La consejera de Cultura, Patricia del Pozo, en la inauguración
El Cuartel General de la Fuerza Terrestre cede las piezas estrella de la Exposición de los Bécquer
La exposición se compone de 65 óleos, 83 dibujos, acuarelas y litografías, cinco álbumes y dos libros procedentes de los fondos propios del Museo de Bellas Artes de Sevilla, así como de préstamos de particulares y distintos museos nacionales e internacionales
Este diciembre puede visitarse en el Museo de Bellas Artes de Sevilla –de las pinacotecas más importantes del mundo– una de las exposiciones de mayor relieve del año cultural español: Bécquer, un linaje de artistas. Con gran éxito de público y crítica, y comisariada por Manuel Piñanes, máximo experto en el tema, la muestra está dedicada a la saga pictórica de los Bécquer: José, Joaquín y Valeriano. El discurso museístico, de una calidad excepcional, nos acerca al logro de esta fructífera familia de creadores, cuya obra resulta aún más admirable si se tiene en cuenta la escasa longevidad de sus miembros. También está presente Gustavo Adolfo, el poeta romántico por excelencia, no solo con su archiconocido retrato que refulge con fuerza magnética, sino con sus dibujos, ya que sus manuscritos estaban con frecuencia ilustrados. En la exposición se exhiben los dos álbumes conservados en la Biblioteca Nacional.
Obras estrella
Las dos piezas estrella, por su imponente dimensión, proceden del Cuartel General de la Fuerza Terrestre, sito en Sevilla. Se trata de dos extraordinarios retratos de Isabel II y su consorte, pintados por Joaquín Bécquer, pintor de cámara honorario de la Reina. Estas obras, de gran formato y solemnidad, han sido preparadas por el Museo para la exposición. Especialmente significativa ha sido la intervención en sus marcos, que presentaban una capa de pintura ajena a la época, que ahora se ha eliminado para recuperar la autenticidad original y devolverles la dignidad estética que merecen.
Los dos retratos reales son de cuerpo entero. Isabel II, con veinte años, posa vestida con un lujoso traje de raso azul. Al ser una copia de la obra original de Madrazo, Joaquín Bécquer decidió no firmarla. Francisco de Asís, con uniforme de gala de Capitán General, sostiene el bicornio con su mano derecha y el artista lo emplaza en un espacio arquitectónico inspirado en el edificio del Ayuntamiento de Sevilla. Fechado en 1857, sí está firmado por el artista al ser su concepción completamente original.
Ambos retratos fueron pintados exprofeso para la Capitanía General de Sevilla, a la que siguen perteneciendo y tienen la particularidad de que se expusieron al público durante la visita de la Reina a Sevilla en 1862. Lo hicieron a pie de calle en la fachada de la antigua Capitanía General. Para ello, el general Quesada, los iluminó con gas, erigió un dosel de terciopelo y los escoltó con centinelas de honor.
Disponibilidad del Ejército de Tierra
El Coronel Pérez Bravo, director del Centro de Historia y Cultura Militar Sur, representante del Instituto de Historia y Cultura militar órgano que ha autorizado la salida de los cuadros reales. se ha mostrado satisfecho de su ubicación en la cabecera muestra. En este campo, debe subrayarse la generosidad del Ejército de Tierra, ejemplo de colaboración entre el ámbito militar y cultural, que ha puesto a disposición del público estas piezas de gran formato. Existen otros lienzos de los Bécquer de grandes dimensiones que no se han trasladado debido al esfuerzo y la dificultad logística que suponía su transporte. Tal es el caso del Ayuntamiento de Sevilla, que posee el cuadro principal de la Paz de Wad Ras, de Valeriano Bécquer, no expuesto por estas razones.
Retrato del alférez conde del Águila
La dimensión castrense de la exposición
La exposición se compone de 65 óleos, 83 dibujos, acuarelas y litografías, 5 álbumes y 2 libros procedentes de los fondos propios del Museo de Bellas Artes de Sevilla, así como de préstamos de particulares y distintos museos nacionales e internacionales y estará abierta hasta el 15 de Marzo. No solo se exhiben lienzos costumbristas, retratos o paisajes. Desde el punto de vista militar, la exposición ofrece piezas de interés. Destaca el lienzo del astigitano Fernando Agustín González de Águila y Tamariz Martel VI Conde del Águila, restaurado para esta muestra. Vestido con el elegante uniforme de gala de la Armada de alférez de navío tal y como indica la charretera de su hombro. Es un lienzo inédito, propiedad de los herederos del retratado descubierto por el Doctor Ignacio Cano. Sorprende por la calidad de su ejecución, especialmente sobresaliente en las calidades dérmicas y cromáticas y el aura romántica que irradia el retrato.
Soldados marroquíes
Soldado indígena norteafricano
Junto a esta obra, se exhibe el boceto de la Paz de Wad Ras, pieza de gran valor histórico, uno de los grandes cuadros de historia del siglo XIXI y un par de lienzos que representan ejércitos marroquíes, testimonio de la mirada de los Bécquer hacia la dimensión bélica de su tiempo. Estas obras aportan un matiz castrense poco explorado en la producción de la saga, enriqueciendo la lectura global de la exposición.