Urovesa, la joya escondida del sector español de vehículos terrestres

«Potencial sin obstáculos». Este es el lema que guía los destinos de Urovesa, la firma gallega que, con discreción, mucho apoyo institucional y buen hacer, se ha convertido en una de las joyas escondidas del sector de defensa español. Sus buenos resultados lo demuestran. En 2024, cerró el ejercicio en plena expansión, con un producto bien posicionado en España y en el extranjero, y crecimientos de doble dígito tanto en facturación como beneficios y sus previsiones es seguir avanzando en esa línea este 2025.

El año pasado obtuvo unas ventas superiores a los 122 millones de euros, un 12 % más respecto al año anterior, y su resultado de explotación se elevó por encima de los 22 millones de euros, como consecuencia, explicó la empresa que dirige Justo Sierra, del «mayor impulso inversor» del ministerio de Defensa español, y la actividad exportadora gracias a los programas plurianuales firmados en Medio Oriente, Europa y Asía Pacífico.

Además, destaca su rentabilidad. El año pasado obtuvo unos beneficios de 17 millones de euros lo que, según sus directivos, permitirá mantener la agresiva expansión que planea la compañía. «Este refuerzo financiero es fundamental en el momento actual, dado que ayudará a acometer con solvencia» los planes de ampliación de sus instalaciones, que supondrán una inversión estimada de más de 50 millones de euros.

Respecto a la proyección de la compañía, la línea ascendente es muy significativa, lo que no ha pasado desapercibido a analistas y expertos. En 2023 obtuvo una facturación de 109 millones, que ascendió a 122 millones en 2024 y que algunos prevén rondará los 150 millones en 2025. En relación con el beneficio neto, en 2023, obtuvo 15 millones mientras que en 2025 repitió la cifra con una ligera subida (17), quizá como consecuencia del esfuerzo inversor en activos –de 106 a 123 millones– y los gastos de personal –de 9 a 11 millones– que está llevando a cabo para acometer los nuevos proyectos.

Fundada en 1981, Urovesa, resaltan los analistas, destaca en el contexto actual de aumento generalizado de los presupuestos de defensa, por tratarse de una empresa de capital 100 % privado y nacional, por lo que mantiene su capacidad de decisión estratégica en España. No fabrica bajo licencia, sino que diseña su propio producto, lo que le otorga total independencia en cuanto a propiedad intelectual y componentes más relevantes.

El Vamtac, el 70 % de su facturación

La ventaja y desventaja de la compañía es su producto estrella, denominado Vamtac, el vehículo todoterreno de cuatro ruedas muy versátil y de movilidad táctica que el entonces ministro José Bono declaró en 2005 de «necesaria uniformidad» para las Fuerzas Armadas españolas. Aquí la ventaja. A partir de entonces todos los Ejércitos españoles están obligados a adquirirlo si necesitan un modelo de 1.500 kilos de carga útil, tanto para empleo táctico como de apoyo al combate.

Desde entonces, Uro Vehículos Especiales, S.A., como se llama la empresa, ha recibido pedidos por centenares de unidades, así como de distintas versiones, variantes, opcionales, accesorios y componentes. En 2020, por ejemplo, firmó un acuerdo marco con el ministerio de Defensa por 150 millones para suministrar hasta 700 Vamtac ST5 –su modelo más innovador y evolucionado– en diversas configuraciones. En 2023, la Armada adquirió también ST5 para remolcar obuses Light Gun de 105 mm, mientras que en 2024 se confirmaron pedidos de 38 unidades adicionales por 23,6 millones de euros. En la actualidad, las Fuerzas Armadas españolas cuentan con más de 2.900 unidades en servicio.

La desventaja, la extrema dependencia de la compañía a este producto. Según datos obtenidos por Economía Digital, de los 122 millones de negocio del año pasado, 103 millones derivaron de la fabricación de vehículos especiales todo terreno, de los cuales 15,5 millones son repuestos. Junto a esto, también es destacable su posición como proveedor especial y privilegiado del ministerio de Defensa español. Su gran cliente y motor de negocio. Durante 2024, España, el mercado nacional, representó casi 90 millones -cerca del 74 % del total de ingresos-, de los cuales 77 millones derivan de encargos del Estado, en concreto, de Defensa, mientras que 3,1 millones proceden de contratos de comunidades autónomas -normalmente vehículos especiales de carácter civil-, además de 9 millones de encargos del sector privado.

Características del Vamtac

El Vamtac ST5 destaca por su capacidad de operar en condiciones extremas, desde temperaturas de -20°C a 50°C, hasta pendientes de 70 % y pendientes laterales de 50 %. Su sistema de tracción 4×4, con bloqueos de diferencial y un sistema central de inflado de neumáticos, mejora su maniobrabilidad en terrenos como nieve, barro o arena. Además, es transportable por aire en aviones C-130 Hércules o como carga externa en helicópteros CH-47 Chinook, lo que lo hace ideal para despliegues rápidos.

El ST5 es la generación más reciente y avanzada de la familia Vamtac. La variante BN2, encargada por Rumanía, incorpora protección balística y antiminas integrada, ofreciendo niveles de protección de la OTAN STANAG de nivel 1 a nivel 2, según la configuración. Su versatilidad ha sido probada en operaciones en Afganistán, Congo, Líbano y Siria, así como, más recientemente, Ucrania, donde ha demostrado su capacidad para soportar combates y misiones humanitarias.

Su diseño modular permite configuraciones para transporte de tropas, ambulancia, reconocimiento, mando y control, y plataformas de armas, incluyendo misiles antitanques TOW y/o antiaéreos Mistral. Países como Portugal, Marruecos, República Dominicana, Malasia, Indonesia, Irak, Arabia Saudí, Omán, Ghana, Malí, Singapur, Nueva Zelanda y Ucrania han adoptado el vehículo, sumando más de 4.500 unidades en operación en cerca de 30 naciones.

La empresa está trabajando ahora en diversas áreas de mejora como seguir facilitando al Vamtac mayor capacidad de carga –probablemente su punto más débil ante las nuevas demandas del combate actual– y blindaje. Al mismo tiempo, su departamento de I+D está adquiriendo conocimiento en últimas tecnologías, incluso con ayudas del Gobierno a través del Perte del coche eléctrico o de la propia Xunta de Galicia, para su utilización operativa como plataformas no tripuladas o autónomas, y nuevas plantas de propulsión, básicamente híbridos eléctricos e hidrógeno, en concreto con pila de hidrógeno.

Diversificación de mercados y productos

Conscientes de los riesgos que enfrenta de cara al futuro próximo para asegurar el crecimento, la empresa ha iniciado una estrategia de diversificación de mercados y productos que está dando sus frutos. En cuatro a la presencia y distribución geográfica, durante 2024 creció la aportación desde países de la Unión Europa, que aumentó de los 4,4 a los 13,5 millones, mientras que en el resto del mundo se facturaron 18,6 millones. Últimamente, ha abierto o ampliado nuevos mercados como Portugal, Rumania, Omán y Nueva Zelanda. En este último caso, sus Fuerzas Armadas firmaron el año pasado un primer contrato para el suministro de 60 unidades, de las cuales 20 serán de la versión ST5, y el resto Vamtac CK3, un modelo de alta movilidad táctica sobre el mismo chasis del ST5, pero mayor capacidad de carga. Algo parecido como un camión ligero muy versátil que ya operan las Fuerzas Armadas españolas en distintas configuraciones.

No hay que olvidar que también ha «pisado el acelerador» en el desarrollo y suministro de estos vehículos para usos civiles especiales. Una actividad antigua en la compañía pero que ha renovado y actualizado en los últimos tiempos. Los vehículos URO se puede ver en numerosas ocasiones en la actualidad circulando por ciudades gallegas -como Vigo, por ejemplo- e incluso Madrid en aplicaciones de todo tipo: limpieza de vías públicas, recogida de basura, contraincendios, etc.

Ampliación: proyecto industrial estratégico para Galicia

Para acometer la demanda que se prevén en los próximos años, URO ha diseñado un ambicioso proyecto de ampliación que, si sale adelante, duplicará su capacidad de fabricación en menos de cuatro años. Consiste en una importante ampliación de las instalaciones con que cuenta en la localidad pontevedresa de Valga, donde concentra la mayor parte de su actividad. La ampliación contempla un incremento de unos 100.000 metros cuadrados que requerirá una inversión de 51,7 millones de euros y prevé la creación de unos 150 puestos de trabajo directos –con especial énfasis en el área productiva e ingeniería–, más otros 600 en la industria auxiliar.

La empresa pretende que las nuevas instalaciones estén en funcionamiento «como más tarde» en 2029, y estarán destinadas a la fabricación de vehículos especiales todoterreno para uso militar o industrial, como pueden ser, por ejemplo, desde Vamtac avanzados hasta vehículos antincendios. Según ha declarado Sierra, con estas nuevas capacidades duplicará su producción hasta alcanzar las 5.000 unidades al año y será capaz de acometer series más grandes y productos de mayor dimensión.

El solar adquirido para la ampliación acogerá una nave de dos plantas que incluirá un almacén robotizado, zonas específicas para procesado, tratamiento superficial de pinturas y una nave industrial adicional para ensamblaje de vehículos, zonas de verificación, de I+D, así como una pista de pruebas de 34.000 m2, que contará con circuitos y obstáculos técnicos especialmente diseñados para comprobar y homologar las prestaciones de los vehículos en todo terreno, de acuerdo con los estándares más exigentes tanto de la UE como de la OTAN. Contará, además, de una escuela de pilotos y un centro de visitantes que hará las veces de museo para divulgar la trayectoria de la firma que fundó el vivariense José Sierra Fernández.

Como apoyo a este proyecto, la Xunta de Galicia declaró recientemente la ampliación como ‘proyecto industrial estratégico’, lo que agilizará los trámites administrativos necesarios y facilitar apoyos financieros aún por concretar

La fábrica de Valga –que hoy tiene 39.000 m 2– se suma a los 12.000 metros cuadrados que UROVESA ocupa en el polígono santiagués del Tambre, donde desarrolla actividades de apoyo posventa y recambios, además de acometer reparaciones y labores administrativas.