Imagen de archivo de un banco de medusas
Las medusas amenazan este año a los bañistas por la alta temperatura del mar
El aumento térmico, según los expertos, altera el equilibrio del ecosistema marino y favorece la expansión de estas especies
El Mediterráneo se recalienta y con él, prolifera uno de los visitantes más temidos por los bañistas: las medusas. Este verano, la Comunidad Valenciana afronta un incremento notable en la presencia de estos organismos gelatinosos, especialmente en puntos del litoral como Cullera, donde ya se han avistado colonias enteras a escasa distancia de la costa. La causa principal: la elevada temperatura del mar, que en algunos tramos del litoral valenciano roza los 29 grados, hasta seis por encima de lo habitual para estas fechas.
Medusa proviene del griego cnidia que significa ortiga y hace referencia a los cnidoblastos, las células urticariantes que les sirven para defenderse y son la pesadilla de los bañistas. Tres son las especies que acechan el Mediterráneo, Pelagia noctiluca, Rhizostoma pulpo y Cotylorhiza tuberculata, las tres son irritantes y su picadura produce dolor leve y molestias similares a una quemadura. Aunque existen otras especies cuya picadura es más dolorosa e incluso puede ocasionar la muerte como es la llamada Carabela Portuguesa (Physalia physalis), no es común encontrarlas en el Mediterráneo.
Imagen de archivo de una medusa en las playas del Mediterráneo
Es importante recordar que no hay que lavar la zona de la picadura con agua dulce, sino con agua de mar, aplicar hielo, no directamente sobre la piel, durante 15 minutos, y no frotar la zona, ni con toallas ni con arena. Si la zona de la picadura es grande o se notan otros síntomas tales como dolor intenso, opresión en el pecho con dificultad respiratoria, o la picadura ha ocurrido en una embarazada o un niño, acudir al puesto de socorristas y pedir atención médica inmediata.
¿Cómo saber si hay alerta por medusas en las playas valencianas?
Diversos proyectos de varias universidades de la Comunidad Valenciana colaboran en planes de I + D en ciencias marinas, entre otras iniciativas promueven la participación ciudadana para impulsar MedusApp, una app donde puedes consultar a tiempo real si hay medusas y si su picadura es peligrosa o no. Son los propios ciudadanos quienes al avistar alguna de estas especies informa a través de la app y ésta valida y pone un icono informativo. Dispone además de un mapa interactivo de la costa valenciana con los principales avistamientos, picaduras que se han producido, iconos e información relevante para los turistas y bañistas.
Si ves un punto verde, significa «playa libre de medusas», y si ves alguno de los siguientes ten en cuenta el color de la aureola del icono, que indica cómo de urticante es su picadura. No urticantes (blanco), poco urticantes (amarillo), urticantes (naranja) y muy urticantes (rojo).
Imagen dentro de la app Medusapp donde se aprecia el incremento de esta especie en la costa valenciana
Según la información consultada por este medio, en este momento hay varios avistamientos en el litoral valenciano, que según el código son especies urticantes.
¿Van a incrementarse las plagas?
El aumento térmico, según los expertos, altera el equilibrio del ecosistema marino y favorece la expansión de especies como las medusas, muy sensibles a los cambios en su entorno. Aunque comentan que se trata de un fenómeno natural y previsible debido a las elevadas temperaturas.
Desde la Fundación io, expertos en microbiología, viajar seguro y alertas mundiales por diversos fenómenos, advierten que son varios los factores que van a favorecer que proliferen este tipo de especies, como son: la llegada al mar de fertilizantes agrícolas, éstos producen un aumento del zooplancton, principal alimento de las medusas. Por otro lado, la sobrepesca, peces que se alimentan también de microalgas y por consiguiente no compiten con las medusas. Y, por último, la disminución de predadores de medusas debido también a la pesca de determinadas especies que se alimentan de ellas.
Por otro lado, el calentamiento del Mediterráneo no solo favorece a las medusas. También está acelerando la expansión de algas invasoras, especialmente de origen tropical, concretamente un alga asiática Rugulopteryx okamurae, es la que se está extendiendo por diversas playas de la costa y por ende afectando a los bañistas pero también a «especies marinas nativas, así como a la pesca artesanal y al turismo», según investigadores de la Universidad de Alicante. Esta especie, según los expertos, se adapta con rapidez a las nuevas condiciones térmicas. Así lo confirma un estudio liderado por el CSIC, que apunta a una «velocidad de invasión superior» en estas especies frente a las autóctonas.
Imagen de la playa de Burriana, Castellón, llena de algas el 31 de julio de 2025
Otro estudio reciente de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) en colaboración con la IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias), ha encontrado la presencia en las costas levantinas de una microalga tóxica invasora. El hallazgo confirmado por análisis de las toxinas se suma a las otras especies con la diferencia de que esta especie puede ocasionar tos, fiebre e irritaciones en la piel y ojos, en los bañistas que se expongan a sus toxinas liberadas en el agua.
Por ello se han establecido medidas para su control a nivel nacional, debido a que desde 2023 donde se detectaron grandes cantidades en la costa alicantina de ambas especies, han proliferado de tal modo que ya han llegado al resto del litoral valenciano. Además, el alga asiática se pudre en la orilla, debido a los arribazones que las depositan, lo que hace necesario una limpieza por parte de los ayuntamientos casi a diario y esto no es posible en muchas zonas.
Aunque las autoridades insisten en que se trata de un fenómeno natural debido al cambio climático, tanto las medusas como la proliferación de las algas invasoras, amenazan nuestras costas y con ellas el turismo, suponiendo un reto para la gestión de las playas valencianas.