El Puerto de Valencia, motor económico de España

Valenciaport es, desde 2006, el segundo puerto español tras superar a Barcelona. Próximo a un nivel de saturación, aguarda el desbloqueo de la futura terminal norte

Un motor económico cerca del punto de saturación. El Puerto de Valencia, el cuarto de Europa en importancia, se ha consolidado en las últimas décadas como polo económico de España. La infraestructura, clave para la comunidad, aguarda desde diciembre el desbloqueo de su ampliación norte, mientras bordea el máximo de su capacidad operativa.

Valenciaport es, desde que en 2006 superara a Barcelona, el segundo puerto español por tráfico de toneladas, y uno de los principales polos económicos del arco mediterráneo. La Autoridad Portuaria de Valencia, Sagunto y Gandía supuso en 2019 el 3,07 % del PIB de toda la Comunidad Valenciana, generando un valor añadido de 3.216 millones de euros, según un informe de la consultora AFI.

Es también una fuente de riqueza, dado que genera 227 millones de euros al año en ingresos fiscales. De hecho, por cada euro que se genera en el puerto la economía valenciana produce 3,3 euros adicionales. Un potencial económico que se traduce en más de 38.866 empleos, de ellos 7.300 directos; y más de 1.243.000 euros en salarios brutos

En 2022 más de 79 millones de toneladas pasaron por sus muelles. Los principales destinos fueron Italia, Estados Unidos, China y Arabia Saudí. En cuanto a las mercancías, destacaron sobre todo los materiales de construcción, seguido de productos químicos.

En tercera posición, vinos, bebida, alcoholes y derivados; y también automóviles y componentes de automoción, donde el puerto valenciano se ha posicionado como un líder. En 2022, uno de cada cuatro automóviles que utilizó un puerto español pasó por Valenciaport.

Una ampliación bloqueada

El gran caballo de batalla es su ampliación norte. Una inversión es necesaria para una infraestructura que está cerca de su capacidad máxima. Coinciden en ello sindicatos, estibadores y la alcaldesa, María José Catalá. También los últimos presidentes de la autoridad portuaria, los socialistas Aurelio Martínez Estévez y Joan Calabuig; y el presidente de puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena.

El retraso en la ampliación está taponando el desarrollo de nuestra economía

La nueva presidenta de Valenciaport, Mar Chao, ha situado como su principal prioridad «hacer realidad» la nueva terminal, según aseguró en su toma de posesión. Su retraso «está taponando el desarrollo de nuestra economía y la llegada de inversiones que están deseando venir», en palabras del presidente valenciano, Carlos Mazón.

El proyecto, con una inversión de 1.564 millones de euros, fue aprobado el pasado diciembre por la Autoridad Portuaria. Cuatro años antes, en 2019, ya había sido licitado. La inversión, que incluye 1.021 millones por parte de la firma italo suiza TIL, del grupo MSC, permitiría crear 5.000 nuevos empleos, según estima la autoridad portuaria.

La ampliación lleva desde enero guardada en un cajón de Moncloa, tras concitar las críticas de grupos ecologistas, del anterior alcalde de Valencia, Joan Ribó, y de la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz. Frente a ello, la APV esgrime que la nueva terminal reducirá en un 98 % las emisiones de CO2, gracias a la electrificación de prácticamente toda la maquinaria, la eficiencia energética de sus edificios y el uso de electricidad 100 % renovable.

La nueva instalación será «la más avanzada medioambientalmente del mundo», afirman desde la APV. Tendrá una superficie de unas 137 hectáreas y 1.970 metros de línea de atraque, lo que permitirá que atraquen los megabuques que en los últimos años dominan el comercio internacional.