Representantes del movimiento 'No als Paisos Catalans', frente al Senado

Representantes del movimiento 'No als Països Catalans', frente al SenadoNo als Països Catalans

Comunidad Valenciana  La sociedad civil, clave para evitar los 'Países Catalanes'

Múltiples asociaciones se unen para combatir las ansias expansionistas ante las que calla Ximo Puig

Los 'Países Catalanes' son una entelequia. De eso no hay duda salvo que se hable del Gobierno tripartito de la Generalitat Valenciana.
Según, al menos dos de las tres patas que lo conforman, la lengua, tradiciones e identidad que une a la Comunidad Valenciana, Islas Baleares y Cataluña es, precisamente, el todo lo catalán.
Sin embargo, frente a la obsesión secesionista de aglutinar a las tres comunidades autónomas bajo el pretexto de un falso mito histórico, no hay mayor dique de contención que la sociedad civil.
Son ellos, ciudadanos anónimos, los que denuncian las tropelías en los colegios con los niños, los más indefensos. Son ellos, gente de a pie, los que se oponen firmemente a algo tan sencillo, aunque no lo parezca, como es cumplir el Estatuto de Autonomía y la Constitución Española, siempre tan denostada por determinado arco ideológico.

Crítica al requisito lingüístico

Fue el pasado 10 de noviembre de 2021 cuando el Senado, con los indispensables votos a favor del Partido Socialista, aprobó que se pudiera usar el término 'Países Catalanes'.
A raíz de semejante abuso, la sociedad civil valenciana no se quedó de brazos cruzados. Así pues, diversas asociaciones históricas y culturales de la ciudad fundaron el movimiento No als Països Catalans. Huelga traducir y decir el objetivo del mismo.
Mario Mariner, que forma parte de la iniciativa desde la Sociedad Valenciana de Agricultura, señala que la integridad valenciana no peligra a corto plazo, «pero a medio, sí».
Según explica, hay un proceso, en el que Baleares está «mucho más avanzado», según el cual se busca la integración entre las tres regiones. Según Mariner, de dicho proceso forman parte «las izquierdas», incluido el PSOE: «Siempre juegan al sí per no. Puig suele enseñar la patita pero luego no se atreve», apostilla.
En este sentido, Mariner lamenta que cada año «haya más solidaridad con Cataluña», cuando ellos no han dado a los valencianos «nunca nada», algo que califica como «denigrante».
El presidente valenciano, Ximo Puig, y el catalán, Pere Aragonés, se saludan antes de una reunión conjunta.

El presidente valenciano, Ximo Puig, y el catalán, Pere Aragonés, se saludan antes de una reunión conjuntaEFE

Por su parte, el miembro de la asociación centenaria Lo Rat Penat Vicente Boluda no advierte riesgo territorial por parte del secesionismo catalán, pero, en cambio, sí se muestra preocupado por una «amenaza cultural», cuyo, en su opinión, el mayor exponente es el «requisito lingüístico».
Cabe recordar que el tripartito ha llevado a cabo una reforma según la cual el nivel de valenciano cuenta el triple que un doctorado o hasta cinco veces más que un máster.

Mantenerse «firme»

Así, rechaza las acusaciones por parte del PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem de que las críticas responden al «alarmismo» y destaca que, lejos de ser así, «las tres patas» del ejecutivo regional sostienen al independentismo.
Como ejemplo, pone al exconsejero valenciano de Educación, Vicent Marzá. A juicio de Boluda, el dirigente de Compromís «promueve» la creación de los 'Países Catalanes'.
En su opinión, «no hay peligro inminente», aunque sí pone sobre aviso a los valencianos para que estén al tanto de la «propaganda», puesto que cada vez «se subvenciona más al catalanismo».
Ahora bien, frente al movimiento insaciable del independentismo, Boluda no tiene dudas a la hora de afirmar que la sociedad civil «se tiene que mantener firme» y ha de hacerse valer.
El tema lingüístico es un asunto capital en el momento en que se habla de independentismo. El tripartito no ha dudado en despedir a profesores con décadas de experiencia, también internacional, por el mero hecho de no poder acreditar un título de C1 en valenciano.
No ha importado los años de carrera ni tan siquiera el cariño y admiración por parte de los alumnos. Lo único que ha imperado ha sido la ideología.
Así pues, lejos de espiar a niños para ver en qué idioma hablan en el recreo o de recibir subvenciones catalanistas, Boluda insta a la «libertad», mediante la que a nadie «se le obliga» a hablar determinado idioma.
Por su parte, uno de los responsables de la plataforma No als Països Catalans como es Julio Aguado sostiene que la sociedad civil ha respondido a los «ataques continuos» y a la «intromisión» independentista.
Bajo este paraguas, Aguado pretende que la sociedad valenciana esté en «efervescencia» para contrarrestar la «vorágine catalanista».
Comentarios
tracking