conversación se repite con insistencia en las terrazas, en los comercios y en las calles del municipio. Las últimas semanas han estado marcadas por una serie de robos, que han alterado la rutina de la ciudad y han hecho crecer la preocupación entre comerciantes y vecinos. Aunque no se habla de miedo, sí de una sensación de vulnerabilidad que ha calado en el ambiente.

Los hechos se han concentrado en varios establecimientos comerciales y equipamientos municipales. Uno de estos episodios tuvo lugar en el supermercado de la plaza de la Llibertat. En este caso, la rápida intervención de la Policía Local y de los Mossos de Esquadra permitió detener a los presuntos autores en plena acción.

Sin embargo, la detención no tardó en convertirse en motivo de debate porque los arrestados quedaron en libertad tras pasar a disposición judicial. Y entre ellos estaba un individuo con alrededor de una treintena de antecedentes por hechos similares. Este detalle, repetido de boca a oreja, ha avivado la sensación de frustración.

«Lo que nos inquieta no es un robo aislado, sino que se repita», explica Jordi, vecino del centro, mientras observa el ir y venir de clientes en un pequeño comercio cercano. «Estamos viendo a la policía trabajar, eso es evidente, pero cuando sabes que algunos de los detenidos salen al día siguiente… Cuesta no sentirse desprotegido».

En la misma línea se expresa una comerciante que prefiere mantener el anonimato: «Tenemos la sensación de que esto no se acaba. No es pánico, pero sí una tensión constante.»

Desde el Ayuntamiento se comparte esta preocupación. Fuentes municipales explican que el problema se concentra en un grupo muy reducido de personas con un historial delictivo abundante, responsables de buena parte de los hechos que han tensado las últimas semanas.

El consistorio lamenta que, pese a las detenciones, no se apliquen medidas cautelares que podrían frenar temporalmente la reincidencia. Insisten, aun así, en poner en valor la labor policial, que consideran «constante, rigurosa y absolutamente prioritaria».

Medidas

Los cuerpos de seguridad, por su parte, viven días de intensa actividad. Los agentes de policía patrullan con más frecuencia; Mossos y policía local coordinan información de manera continua y trabajan con indicios recogidos en los establecimientos afectados: huellas, muestras y grabaciones de videovigilancia que requieren tiempo y discreción para poder avanzar con garantías.

A nivel municipal, el último año ha venido acompañado de un refuerzo de la plantilla policial y de la instalación de nuevas cámaras de vigilancia, una estrategia que el consistorio prevé ampliar en el próximo presupuesto. El objetivo es doble: mejorar la capacidad de reacción ante delitos y recuperar la tranquilidad en el municipio.

Mientras tanto, los vecinos y comerciantes tratan de adaptarse a esta etapa complicada. Algunos refuerzan sus medidas de seguridad; otros simplemente adoptan una actitud más atenta. Lo que todos comparten es un deseo: que la situación vuelva a la normalidad. «No queremos vivir pensando que cada semana habrá un nuevo susto», afirma María, una vecina que ha seguido de cerca estos últimos acontecimientos. «Sabemos que no es un problema enorme ni generalizado, pero sí lo suficiente para alterar la convivencia. Y la convivencia es lo que no queremos perder.»

Ante este panorama, desde el Ayuntamiento han transmitido a los vecinos una serie de recomendaciones. De entrada, que mantengan «la calma», porque la seguridad es una «prioridad absoluta» del consistorio". También se pide que, en caso de detectar cualquier comportamiento sospechoso, se informe a la Policía Local.

Se recomienda, además, seguir algunos consejos básicos de seguridad, como no dejar objetos de valor visibles; comprobar los cierres y sistemas de alarma, y facilitar la identificación de personas, si es que es necesario. Y, más allá de las recomendaciones, se pide tener una actitud «colaboradora y respetuosa», evitando «rumores alarmistas que puedan aumentar la inquietud».