Los Reyes Felipe VI y Letizia saludan a los familiares de las víctimas tras la misa funeral por los fallecidos en la DANA

Don Felipe y Doña Letizia saludan a los familiares de las víctimas tras la misa funeral por los fallecidos en la DANAEuropa Press / Jorge Gil

Una familiar de un muerto por la DANA, tras hablar con la Reina en el funeral: «Nos ha dado mucha paz a todos»

Los asistentes a la misa funeral por los 222 fallecidos en la riada agradecieron el cariño y empatía de Don Felipe y Doña Letizia, a la par que algunos se mostraron hostiles hacia los políticos que acudieron

Alrededor de 400 familiares de los fallecidos en la provincia de Valencia por la DANA del pasado 29 de octubre acudieron este lunes a la misa funeral que se celebró en la Catedral levantina y que organizó el Arzobispado. Cada una de estas personas tenía su propia historia y algunas de ellas se la pudieron transmitir a los Reyes Felipe VI y Doña Letizia, que acudieron al acto. Entre ellas, está la de Susana, una vecina de Catarroja que a su marido en la riada y que, tras la eucaristía, pudo hablar con la Reina, a la que transmitió un mensaje: «Por favor, que no hayan muerto en vano, nada más; no pido nada más».

Así lo ha señalado esta afectada en declaraciones a los medios tras la ceremonia. Susana, que ha seguido la misa en la seo, ha señalado que su nombre no importa, porque el realmente importante es era marido, José Ruiz Torrecilla, que murió cuando intentaba salvar a una chica de la fuerza del agua. A ella la pudieron rescatar sus vecinos, pero no pidieron hacer lo mismo con el cónyuge de Susana, a quien el agua terminó llevándoselo.

«Soy hija única y tengo a mi padre y mi madre, que es por lo que vivo. Tengo muchos amigos y tengo mucho cariño y mucha familia, pero solo eso no me vale para vivir», relata, y explica que los Monarcas se detuvieron «muchísimo rato» con ellos y mostraron «una humanidad» que no ha visto en «políticos de aquí, de Valencia, que les ha resultado indiferente la muerte», según lamenta.

«Evitar más muertos»

«Le he pedido por favor que no hayan muerto en vano y que se pueda evitar que haya más muertos por este tema», ha explicado, ya que, «Valencia se inunda más de una vez; que ellos intenten evitar que haya más muertos así. Y hablo solo de los muertos», ha dicho, porque también está el drama económico. «Esto no tiene que volver a pasar, no tiene que volver a pasar», ha recalcado, a la par que ha reconocido que la ceremonia religiosa le ha servido «muchísimo».

Luciano, el marido de Ana, también murió a causa del temporal en Catarroja, pero su cuerpo no lo encontrar hasta once días después de la tragedia. «La verdad es que ha sido muy emocionante y muy bonito», ha comentado, y ha subrayado que necesitaban esta «despedida» para «por lo menos ver que están ahí, que se están acordando de ellos», al tiempo que ha afirmado haber sentido «una sensación de desahogo» y «un poquito de paz», sobre a la celebración del funeral en la Catedral.

«Esperemos que estén tranquilos donde estén. Y nosotros haremos todo lo que podamos desde aquí», ha apuntado esta afectada, que no ha podido hablar con los Reyes pero sí saludarles. Con otras personas «se han parado y han estado un buen rato hablando con ellos». «Han estado muy atentos, muy pendientes de todos los que estábamos allí», ha remarcado, afirmando que «cada uno es muy libre de hacer lo que quiera», en relación a los familiares que declinaron asistir o que optaron por salir del templo en el momento en que a él entraban los representantes institucionales.

El Rey Felipe VI saluda a los familiares de las víctimas al acabar la misa funeral en la Catedral de Valencia

El Rey Felipe VI saluda a los familiares de las víctimas al acabar la misa funeral en la Catedral de ValenciaEuropa Press / Jorge Gil

Ana Romero ha manifestado que en esta crisis «hay que luchar mucho» aún porque «hay muchas cosas aquí que hay que solucionar, que no está todo muy claro», si bien cree que «nunca se va a saber» lo ocurrido porque «entre unos y otros ahora nadie es culpable». En este sentido, a los políticos les pide que «digan toda la verdad, porque está claro que el que se desbordase el barranco, pues a lo mejor, igual se podía haber evitado hace años atrás con soluciones que parece ser que no se han hecho», pero ha lamentado «las pérdidas de las personas». «Yo fui una de las que se fue a trabajar, tan tranquilos esperando a ver si llovía», ha añadido.

«Entre todos hacemos uno»

A colación del Poyo, Ana considera que «lo primero que tienen que hacer es darle una solución a ese barranco, igual que se dio una solución cuando en el 57 se desbordó el Turia», además de otras ayudas personales. En su caso, está en ERTE, aún no ha cobrado la correspondiente prestación y, además de a su marido, ha perdido dos coches. Al acabar la misa, María, una joven de Paiporta que ha perdido a su tía tras el paso de la DANA, explica que asistir a este acto ha sido positivo para los familiares de víctimas porque les ha permitido «sacar todo lo que nos faltaba por sacar y desahogarnos». «Nos ha dado mucha paz», ha señalado.

María ha explicado que ha acudido sola a la misa, pero ha destacado que en ella ha encontrado a «un montón de personas» que están pasando situaciones como la de su familia. «He venido sola, pero llevo a mucha gente dándome abrazos», ha dicho. «Me ha dado muchísima paz saber que hay gente que lo está pasando igual o peor que yo y que realmente te ayudan. Entre todos hacemos uno», ha resaltado.

Alberto Núñez Feijóo, Diana Morant, Ángel Víctor Torres y Carlos Mazón, en el funeral por los fallecidos en la DANA de Valencia

Alberto Núñez Feijóo, Diana Morant, Ángel Víctor Torres y Carlos Mazón, en el funeral por los fallecidos en la DANAEuropa Press / Jorge Gil

La joven agradece que uno de los abrazos que ha recibido ha sido el de la Reina, un gesto de cariño y empatía que le ha dado «mucha paz». Así, comenta que Doña Letizia se acercó a ella: «Me ha visto que estaba sufriendo y ha venido y me ha dado un abrazo. Me ha preguntado a quién había perdido y cuántos años tenía. Me ha dado mucho confort. Me ha resultado muy humano por su parte que se acercara a todos. A todos los que ha podido se ha acerado», ensalza. «Es verdad que no estamos solos. Ha venido mucha gente y me ha dicho: no estáis solos. Y nos han dado mucha paz a todos», insistiendo: «He podido desahogarme».

Rechazo a entrar

Entre los vecinos que prefirieron no entrar a la Catedral está Juan José Monrabal, también de Catarroja, que justifica su decisión en que aún hay cuatro desaparecidos. Por su parte, Sonia, de Picaña entró y salió llorando al ver a los políticos. Incluso, hubo otros como una mujer que, al concluir la ceremonia, lanzó al suelo una foto de una víctima al paso del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, dentro de la seo, y le llamó «cobarde».

En el caso de Juan José, perdió a su madre, de 84 años, a la que encontró en su casa. «Pienso que no se debería haber hecho. No sé si es porque tenían que venir los políticos, tenía que venir Su Majestad o tenía que venir alguien. Pero no lo veo yo bien», protesta. Del mismo modo, afirma que en su cabeza ya no le caben «más cosas» y lamenta que «nada más que hacen que oír mentiras de los políticos que no nos están apoyando en nada». «Mi pueblo es el último pueblo del barranco del Poyo. Yo sé que Paiporta tiene mucho mal y estoy con ellos, pero en Catarroja estamos peor que los perros», ha subrayado, criticando que llevan más de un mes con lodo, en su caso, con 30 centímetros de barro todavía en su garaje.

Los Reyes saludan a los valencianos al acabar la misa en la Catedral de Valencia

Los Reyes saludan a los valencianos al acabar la misa en la Catedral de ValenciaEuropa Press / Rober Solsona

De cara al futuro, el vecino avisa de que no descansará y dará «hasta la última gota de sangre y de aliento que me quede por mi madre y toda la gente que han perdido la vida porque ellos no se merecían esta muerte». «Ahora, en estos días que van a venir en Navidad, imagínate en las casas cómo vamos a estar. Muchas fiestas tendrá Mazón y muchas fiestas tendrán los políticos. Pero nosotros, en nuestra casa, lo único que vamos a tener son ganas de llorar», dice emocionado.

Sonia Fuster, de Picanya, añade reproches a la gestión de la crisis: «¿Qué explicaciones dieron de que hubo apagón informativo, si podían haber entrado en la cuenca hidrográfica y ver minuto a minuto cómo iba el barranco y sin embargo no avisasteis o no fuisteis capaces?», ha preguntado y ha lamentado que lo haya pagado «gente de a pie».

«He perdido a mi padre, he perdido la casa de abajo de mi padre, he perdido dos coches, mi empresa ha quedado muy tocada, ¿algo más? Y luego encima no respetáis mi dolor, porque no voy a hablar en plural, porque no soy quien para hablar por los demás, hablo por mí. No respetáis mi dolor, yo quería estar con las familias de los afectados; pero quiero que respetéis mi dolor y para mí no me lo han respetado porque no me apetecía verlos, no quería compartir el espacio» con ellos, relata.

Para Sonia, lo sucedido ha sido «un asesinato». «Pero uno detrás de otro, por no haber hecho el trabajo bien hecho. Entonces, no voy a compartir espacio con ellos y así lo he hecho. Yo me he levantado sin armar ningún escándalo, me he salido con un sofocón, eso sí, pero he dicho, no me quedo con vosotros, no me quedo», concluye.

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