El PP aplica a la izquierda su propia medicina en las Cortes Valencianas

La última sesión de control al presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y a su Consell no ha sido productiva para los partidos de izquierda con representación en las Cortes autonómica, es decir, el PSPV-PSOE y Compromís. Más allá de que lo relativo a la dana no ha sido el asunto principal del Pleno, ha habido una imagen que ha trastocado a socialistas y nacionalistas.

Esta se ha dado pasados unos minutos de las diez de la mañana, cuando han dado comienzo las intervenciones. No ha habido que esperar. Como siempre, el primer turno ha correspondido al portavoz del PSPV-PSOE, José Muñoz. Con su discurso preparado, justo cuando la presidenta de la Cámara, Llanos Massó, le ha dado la palabra ha saltado la primera sorpresa cuando los diputados del Partido Popular han levantado carteles con imágenes en las que se podían ver al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, y al propio Muñoz en actos de partido y sonriendo con José Luis Ábalos con el lema «Gobierno corrupto».

Llamativo gesto el del PP, ya que en la anterior sesión de control criticó que Compromís hiciera algo similar: sus 15 parlamentarios se levantaron y mostraron al resto del Hemiciclo -tribuna de invitados y periodistas incluidos- unas cartulinas con el texto en valencia On estaves?, reprochándole a Mazón su comida en el restaurante El Ventorro el día de la dana. Es cierto que entre ambas actitudes también hay algunas diferencias. Tres básicamente: en el caso de este jueves ningún diputado se ha alzado de su asiento, no ha habido toques de atención por parte de la presidenta y, como consecuencia de los anteriores, la protesta no ha obligado a suspender el Pleno durante diez minutos por no acatar las órdenes de la segunda autoridad regional.

Igualmente, la estrategia del PP para la última sesión de control antes de las vacaciones de verano también choca porque, salvo sorpresa mayúscula, el Reglamento de las Cortes cambiará en virtud a un acuerdo entre los de Mazón y Vox, que sumarían mayoría absoluta. El objeto de esa reforma será modificar diversos artículos para evitar que teatrillos como los que la izquierda suele montar en la sede de la soberanía autonómica, especialmente desde la riada, acaben.

En este sentido, los responsables de este tipo de puestas en escena ya no sería únicamente el diputado que las ejecutara, sino que dicha responsabilidad recaería sobre el grupo parlamentario en sí. Y no solo eso, sino que la nueva normativa incluirá una sanción para el grupo que podría llegar a ser del 20 % de las subvenciones mensuales que recibe.