Los vecinos de les Borges Blanques, en pie de guerra por un bloque okupado: denuncian robos y coches quemados

Los vecinos de les Borges Blanques (Lérida) no van a parar hasta que no se encuentre una solución a la problemática de los pisos ocupados de forma ilegal en un bloque situado en la avenida Santiago Rusiñol del municipio. No es una situación nueva, aseguran, pero ahora se ha agudizado porque se han instalado 50 miembros de una familia de etnia gitana que ya fue desterrada de Tarragona por acumular numerosos hechos delictivos, entre ellos un crimen. Y denuncian que en los últimos meses, desde que se instalaron en enero, la inseguridad se ha incremento de forma exponencial.

El bloque en cuestión cuenta con 77 viviendas, de las que 50 son propiedad de una entidad bancaria. Y actualmente hay okupados 41 pisos. La gota que ha colmado el vaso ha sido el robo, hace unos días, de algunos vehículos que posteriormente aparecieron calcinados. Pero los vecinos denuncian que los robos han aumentado de forma significativa.

Es lo que decía la Rosa, que denuncia que, de una finca de su hijo, se llevaron «unas fregaderas de acero inoxidable», «aunque eso, dentro de lo que está pasando, es lo de menos», apuntaba. «Ya no solo es que roben un coche, es que además lo queman. Y también nos entraron en un trastero y se llevaron muchas cosas. Hay mucha inseguridad». Y eso lo confirma Inmaculada, que asegura que hace unos días intentaron entrar en una torre que tienen en La Floresta, «intentaron arrancar las puertas» y si no consiguieron entrar es porque había muchas medidas de seguridad.

En cualquier caso, los vecinos dicen que se tiene que llegar a un tipo de solución, y recuerdan que algunos de los miembros de la familia ya fueron expulsados de Tarragona. Lo corrobora el alcalde, Josep Ramon Farran, que con la llegada de este clan familiar se ha incrementado la delincuencia, y de forma notable, en la capital de Les Garriges. Y ha apuntado que algunas de las personas más problemáticas están incluso fuera de la ley gitana.

Se refiere el alcalde a un hecho, un crimen, que tuvo lugar en octubre de 2023 después de un enfrentamiento entre clanes gitanos por el control del barrio del Campclar, en Tarragona. Todo acabó con un tiroteo en el que murió una persona tras recibir un disparo en el pulmón. Esta fue la gota que colmó el vaso, junto con la aparición del vehículo calcinado de uno de los implicados, por lo que uno de esos clanes fue desterrado.

Hace unas semanas se celebró la reunión de la Junta de Seguridad Local. Según el alcalde, el informe reflejaba que la ciudad «no tenía un nivel de delincuencia destacable», pero desde el gobierno municipal se hizo constatar que ese informe «no contemplaba lo que estaba pasado o lo que podía estar pasando desde enero hasta ahora, con la llegada de este contingente de personas».

Los vecinos se han manifestado esta semana frente a la entidad bancaria que es propietaria de los inmuebles, y cada semana piensan repetir la protesta hasta que no se encuentre una salida. Y una opción podría ser que el edificio pasara a ser de propiedad pública o de una cooperativa en la que estuvieran implicados tanto el ayuntamiento de les Borges Blanques como la Generalitat.