Imagen de archivo de Port Saplaya, una de las playas cerradas por contaminación en Alboraya, Valencia
Una nueva alerta por contaminación obliga a cerrar otra playa de Alboraya
Tras la notificación de la Generalitat Valenciana, no está permitido el baño ni en la zona de Peixets ni en Port Saplaya
El municipio de Alboraya ha tenido que clausurar nuevamente uno de sus tramos costeros por un episodio de contaminación. En esta ocasión, la playa de Peixets, situada entre el Barranco del Carraixet y la Patacona, ha sido cerrada al baño tras una notificación de la Generalitat Valenciana que alertaba de niveles elevados de contaminación microbiológica. Se trata de una zona no vigilada que se suma a otros puntos del litoral del municipio que ya se han visto afectados recientemente, como la zona norte de Port Saplaya y la playa canina.
Situación «insostenible»
La situación ha generado una profunda preocupación en el Ayuntamiento de Alboraya. El alcalde, Miguel Chavarría, ha lamentado la recurrencia del problema, que califica de «insostenible», y ha denunciado que se trata de una cuestión que supera el ámbito competencial del consistorio. A su juicio, los vertidos que terminan contaminando el agua provienen de fuera del término municipal, pero son los vecinos y el sector turístico de Alboraya quienes sufren las consecuencias. «No podemos seguir pagando el precio de lo que ocurre aguas arriba», ha manifestado, apuntando a la necesidad de que otras administraciones asuman su parte de responsabilidad.
El equipo de gobierno local también ha criticado duramente el protocolo actual de actuación de la Consejería, centrado exclusivamente en el cierre preventivo de las playas cuando se detecta contaminación, sin que se investigue de forma efectiva el origen de los vertidos. Para Chavarría, este enfoque resulta ineficaz y perpetúa el problema. En este sentido, ha iniciado contactos con otros municipios costeros con el objetivo de promover una respuesta conjunta que eleve la reclamación a instancias superiores.
Desde el Consistorio recuerdan que Alboraya no realiza vertidos al Barranco del Carraixet y que, además, se abonan periódicamente tasas a la Confederación Hidrográfica del Júcar para que intervenga en caso de contaminación. Pese a ello, lamentan que se vean obligados a cerrar espacios como la playa canina, afectando a residentes y visitantes. «Nuestros vecinos merecen respeto, igual que el trabajo que hacemos desde el Ayuntamiento para preservar el litoral», ha reivindicado Chavarría.
En un intento por mitigar los efectos de este problema estructural, el consistorio ha activado distintas medidas. Este mismo año se ejecutará el desvío de la acequia de Mortera a la de la Mar, de forma que las aguas sean tratadas en la depuradora antes de llegar al mar. Asimismo, está prevista la instalación de sistemas de control de vertidos en el polígono industrial del municipio. Otro proyecto pendiente de aprobación por parte de Costas es el Parque Agrario de Peixets, que contempla la creación de un humedal artificial con capacidad depurativa.
Desde el pasado verano, Alboraya ha reforzado los puntos de control de calidad del agua tanto en las acequias como en las zonas de baño. También se han visto obligados a instalar duchas de cuerpo entero en la Patacona, ante el deficiente funcionamiento de los lavapiés, que dependen directamente de la Consejería.
En paralelo, Chavarría ha hecho un llamamiento a otros alcaldes y alcaldesas del litoral afectado para unir fuerzas y reclamar una solución definitiva y coordinada a nivel autonómico o estatal. «Solo una respuesta conjunta y supramunicipal puede frenar esta amenaza constante que se cierne sobre nuestras playas», ha advertido.
Mientras tanto, en la vecina localidad de Meliana, el baño sigue permitido entre los espigones norte y sur de su playa. No obstante, las autoridades han restringido temporalmente el acceso al agua en dos tramos específicos del litoral debido a los niveles microbiológicos detectados en acequias y canales de desagüe, una medida que se mantendrá hasta nuevo aviso y cuyo objetivo principal es proteger la salud de los bañistas.