Imagen de la entrada al local de 'Gastroadictos' en Segorbe.
El restaurante de Segorbe que ha recomendado 'National Geographic' y que tiene un menú por 26 euros
Segorbe tiene una joya gastronómica que se ha ganado el reconocimiento de 'National Geographic'. El chef David Marqués lidera el 'Gastroadictos', un restaurante en el que cada comensal emprende un viaje gustativo aliñado con aceite de oliva virgen extra de la Sierra Espadán, con productos de proximidad y haciendo gala de la marca 'Castelló Ruta de Sabor'. Disfrutar de esta experiencia gastronómica puede hacerse a través de dos menús: 26 y 39 euros.
'Gastroadictos' se ha ido ganando un terreno en el panorama culinario tanto de Castellón como en la Comunidad Valenciana con una cocina sincera y directa, sin estridencias y con mucho contacto con el cliente comandado por Silvia Almer, pareja de David.
'National Geographic' reconoce del restaurante de Segorbe su capacidad para «reivindicar el mar y montaña al mismo tiempo que la cocina de huerta». Y en eso se basa el restaurante de David y Silvia, en hacer con los productos más habituales platos excepcionales para el paladar del cliente.
La modalidad más barata para comer en 'Gastroadictos' es decantarse por el menú 'Compartir es vivir', que tiene un coste de 26 euros por persona. En esta opción David despliega una serie de platos que Silvia y su equipo en sala lo explican a las mil maravillas. En los entrantes destaca el gratén de hojas verdes de Altura, así como el panquemao de setas con panceta ibérica. Tras un principal de arroz, canelones, corvina salvaje o steak tartare, el postre se corona con una torrija con horchata DO Valencia.
El menú 'De Temporada' tien un precio de 39 euros por comensal y aquí ya la cocina de David eleva su nivel hasta servir una coliflor con anguila de la Albufera y unas clóchinas de Valencia, entre otros entrantes, así como una selección de principal entre los que brilla con luz propia el arroz DO Valencia meloso de sepia con güeña de Segorbe.
Imagen de un plato servido en 'Gastroadictos'.
Al final, David y Silvia demuestran que la cocina puede adquirir una categoría superior sin necesidad de enfrascarse en la tecnicidad de los conceptos más gastronómicos. El arte de 'Gastroadictos' es servir en la mesa la sencillez del trabajo que se hace en cocina. O dicho de otra forma, hacer que el comensal sienta como corriente un bocado excepcional. Cada día hay más 'gastroadictos'.