Ximo Puig, junto a Sandra Gómez, Carlos Martínez Bielsa y Diana Morant en un mitin del PSPV-PSOE.

Ximo Puig, junto a Sandra Gómez, Carlos Martínez Bielsa y Diana Morant en un mitin del PSPV-PSOEÀ PUNT

Elecciones 28-M  Diana Morant y el alcalde de Mislata, en Valencia, comienzan a sonar como líderes del PSPV-PSOE tras el 23-J

La ministra sería la favorita de Moncloa, mientras Carlos Martínez Bielsa controla la estructura provincial del partido en Valencia y ha sido el regidor socialista más votado de España, por delante de Abel Caballero

El PSPV-PSOE se encuentra en una situación anómala en todos sus años de trayectoria política. Aunque la mayoría de encuestas pronosticaban un cambio de ciclo a nivel regional en las elecciones del 28-M, los socialistas valencianos optaron por no hacerle caso, fiarse de las previsiones del CIS y se convencieron de que retendrían la presidencia autonómica.
Tan es así que El Debate tanto en la jornada de reflexión como en la misma mañana electoral se puso en contacto con fuentes muy cercanas al presidente de la Generalitat en funciones, Ximo Puig, de cara a testar sensaciones y confirmaron que sus proyecciones daban una mayoría absoluta holgada a las formaciones que a día de hoy apuran las semanas en el tripartito de izquierdas.
Por ello mismo, el golpe fue más duro de lo esperado. No solo el PP ganó cómodamente los comicios, sino que el centro-derecha gobernará la Comunidad Valenciana los próximos cuatro años y lo hará con una fuerza parlamentaria como la que la izquierda creía tener para sí misma. Una vez dado por hecho que el popular Carlos Mazón será el próximo jefe del Ejecutivo regional, la pregunta se trasladó de sede: ¿Y qué será ahora de Ximo Puig?

Bielsa, más votado que Abel Caballero

Después de haber sido alcalde, haber estado al frente de la Generalitat durante ocho años y liderar el PSPV-PSOE, lo lógico era pensar que más pronto que tarde, al igual que ha hecho el aragonés Javier Lambán, diera un paso atrás, abandonara la primera línea política y permitiese la renovación de la organización con una nueva directiva. Las miradas se dirigieron tan sutil como automáticamente hacia Carlos Martínez Bielsa, alcalde de la localidad valenciana de Mislata, que además es el regidor socialista más votado de España, por delante incluso de Abel Caballero en Vigo.
Esa era la sensación al acabar el frenético domingo y al comenzar el lunes. Los órganos del partido aún no se habían reunido para hacer una valoración interna y fijar un calendario de cara a un congreso autonómico ya sin Puig cuando saltó la bomba del adelanto electoral anunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Esto trastocó de pleno los planes a corto y medio plazo del PSPV-PSOE, al igual que el de todas las federaciones de la formación, ajenas a las intenciones urdidas en Moncloa.
El primer afectado fue el propio Puig, que se ha visto obligado a prolongar inútilmente su baronía territorial y su presencia en las Cortes Valencianas aunque sea en la oposición. De hecho, él mismo ha reafirmado que tomará posesión de su escaño, pero renuncia a ser el portavoz del grupo parlamentario. Sin embargo, el 23 de julio ha cambiado la forma, pero no el fondo del asunto. La sucesión de Puig sigue en el candelero y más temprano que tarde se deberá abordar.
Aunque no ha confirmado oficialmente sus aspiraciones a dirigir a los socialistas valencianos, Bielsa ya está intentando influir y posicionarse como un referente de una nueva etapa a la hora de la toma de decisiones y muestra de ello es su propuesta para las listas electorales de las generales. El regidor es el secretario provincial del PSPV-PSOE en Valencia y ha elaborado una candidatura con afines que ha sido desautorizada por la aún dirección autonómica vigente.
Ximo Puig, en el inicio de la campaña del 28-M junto a Nadia Calviño, Martínez Bielsa y Sandra Gómez.

Ximo Puig, en el inicio de la campaña del 28-M junto a Nadia Calviño, Martínez Bielsa y Sandra Gómez.MANUEL BRUQUE/EFE

Este gesto se ha tomado como una muestra de autoridad de Puig y su equipo, que quieren hacer valer sus galones internos y con Ferraz hasta que cesen y llegue otro líder. A partir de ese momento, tendrá vía libre, pero el presidente de la Generalitat todavía está a los mandos de la formación, no ha dicho que deja la política, tampoco hay ningún cónclave previsto y, por tanto, no existen candidatos a ser secretario general de la federación.

Mano de Pedro Sánchez

Aún con todo, la salida de Puig se da por segura, ya que incluso ha renunciado a ser senador. Lo normal es que su sucesor sea uno de los principales cargos orgánicos, es decir, del aparato del partido. En ese caso, quien tiene todos los números para alzarse con el liderato del partido es Bielsa. Su importancia orgánica es tan creciente que la campaña electoral socialista del 28-M en la Comunidad Valenciana se inició en Mislata y al acto asistieron el propio regidor, Puig y la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño…mientras Diana Morant estuvo en Castellón.
No obstante, no se descarta que la mano de Ferraz pueda interferir en el proceso de elección del próximo barón socialista valenciano. Naturalmente, este extremo dependerá del resultado de las elecciones generales y cómo quede internamente Pedro Sánchez. Si el jefe del Ejecutivo lograse retener la presidencia no hay ninguna duda de que será él quien decida qué dirigentes territoriales quiere en las federaciones.
Si fuese así, el nombre que más suena es el de la titular de Ciencia, Diana Morant, que será la número uno en la lista por Valencia el 23-J. La ministra ya sonó el pasado verano como designio del palacio de la Moncloa para optar a la alcaldía levantina, una capital de provincia que, al menos, el PSOE va a estar sin gobernar 36 años. Finalmente, no logró imponer a su candidata y fue Sandra Gómez –que apura la última semana como vicealcaldesa levantina- quien terminó presentándose.
El mayor punto débil de Morant es su pobre nivel de conocimiento entre los valencianos, más allá de las referencias de sus compañeros de partido y los vecinos del municipio valenciano de Gandía, del que fue alcaldesa entre 2015 y 2021, cuando Sánchez le llamó para ocupar el ministerio de Ciencia. En cambio, Bielsa domina la estructura provincial del PSPV-PSOE y tiene infinitamente más capacidad movilizadora que Morant.
En conclusión, las elecciones generales adelantadas al 23 de julio seguramente sea el último servicio del presidente del Gobierno al enfrentamiento con Puig, al igual que con otros barones. En lugar de propiciar un cambio tranquilo y sin convulsiones, Sánchez ha vuelto a priorizar su propio interés al de su formación. El PSPV-PSOE no solo se ha llevado un varapalo en las urnas y prevé en semanas otro a nivel nacional, sino que su líder se ha convertido en un diputado autonómico al uso y ya ha comenzado el baile de nombres para sustituirle sin que haya una línea de meta definida.
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