Carlos Mazón y María José Catalá celebran la victoria del PP tanto en el Ayuntamiento de Valencia como en la Comunidad.

Carlos Mazón y María José Catalá celebran la victoria del PP tanto en el Ayuntamiento de Valencia como en la Comunidad.PP VLC

Elecciones 28-M  Los retos de María José Catalá para relanzar Valencia: limpieza, reforzar la seguridad y bajada de impuestos

La futura alcaldesa levantina tendrá la labor de volver a poner en valor a una ciudad que Ribó deja sucia y como la capital de España en la más han crecido los delitos

La época de Joan Ribó al frente del Ayuntamiento de Valencia es prácticamente historia. Así lo decidieron los vecinos el pasado 28-M, poniendo punto y final a dos legislaturas de binomio de Compromís y PSPV-PSOE en el que ambos han antepuesto la ideología a los intereses de los ciudadanos.
La próxima alcaldesa será la popular María José Catalá, que tiene por delante una ardua tarea para revertir la gestión que nacionalistas y socialistas han llevado a cabo. La herencia que va a recibir no es, ni mucho menos, la deseada. Aún así ella asume el reto y son varias áreas las que van a centrar su actuación, especialmente en sus primeros cien días.
El legado es una ciudad tremendamente más sucia en la que las plagas de cucarachas y ratas se han extendido por todos los barrios, llegando incluso a trepar los roedores por los árboles sin podar y entrar en los domicilios. También Valencia es la capital de España donde más han crecido porcentualmente los delitos desde al año 2019. Lo han hecho en prácticamente todas sus tipificaciones, tendiendo especial relevancia las agresiones sexuales con penetraciones -casi se han doblado-, las reyertas y los robos.
Igualmente, Ribó ha llevado a cabo una gestión en la que no ha tenido el más mínimo miramiento por la salud del bolsillo de los valencianos. Ha subido todos los impuestos habidos y por haber y lo ha hecho, a pesar de autoerigirse como el alcalde de la gente, obviando a esa gente a la que tanto se le ha llenado la boca de decir que representa.

Bajada del 20% del IBI

Con esos precedentes, no es de extrañar que Catalá vaya a hacer una enmienda a la totalidad a la ejecutoria del nacionalista. Así lo explicó en El Debate en una de sus últimas entrevistas antes de confirmar su triunfo electoral acerca de las primeras iniciativas que iba a aprobar: «Primero de todo, una bajada generalizada de impuestos porque en estos momentos económicos tan complicados en las que no hace más que encarecerse la cesta de la compra y mucha gente no puede llegar a final de mes hay que presentar medidas para ayudarles», aseguró.
Entre ese paquete, la alcaldable subrayó que iba a sacar adelante una bajada «del 20% del IBI a todos los vecinos», a la que habría que unir una «bonificación» a las «familias numerosas y monoparentales». Por tanto, primera diferencia: mientras Ribó ha incrementado el IBI, el futuro equipo de Gobierno municipal ya se compromete a reducirlo de manera notable.
La seguridad es otro de los problemas que más preocupan a los valencianos. La ciudad, según los datos del Ministerio del Interior, es la capital de provincia española donde más ha crecido la delincuencia. El Debate se ha hecho eco durante meses de manera repetida de las reivindicaciones y necesidades que expresaba la Policía Local en cuanto a equipamientos y personal mientras Joan Ribó hacía caso omiso.
En contraposición, Catalá pondrá en las calles de la ciudad a 500 agentes para reforzar un aspecto que, en una ciudad con enorme acogida de turistas y con más de un millón de habitantes juntando el área metropolitana, se concibe como esencial. Del mismo modo, con tal de reducir los delitos, la futura primera edil reactivará la Policía de Barrio. Tal como ha venido explicando, se trata de retomarla para que haya una constante, rápida y permanente conectividad entre vecinos y comerciantes con agentes de su zona ante cualquier posibilidad, indicio o comisión de ilícitos.
Alberto Núñez Feijóo, junto a María José Catalá y Carlos Mazón en el mitin del PP en la plaza de toros de Valencia.

Alberto Núñez Feijóo, junto a María José Catalá y Carlos Mazón en el mitin del PP en la plaza de toros de Valencia.

Cabe destacar que dentro de la remodelación que Catalá hará en la Policía Local está la de crear la Unidad Antiokupación, algo que considera «más que necesaria» para «proteger al propietario frente al okupa», al contrario de lo que ha venido haciendo la izquierda durante ocho años.
Como se ha mencionado, la suciedad es uno de los rasgos de la Valencia de Ribó. , Contenedores sin recoger, calles que no se limpian, árboles y parques descuidados… El cóctel perfecto para que ratas y cucarachas se sientan como unas valencianas más en la ciudad verde que prometió por activa y por pasiva el nacionalista. Como la realidad es bien distinta al relato idealista que pintan Compromís y PSPV-PSOE, Catalá no va a tardar en actuar: «Vamos a aplicar un refuerzo inmediato de limpieza en la ciudad», señala con el objetivo de recuperar una Valencia que vuelva a brillar.
No hay prácticamente valenciano, sea peatón, conductor o ambos, al que la política ideológica hasta el extremo de Ribó no le haya trastocado su día a día. A los carriles bici por doquier, sin sentido y muchos de ellos con peligro se unen cruces absurdos, multas como si no hubiera un mañana y zonas ORA casi a subasta. Con tal de que todo eso pase a ser una pesadilla temporal, Catalá ha fichado hasta el que ahora era «el número dos de la Agencia Valenciana de Movilidad, dependiente de la Generalitat», Jesús Carbonell.
Finalmente, la popular dejó claro en su entrevista en El Debate que con ella al frente del Consistorio no se darían más subvenciones a asociaciones independentistas catalanas para que operasen como hasta ahora con el consentimiento de Ribó en la ciudad: «Se acabaron las subvenciones a dedo. El millón de euros que Compromís y PSOE se han gastado en entidades que no respetan el Estatuto de Autonomía se invertirá en los valencianos. Se acabaron los caprichos ideológicos de la izquierda regados con dinero público», zanjó.
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