El vicepresidente primero y consejero de Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana, Vicente Barrera

El vicepresidente primero y consejero de Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana, Vicente BarreraEuropa Press / Jorge Gil

Barrera descabeza dos centros culturales para dar carpetazo a la gestión ideológica del tripartito

El vicepresidente valenciano ha cesado a cuatro altos cargos frente a los reproches del PSPV-PSOE y Compromís, una actuación que se suma al apoyo presupuestario a la caza y la tauromaquia

La coalición al frente de la Generalitat Valenciana conformada por el Partido Popular y Vox sigue dando pasos con tal de dejar atrás la gestión que hizo el tripartito de izquierdas en el Gobierno regional en multitud de ámbitos. Uno en los que más énfasis está poniendo es el referente a la política cultural, ya que el PSPV-PSOE, Compromís y Unidas Podemos llevaron a cabo una profunda ideologización mezclada con grandes dosis de adoctrinamiento, todo ello orientado a fomentar en la región un sentimiento independentista que era prácticamente residual basado en la quimera de implantar los mitológicos 'Países Catalanes'.
En aras de seguir con esa reversión, el vicepresidente primero del Consell y responsable de Cultura, Vicente Barrera, ha cesado a diversos altos cargos de su departamento. En concreto, se trata del responsable del Centro del Carmen de Cultura Contemporánea (CCCC), José Luis Pérez Pont, así como de miembros que Compromís contrató para la Consejería como son Roberto García, Marga Landete y Francesc Felipe. Estos tres últimos ocupaban puestos de directores adjuntos del Instituto Valenciano de Cultura.
Como era de esperar, a socialistas y nacionalistas no les han gustado estas destituciones que, por otra parte, son más que habituales cuando un nuevo equipo de gobierno toma las riendas de la administración autonómica. En opinión del concejal del PSPV-PSOE en el Ayuntamiento de Valencia Borja Sanjuán, Barrera forma parte de lo que cataloga como «la gente más rancia» que «no puede tolerar un oasis de libertad cultural por mucho que nombren la palabra».

El cese, «100 % disciplinario»

Desde las filas de Compromís las críticas no han sido menores. El que fuera alcalde de Valencia Joan Ribó exige la vuelta de Pérez Pont a su antiguo puesto por no ser «ningún cargo político», acusando a la Generalitat de no querer contar con una persona que a su juicio ha trabajado para «revolucionar la cultura, sobre todo entre los más jóvenes». «El Gobierno de PP y Vox pretende fulminar a este gran profesional de la cultura a pesar de que su contrato no acaba hasta 2026. Probablemente para seguir con su purga sectarista y colocar a algún amiguito», señala un Ribó que lamenta un episodio que cree que se ha producido por «puro sectarismo».
En cambio, fuentes de Vicepresidencia consultadas por El Debate aseguran que la destitución de Pérez Pont es algo «absolutamente normal», ya que la Consejería está en un «proceso de cambio, de transformación, de transiciones bien llevadas». Según estas, «lo que prima es el cumplimiento estricto de la legalidad». «Son cosas normales, pero lo ponen como un desbarajuste, como situaciones de crisis e inestabilidad», pero entran en la «normalidad», ya que «no todo se hace de un día para otro», inciden. Asimismo, las mismas fuentes recalcan que el cese es «100 % disciplinario» y obedece a las «graves irregularidades detectadas por la Intervención de la Generalitat y la Sindicatura de Cuentas».
Esta línea de actuación por parte de Barrera encaminada a dejar atrás la gestión cultural ideológica emprendida por el tripartito no se reduce a meros nombramientos de altos cargos y directivos, sino que es transversal. Una muestra de ello es que los Presupuestos del Ejecutivo autonómico, los primeros elaborados por la coalición, contemplan una partida 300.000 euros para el fomento de la tauromaquia, así como de actividades y festejos relacionados con esta.
El vicepresidente primero de la Generalitat, Vicente Barrera, junto a la directiva de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana

Vicente Barrera, junto a la directiva de la Federación de Caza de la Comunidad ValencianaGVA

El vicepresidente y consejero, que fue torero, ha denunciado en público en numerosas ocasiones que este sector se viera desplazado por las políticas de la izquierda durante ocho años: «Vengo del mundo del arte y la cultura, del que fui profesional. Un mundo silenciado cuando no ninguneado, directamente maltratado. Me comprometo a poner fin a cualquier marginación», subrayó en su día el dirigente de Vox en las Cortes Valencianas cuando presentó el presupuesto de su departamento.

El independentismo, sin subvenciones

Del mismo modo, el carpetazo a la hoja de ruta del PSPV-PSOE, Compromís y Unidas Podemos también se podrá comprobar en lo referente al ámbito cinegético. Con cerca de 40.000 cazadores en la Comunidad Valenciana, el objetivo que Barrera se ha autoimpuesto es el de devolverle a cada cazador «la libertad» para poder practicar dejando de estar «reiteradamente perseguido» por la Administración, como considera que así ha sido mientras Puig estaba al frente de la Generalitat.
Igualmente, desde la Consejería de Cultura valenciana su máximo responsable ha asegurado en multitud de ocasiones que no se destinará ni un euro público a subvencionar a entidades independentistas catalanas, ya que sus anhelos por lograr la anexión territorial con la comunidad vecina al norte vulneran el Estatuto de Autonomía: «No apoyaremos a artistas o a colectivos que fomenten lo que nos divide y no es legal por no estar en el marco estatutario, y es la idea del País Valencià que significa 'Países Catalanes'», incide Barrera cada vez que se le pregunta por las ayudas a grupos secesionistas en la región. Cabe recordar que el tripartito llegó a repartir 13 millones de euros en sus ocho años al movimiento secesionista.
Por tanto, cuatro meses y medio después de tomar posesión, el Consell liderado por el 'popular' Carlos Mazón continúa avanzando en darle la vuelta a un legado cultural basado en postulados eminentemente políticos. Desde cortar el grifo a entidades independentistas a apoyar la caza y la tauromaquia, todo ello tendrá su plasmación legal en la futura Ley de Señas de Identidad que ya prepara la Generalitat.
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