Simulación de la fragata F-110, buque anfibio Galicia (L-51) y submarino S-81
Armada española
Un almirante abre la puerta a otras dos fragatas F-110 y dos submarinos S-80 más
«Tenemos en mente, pensando en la siguiente década, más F-110, una sexta y séptima, más submarinos S-80, un quinto o un sexto, y buques anfibios uno o dos más». Estas palabras del el jefe de Apoyo Logístico de la Armada, almirante Ricardo Hernández, han puesto el foco en nuevos proyectos de futuro que son factibles, pero que no están ni de lejos en proyecto. El propio almirante matiza sus palabras a continuación: dichos programas están solo «en mente», todavía en «el cajón».
«Hasta ahora estamos renovando un buque por otro. Si el Gobierno mantiene el compromiso de aumentar el presupuesto (en defensa) hasta el 2% del PIB en 2029, no queda más remedio que aumentar la entidad de la Fuerza», aseguró en un foro de El Confidencial en Córdoba. Por otra parte, el militar plantea la posibilidad de adquirir asimismo uno o dos buques de apoyo logístico.
El contexto, desde luego, favorece este planteamiento. El Gobierno prevé alcanzar el 1,3% del PIB en inversión en Defensa en 2024, con la vista puesta en lograr el 2% pactado con los socios de la OTAN para 2029. La propia ministra de Defensa, Margarita Robles, recalcó recientemente el «compromiso» del Ejecutivo con la inversión en Defensa, al pasar de un 0,93% del PIB en 2018 al 1,24% en 2023.
En la actualidad, son cinco las nuevas fragatas en construcción. Las F-110 destinadas a la Armada Española son buques de escolta polivalentes, con capacidad antiaérea, antisuperficie y antisubmarina. El proyecto implica una inversión de 4.300 millones de euros y se va a extender hasta el año 2032, según las previsiones. La posibilidad de ampliar el plan con dos nuevos buques se haría en la próxima década. Se calcula que la inversión en los astilleros de navantia supondrá más de 20 millones de horas de trabajo y la creación de más de 9.000 empleos.
Así es la F-110
Fragata F-110, la fragata del futuro
En cuanto a los submarinos de la serie S-80, son cuatro los inicialmente previstos. El programa supone también un fuerte impulso económico, con participación de un centenar de empresas de 11 comunidades autónomas diferentes, generando cerca de 2.000 empleos de calidad directos y de forma agregada con hasta 7.000 empleos de calidad en periodos de alta carga. Además, genera un impacto anual en el PIB español superior a los 250 millones de euros.
Tras la entrega del S-81 el pasado mes de noviembre de 2023, llegarán otros tres sumergibles que se encuentran en la fase de producción, con diferentes grados de avance pero en «posición muy adelantada», según confirmó la ministra de Defensa. Todos ellos han sido bautizados con nombres de pioneros de la navegación submarina, el S-82 Narciso Monturiol, el S- 83 Cosme García y el S-84 Mateo García de los Reyes, que se irán entregando a la Armada entre 2024 y 2028.
Radiografía del S-81
Radiografía del S-81
El almirante deja entrever asimismo la necesidad de encargar más buques anfibios que se sumen a los dos dos buques de asalto anfibio actuales del tipo LPD (Landing Platform Dock): el L-51 Galicia y el L-52 Castilla. Estos grandes buques están diseñados para transportar tropas y vehículos y para operar con embarcaciones anfibias en el dique y con helicópteros en su cubierta de vuelo. Su misión principal es llevar a cabo operaciones anfibias, pero también operaciones de mantenimiento de la paz y de ayuda humanitaria, mediante apoyo médico y quirúrgico, en catástrofes naturales.
Buque de Asalto Anfibio Galicia (L-51) de la Armada española
Este tipo de buques, tal y como resalta la Armada, basan su capacidad de combate en la fuerza de desembarco, que tiene sus misiones en tierra. Por tanto la misión de los buques anfibios es proyectar a la fuerza de Infantería de Marina y ser capaz de sostenerla una vez establecida en tierra.
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