El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig.

El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo PuigEFE

Comunidad Valenciana  El despilfarro de Puig: compra palacetes mientras se le acumulan los impagos a colectivos vulnerables

El presidente valenciano se contradice al seguir adquiriendo grandes edificios mientras mantiene alumnos en barracones

«Rescatamos personas». Ese era el lema con el que Compromís se presentó a las elecciones autonómicas de 2015 y en las que logró altas cotas de poder en la Generalitat Valenciana y otras administraciones.
Esa idea la abrazó e hizo propia un Ximo Puig desesperado por asegurarse los votos de los nacionalistas para alcanzar la presidencia autonómica.
Ocho años después de ese pacto 'Frankenstein' –en palabras de Alfredo Pérez Rubalcaba–, el tripartito de PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem se enfrenta a las urnas y lo hace con un clima social no ya enrarecido, sino revuelto.
Buena muestra de ello es lo que explica el presidente de la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunidad Valenciana, José María Toro.

«No van a cambiar»

En una concentración que este pasado jueves organizó en protesta por la gestión de la vicepresidenta y consejera de Igualdad, Aitana Mas, la asociación reclamó un viraje en sus políticas: «No piensan cambiar su planteamiento», asegura Toro en relación a la postura de la Consejería de seguir con los copagos, impagos y asfixia a los más vulnerables.
Asimismo, el representante de la asociación lamenta que Mas no haya querido reunirse con ellos y que, como moneda de cambio, haya propuesto que la interlocutora de la Administración sea la directora General, Elena Albert: «No tiene sentido porque nos están diciendo que no van a cambiar», denuncia Toro.
Ese escenario de precariedad contrasta con la actitud que está llevando a cabo el tripartito de Puig, ya que el Ejecutivo se caracteriza por el poco rigor a la hora de gestionar las cuentas públicas y, para más inri, la obscenidad.
En este contexto, el Ejecutivo liderado por el socialista compagina los ingentes y abundantes impagos a colectivos sociales con la compra y reforma de palacetes en toda la Comunidad Valenciana.
Así, majestuosos edificios propiedad de la empresa pública Correos han sido adquiridos por la Generalitat Valenciana con el coste presupuestario que ello conlleva.
Tanto en Castellón como en Alicante, Elche o Valencia, Puig y su Gobierno son los propietarios de unos palacetes hasta ahora propiedad de la entidad pública, que arrastra unas pérdidas de 800 millones de euros.
Cabe destacar que al frente de Correos se encuentra el que fuera jefe de Gabinete del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Juan Manuel Serrano.
Frente a ello, el portavoz de Hacienda del Partido Popular en las Cortes Valencianas, Rubén Ibáñez, califica al presidente valenciano como un «exprimidor de impuestos».
Tal como relata, mientras la compra de palacetes seguía sin límite, Puig recaudaba «36,9 millones de euros cada día».
En base a ello, el popular considera al socialista como un «gran moroso» porque dejó de pagar al día 11,3 millones de euros, lo que hace un total de 4.127 millones.
Llama la atención que, tal como relata Ibáñez, el vicepresidente Segundo, Héctor Illueca (Unidas Podemos), «lo primero que hizo fue instalarse en un palacete que se decoró por todo lo alto y llevando una gestión paupérrima».
Al respecto de la ejecutoria del comunista, el portavoz popular destaca que la gestión de Illueca ha provocado que se dejen sin ejecutar 212 millones de euros el pasado año por «falta de ímpetu» a la hora de gestionar.
Lo mismo sucede con la Consejería de Hacienda, en manos del socialista Arcadi España. Al respecto, Ibáñez subraya que también se ha «reformado el palacete».
Respecto a departamentos, los dispendios del tripartito no han tenido límites mientras, por ejemplo, Economía debe 477 millones de euros –de los que 256 son para ayudas a empresas y autónomos–, Sanidad 288 e Igualdad 208 millones de euros.
Con todo ello, Ibáñez cree que hay quienes viven «como reyes» mientras tienen «atados a los ciudadanos a base de impuestos».

Palacetes frente a barracones

Por su parte, la de Vox en las Cortes Valencianas, Ana Vega, critica la situación que viven los colectivos más vulnerables mientras, al menos, Puig y su Gobierno mantienen el Ejecutivo más caro de la historia con «122 asesores y 118 altos cargos».
«Mientras X (punto) Puig –en alusión a su presunta implicación en el caso Azud– se gasta el dinero de los valencianos en comprar palacetes, en 'retiros espirituales' y contratar asesores, en la Comunidad Valenciana mueren 14.000 personas en las listas de espera de la dependencia», asegura Vega.
Igualmente, la portavoz de Vox critica que el despilfarro de Puig se da de frente con las «23.000 plazas» que faltan en los centros de menores o con los «más de 13.000 niños que siguen en barracones».
Asimismo, Vega denuncia que mientras se adquieren palacetes, «no se ha construido ni un solo centro sanitario en ocho años» y los sectores productivos valencianos «cada vez son menos competitivos».
Por tanto, por más que Ximo Puig siga comprando grandes edificios, las últimas encuestas le están previendo de que todos ellos puede desalojarlos tras el 28 de mayo.
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