Imagen de una de las calles afectadas por la ‘supermanzana’ del alcalde de Valencia, Joan Ribó.

Imagen de una de las calles afectadas por la ‘supermanzana’ del alcalde de Valencia, Joan Ribó.PP VLC

Comunidad Valenciana  El experimento de la 'supermanzana' de Ribó enfurece aún más a los vecinos de Valencia

El alcalde levantino ejecuta una pintoresca obra en las que elimina cientos de plazas de aparcamiento y convierte el asfalto en un sinfín de aspas color amarillo fosforito

La mítica canción dice que Valencia es la tierra «de las flores, de la luz y del amor». Sin embargo, poco queda de esa clásica estampa idílica en la que las bondades de la ciudad salían a relucir.
Hoy día, en la Valencia de Joan Ribó, quedan pocas flores, la luz ha dado paso a una permanente tenebrosidad y del amor, no es que, precisamente, el alcalde despierte especiales simpatías entre sus gobernados.
Que la ciudad se haya vuelto una de las más sucias e inseguras de España no es un gran activo. Tampoco ayuda el hecho de ponerse en contra a los vecinos por mutilar sus calles para construir una 'supermanzanas' que les tiene bien enojados.
Flores, luz y amor. Tres palabras y tres mentiras. No se conocía un caso semejante desde la República Democrática Alemana, que ni era república, ni mucho menos democrática y sobre lo de alemana, ya se sabe que era soviética. Pues con Ribó, exactamente igual.

«Lo más feo que he visto»

Carmina, vecina de la zona de Calixto III y Palleter no se corta a la hora de explicar lo que piensa de la 'supermanzana' que el alcalde Valencia está construyendo en su barrio.
Aunque en un primer momento, el plan estaba concebido como una serie de actuaciones «tácticas» para reducir la presencia de coches y ampliar zonas verdes, el resultado no es del agrado de la mujer.
«Esto es lo más feo que he visto en mi vida, nos han destrozado el barrio», asegura. La vecina destaca varios aspectos del «horroroso» proyecto de Ribó. Uno de ellos es cómo ha quedado el asfalto de las calles afectadas.
Tal como explica, las vías se han convertido en un sinfín de aspas amarillas y naranjas chillones que dan un aspecto «cutre, hortera y espantoso».
Según Carmina, cuando comenzaron a pintar las calzadas tanto ella como sus amistades del barrio se creyeron que era algo «provisional» que quitarían cuando los trabajos en la 'supermanzana' concluyesen. Sin embargo, para su «sorpresa», lo fosforito va a formar parte de la vida diaria en la zona.

«Cuando llegue el buen tiempo se va a llenar de chavales haciendo botellón y no podremos descansar», advierte una vecina

Otra característica que rechaza es la de supuestas áreas que servirían para el asueto y el descanso. A lo largo y ancho del área remodelada el Ayuntamiento ha instalado, entre otras cosas, mesas de ping-pong. «Que me digan a mí cómo voy a descasar y relajarme aquí cuando habrá chavales dándole a la pelotita, chillando y celebrando mientras juegan. ¿O es que acaso se creen que van a jugar callados?», se pregunta de forma retórica y visiblemente enojada.
Mientras transcurre la conversación con Carmina una amiga y vecina se acerca a saludarle, siendo invitada a que opine sobre esta cuanto menos pintoresca obra urbanística.
Así, Teresa coincide con su conocida y, además, detalla más problemáticas de la iniciativa del regidor valenciano. De este modo, indica que la mayoría de las casas del barrio no tienen aparcamientos y hay que dejar el coche en la calle. «Ahora en todas las calles han quitado plazas y estamos obligados a buscar un parking por aquí y pagarlo de nuestro dinero o aparcar fuera de nuestra zona. No tenemos más remedio y estamos muy cabreados», declara.
Asimismo, insiste en el perjuicio que la 'supermanzana' ya está causando a los conductores a pesar de no estar todavía inaugurada: «Si a esta gente no les gusta el coche, muy bien. Están en su derecho, pero entonces que mejoren y adapten el servicio de autobuses. Se han metido en toda esta obra sin aportar soluciones desde el principio y así no se hacen las cosas», lamenta.
Aspecto de cómo ha quedado la calle Calixto III de Valencia tras las obras de la ‘supermanzana’.

Aspecto de cómo ha quedado la calle Calixto III de Valencia tras las obras de la ‘supermanzana’.C.L.

Teresa no se termina de creer que el proyecto obedezca a causas ecologistas. «No es así porque no están sabiendo cuidar los árboles y las plantas del barrio. Muchas se les están muriendo porque no hacen nada. Primero que cuiden lo que tenemos y luego que pongan más maceteros».
Por último, la mujer cree que estas nuevas zonas en la ‘supermanzana’ se van a convertir en «nidos de niños haciendo botellón». Además, no considera que este hecho vaya a tardar mucho en producirse: «En cuanto llegue el buen tiempo esto se va a llenar, van a dejarlo todo hecho una porquería y no nos van a dejar descansar… Y si no, al tiempo» vaticina Teresa.
En el terreno político, el concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Valencia Carlos Mundina critica la iniciativa porque «no contenta ni a vecinos ni a comerciantes», a la par que señala que se está ejecutando «sin el consenso» de estos.
Igualmente, el edil del PP recuerda el alto coste de la ‘supermanzana’, que supera los 800.000 euros «a base de asfalto, pintura amarilla y maceteros». Para Mundina, el resultado ha sido un espacio «que no es amable» y que se ha construido mediante la «imposición».
Llevar a término estos 'innovadores' diseños parece ser consecuencia de una determinada ideología. Muestra de ello es que el popular señala que en Barcelona esta clase de proyectos «ya han fracasado». Ribó y Ada Colau vuelven a mimetizarse.
Por su parte, el portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Valencia, Pepe Gosálbez, subraya que la 'supermanzana' está «levantando ampollas entre los vecinos» porque están «en contra y no han sido consultados».
Asimismo, considera que la nueva ordenación urbana está generando «problemas de movilidad, accesibilidad y libertad de movimiento» que ya estarían afectando a los comerciantes con las primeras quejas que han manifestado.
Además de una estética «absolutamente horrorosa», Gosálbez apunta que la 'supermanzana' es un claro ejemplo de lo que es el Gobierno de Joan Ribó, que, en su opinión, actúa «contra los valencianos y contra Valencia».
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