Calle de Tabarca.Getty Images

Así protegerá Alicante las viviendas de la isla habitada más pequeña de España

El Plan Especial de Protección de Nueva Tabarca blinda el casco histórico, limita las demoliciones y descarta cualquier crecimiento urbanístico

A poco más de cuatro kilómetros del cabo de Santa Pola, rodeada por aguas mediterráneas y con un trazado urbano que responde a una planificación singular, Tabarca mantiene una escala que no admite excesos. Es la isla más grande de la Comunidad Valenciana y la única habitada, con apenas 51 vecinos censados, y también un espacio especialmente vulnerable a cualquier intervención. La presión turística, la escasez de suelo y el valor de su arquitectura hacen que cada decisión urbanística tenga un impacto directo sobre el conjunto.

Para ordenar y proteger ese equilibrio, el Ayuntamiento de Alicante iniciará la tramitación del Plan Especial de Protección de Nueva Tabarca, un documento que fija las normas que regirán el futuro urbanístico de la isla. El plan se someterá a evaluación ambiental y territorial estratégica por parte de la Generalitat y se concibe como un instrumento restrictivo: no prevé nuevos crecimientos y limita su ámbito al suelo urbano existente dentro del recinto amurallado.

El texto protege de forma directa 57 elementos catalogados y extiende una protección de conjunto a 109 casas urbanas tradicionales, con el objetivo de conservar la imagen unitaria del núcleo habitado y evitar transformaciones que alteren su fisonomía.

Sin expansión urbanística

Una de las claves del Plan Especial es la renuncia expresa a cualquier ampliación del suelo urbano. Por primera vez, el istmo que conecta las dos partes principales de la isla se clasifica como suelo no urbanizable, cerrando la puerta a futuras edificaciones en una de las zonas más sensibles desde el punto de vista paisajístico.

Isla de Tabarca (Alicante)Ayuntamiento de Alicante

La ordenación se circunscribe al interior del recinto amurallado y refuerza la conservación de la trama urbana característica, basada en calles rectilíneas, manzanas compactas y edificaciones entre medianeras.

Viviendas tradicionales bajo protección

El plan establece distintos grados de protección para las edificaciones, en función de su valor y tipología. Entre los 57 elementos catalogados figuran edificios religiosos, civiles y militares, además de 46 viviendas tradicionales tabarquinas. A ellos se suman otras 109 casas urbanas que quedan amparadas por una protección de conjunto.

Esta figura obliga a mantener la volumetría existente, los tipos de cubierta, la disposición de los huecos y su composición, así como los acabados exteriores y los detalles constructivos. El objetivo es preservar el aspecto homogéneo del caserío y evitar intervenciones que rompan la continuidad visual del conjunto.

Las demoliciones y las obras de nueva planta solo se permitirán en edificaciones contemporáneas, es decir, aquellas que no responden a la tipología tradicional de la isla.

Qué se puede hacer y qué no

El Plan Especial define con precisión las intervenciones permitidas en cada inmueble. Para ello, clasifica las edificaciones en diferentes tipologías: edificios religiosos, singulares, construcciones militares, edificaciones civiles, viviendas tradicionales entre medianeras y construcciones contemporáneas.

Embarcadero de TabarcaNueva Tabarca, vía Facebook

A cada una se le asigna un nivel de protección -integral, parcial, ambiental o tipológico- que determina qué elementos deben conservarse y qué tipo de obras pueden autorizarse. El documento incorpora además nueva documentación técnica que será exigible en la tramitación de licencias, con el fin de garantizar que las actuaciones se ajusten a los criterios de conservación establecidos.

Una ordenación detallada de la isla

Más allá de la protección patrimonial, el plan regula de forma pormenorizada el conjunto del territorio insular. Define la clasificación del suelo, delimita zonas de afección y protección, ordena la red de dotaciones públicas y la infraestructura verde y establece parámetros claros sobre usos del suelo, alineaciones, rasantes y parcelación.

En una isla con un espacio limitado y una fuerte presión estacional, el Plan Especial se convierte en una herramienta clave para evitar decisiones improvisadas. Su objetivo es que Tabarca no pierda su esencia, fijando un marco claro para que las intervenciones futuras respeten la escala, el trazado y la arquitectura que han definido históricamente al único núcleo insular habitado de la Comunidad Valenciana.