El patrullero Atalaya P-74 de la Armada española, durante una reciente misión de vigilancia en las islas Chafarinas

El patrullero Atalaya P-74 de la Armada española, durante una reciente misión de vigilancia en las islas ChafarinasArmada Española

Día de las Fuerzas Armadas | Armada española  El patrullero Atalaya, guardián de los espacios marítimos de soberanía nacional

El Rey Felipe VI asiste este viernes a los actos previstos con motivo del Día de la Fuerzas Armadas 2024 en la ciudad de Gijón. Don Felipe embarcará a bordo del patrullero «Atalaya» para presidir la revista naval y, posteriormente, se trasladará a la playa de San Lorenzo de la citada localidad, donde tendrá lugar la exhibición dinámica y el desfile aéreo. La revista naval estará liderada por el portaaeronaves L-61 Juan Carlos I, que se encuentra operativo en el Grupo Dédalo 24. El despliegue incluye actividades frente a las costas de Grecia y Turquía en su primera fase, de Italia en la segunda, para dirigirse al Atlántico en la Fase III, participar en el Día de las Fuerzas Armadas en Gijón y navegar en aguas del Mar Báltico antes de poner fin a este importante despliegue a principios de julio.

El Atalaya está especialmente diseñado para navegar en alta mar durante periodos prolongados de tiempo y con estados de la mar hasta mar gruesa. Disponen de una cubierta de vuelo que le permite operar con helicópteros de tamaño medio, un hospital con seis camas y dos embarcaciones semi rígidas. En sus treinta años de servicio ha participado en numerosas operaciones como 'África Partner Ship', 'Noble Centinela', 'Indalo', y otras de vigilancia y seguridad marítima.

El Atalaya es el cuarto y último buque de la Clase Serviola. Su construcción se inició en diciembre de 1989 en la entonces factoría de la Empresa Nacional Bazán, hoy Navantia, en Ferrol. Fue entregado a la Armada el 29 de junio de 1992. Tiene su base en la Estación Naval de La Graña (Ferrol) y opera directamente a las ordenes del Jefe del Mando de Acción Marítima de Ferrol, tal y como informa la Armada.

La misión clave del Atalaya es la protección de los intereses marítimos nacionales. Para ello, cumple una misión constante de vigilancia de los espacios de soberanía, controlar posibles violaciones o infracciones de la legislación internacional en el ámbito marítimo e impedir actividades que puedan afectar a los intereses nacionales. A finales del pasado mes de marzo, los patrulleros Atalaya y Vigía escoltaron a una agrupación rusa formada por dos buques de asalto anfibio y un petrolero rusos detectados en aguas de soberanía española. En concreto, se ocupó de la monitorización de los buques de asalto anfibio 'Iván Green' y 'Aleksander Otrakovsky' y el petrolero 'Kola'.

El Atalaya tiene un desplazamiento de 1.200 toneladas, una eslora de 68 metros, y una manga de 10,33 metros. El armamento del que dispone es un cañón 3"/50 y 2 ametralladoras Browning de 12,7 mm.

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