Imagen de Edgar y Karin, la pareja de holandeses que ha comprado una masía en el interior de Castellón
De Holanda a Castellón: una pareja se instala en la España vaciada y abre camino a la repoblación
La despoblación es un fenómeno cada vez más visible en la España vaciada, en particular en muchas zonas rurales del interior donde los jóvenes emigran en busca de empleo y servicios, y los pueblos van perdiendo habitantes año tras año. La provincia de Castellón no es ajena a este problema y numerosas localidades del interior afrontan el reto de mantener población, conservar servicios básicos y evitar que el declive demográfico se convierta en algo irreversible.
Ante esta situación, los municipios más pequeños están explorando distintas vías para frenar la sangría poblacional. Se han visto iniciativas que ofrecen casa gratuita o rehabilitada, salarios atractivos, trabajo garantizado, exenciones fiscales o ayudas directas para los que se trasladen a vivir allí. También campañas de promoción dirigidas al extranjero para atraer a quienes valoran vivir en entornos tranquilos, naturales y con calidad de vida, dispuestos a contribuir a la vida social del pueblo.
Un ejemplo concreto de este tipo de estrategia tiene lugar en Tírig, en pleno Alto Maestrazgo. Mediante una campaña de promoción llevada a cabo por el Ayuntamiento, una pareja procedente de Holanda se ha convertido en los primeros nuevos residentes que adquieren una antigua masía en ese municipio. Edgar y Karin, originarios de Tilburg, en la región de Brabante, han comprado una masía con 44.500 m² de terreno situada en un paraje con vistas al Barranco de la Valltorta.
Se decidieron por Tírig no solo por su paisaje, su tranquilidad y la cercanía al mar, a unos 35 kilómetros, sino también por la riqueza cultural y patrimonial de la comarca. Para ellos, dejar su vida en Holanda e instalarse allí supone iniciar una nueva etapa, una apuesta vital.
«Efecto llamada»
El alcalde de Tírig, Juanjo Carreres Montull, expresó tras formalizar la compra que la llegada de Edgar y Karin supone un paso muy importante, un «primer ejemplo visible» de que la recuperación de masías y viviendas abandonadas puede no quedarse en buenas intenciones, sino transformarse en una realidad con futuro para el pueblo.
La campaña municipal, lanzada hace unos meses, tiene como objetivo poner en valor las más de 70 casas y masías vacías que hay en el término, facilitando el contacto entre propietarios e interesados que quieran rehabilitar y habitar esas propiedades. El consistorio confía en que este «efecto llamada» se consolide y motive la llegada de más familias jóvenes que deseen arraigarse, revitalizar la economía local y reactivar la vida social de Tírig.
Viviendas sociales
A esta línea de trabajo se suma otra medida clave que el Ayuntamiento tiene ya en marcha: la construcción de siete viviendas de alquiler social. Las obras se encuentran en su fase final y el consistorio ha habilitado un formulario en línea para que las personas interesadas manifiesten su interés y se pueda preparar el proceso de adjudicación. La oferta incluye tres pisos de dos dormitorios y otros cuatro con tres habitaciones, con precios de entre 200 y 250 euros mensuales. El proyecto forma parte del programa Recuperamos Hogares de la Generalitat Valenciana y ha contado con un presupuesto cercano a los 560.000 euros, ejecutado en el solar de la antigua cooperativa.
Según el alcalde, este edificio de alquiler social será «clave» para el futuro de Tírig, ya que permitirá ofrecer una vivienda digna y asequible tanto a los vecinos como a las familias que decidan instalarse en el municipio. Aunque completar el formulario no implica compromiso ni derecho alguno, servirá para conocer la demanda real y preparar las bases oficiales de adjudicación. Para Carreres, iniciativas como esta son fundamentales para generar oportunidades que fijen población y den continuidad al crecimiento del pueblo.
Vista del municipio de Tírig, situado en el interior de Castellón y con menos de 500 habitantes
Tírig es un municipio de unos 432 habitantes, enclavado en el Alto Maestrazgo, comarca de interior con un entorno natural destacado. El Barranco de la Valltorta, cercano al municipio, es conocido por su valor paisajístico y por su arte rupestre declarado Patrimonio de la Humanidad, lo que convierte a la localidad en un enclave con atractivo cultural y turístico. Además, su entorno ofrece una combinación de montaña y proximidad al mar, lo que lo hace especialmente atractivo para quienes buscan vivir fuera de las grandes ciudades, pero sin renunciar a servicios básicos ni a conexiones razonables.
Otras iniciativas de repoblación
Más allá de Tírig, en la provincia de Castellón también se están aplicando otras estrategias de repoblación. La Diputación ha incrementado los fondos destinados al llamado Fondo de Cooperación Municipal contra el Despoblamiento; en 2024 este incremento fue del 63 % con respecto al año anterior, y se dirige a 88 municipios que cumplen criterios de riesgo demográfico. Estos recursos buscan mejorar los servicios locales, infraestructura, vivienda y otros factores que faciliten quedarse o instalarse en el medio rural.
Otro municipio, Montán, con poco más de 400 habitantes, ha lanzado una medida para jóvenes menores de 35 años que consiste en ayudas de hasta 10.800 euros si compran una vivienda para uso habitual en el municipio. La subvención cubre parte del coste de la vivienda con la intención de incentivar que los jóvenes no se vayan o que otros se animen a trasladarse.
El reto, en cualquier caso, sigue siendo grande: revertir la tendencia de envejecimiento poblacional, asegurar los servicios básicos, mantener el tejido social y generar empleo. Pero historias como la de Edgar y Karin en Tírig, sumadas a la puesta en marcha de vivienda asequible para nuevas familias, demuestran que hay margen para la esperanza y que el interior de Castellón todavía puede escribir nuevas páginas en su futuro demográfico.