Imagen de la clínica dental de Alzira en la que fue atendida una niña de 6 años antes de fallecer.

Imagen de la clínica dental de Alzira en la que fue atendida una niña de 6 años antes de fallecer.EFE

La autopsia a la niña muerta tras ir al dentista en Alzira no revela la causa directa del fallecimiento

El Juzgado espera nuevas pruebas que aclaren las circunstancias del óbito

La primera autopsia realizada a la niña de seis años que murió horas después de someterse a un completo tratamiento odontológico en una clínica privada de Alzira no ha aportado, por ahora, una explicación clara del fallecimiento. El examen médico–legal descarta malformaciones congénitas, obstrucciones en las vías respiratorias o cualquier otra alteración física que pudiera justificar una reacción fatal tras la sedación consciente aplicada durante la intervención.

A la espera de análisis toxicológicos

Ante la ausencia de hallazgos concluyentes en el estudio anatómico, la investigación se centra ahora en los análisis toxicológicos de los tejidos y fluidos extraídos, que ya están siendo examinados en el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Barcelona. De estos resultados dependerá aclarar qué motivó la brusca reacción sufrida tanto por la niña fallecida como por otra menor de cuatro años que también fue atendida ese mismo día y que estuvo en estado crítico.

Los peritos analizarán la presencia y concentración de los fármacos utilizados tanto en la sedación, administrada por un anestesista, como en la anestesia local aplicada por la odontopediatra. Ambos profesionales han asegurado ante la Policía Nacional y la Conselleria de Sanidad que emplearon medicamentos habituales en estos procedimientos y en dosis ajustadas al peso y duración requerida. La Policía Científica, además, ha requisado los viales para confirmar su contenido, según ha adelantado el periódico Levante-EMV.

Las dos menores habían sido citadas el jueves 20 de noviembre tras acordarlo con la odontopediatra, que trabajaba de forma autónoma en la clínica, y con el anestesista, contratado únicamente para este tipo de procedimientos. La primera en ser atendida fue la niña de seis años, a quien se le realizaron siete empastes, tres de ellos con intervención parcial del nervio, y tres extracciones. La sedación se prolongó durante una hora y cuarenta minutos.

Tras finalizar el tratamiento, la pequeña fue trasladada a un gabinete dental para recuperarse acompañada por sus padres, ya que la clínica no disponía de sala específica de recuperación post-sedación. Horas después, cuando ya estaba en su domicilio, sufrió un colapso irreversible. Los padres la llevaron de urgencia al Hospital de la Ribera, donde ingresó en parada cardiorrespiratoria. Pese a más de 90 minutos de maniobras de reanimación, falleció a las 16.40 horas.

La segunda niña, de cuatro años, recibió los mismos fármacos y un tratamiento menos extenso de cinco empastes, pero también presentó una reacción grave. Fue trasladada al Hospital Clínico de Valencia, donde pasó cuatro días en la UCI pediátrica y actualmente continúa recuperándose en planta.

Foco en las condiciones de la clínica

Además de esclarecer la causa del fallecimiento, los investigadores de Homicidios y la Inspección de Servicios Sanitarios tratan de determinar si la clínica cumplía con la normativa para aplicar sedaciones y si contaba con los requisitos técnicos necesarios para estas prácticas. Entre las primeras irregularidades detectadas figura la ausencia de un espacio adaptado para la recuperación de pacientes tras la sedación.

La odontopediatra declaró que ambas menores presentaban dificultades de manejo conductual y que se decidió recurrir a la sedación consciente tras explicarlo a los progenitores, quienes habrían firmado el consentimiento informado que ya se ha entregado a los investigadores.

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