Defensa  Qué oculta la carta de Pedro Sánchez a la OTAN: claves y contradicciones

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comunicado al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, el rechazo de España a comprometerse a un nuevo aumento de gasto en defensa y considera que para el país llegar al 5 % que ha planteado a los aliados «no es razonable» y podría ser contraproducente. A continuación detallamos los argumentos del presidente y los contraponemos a la cruda realidad que se va a plantear en la próxima y trascendental cumbre de la de la Alianza en La Haya.

Un 5 % opcional

En la carta dirigida a Rutte, Sánchez propone incluir una fórmula «más flexible» en la declaración que se aprobará en la cumbre de la OTAN que se celebrará en La Haya la próxima semana, que diga que el objetivo del 5 % es opcional o una que excluya de la aplicación del mismo a España, que ya ha prometido llegar este año al 2 %.El pasado 5 de junio, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte hizo suya la exigencia del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que reclama a los europeos a asumir una mayor responsabilidad en su defensa. Para garantizar que se cumple el objetivo, la Alianza exige que los países se comprometan a planes nacionales que muestren el aumento cada año para certificar que están llegando al nuevo objetivo del 5 %. Ese porcentaje, según explicó Rutte, estará dividido entre un 3,5 % que deberá destinarse a gasto militar puro, y un 1,5 % a inversiones relacionadas con la seguridad y la defensa.

Incompatible con su «visión del mundo»

Sánchez explica que alcanzar el 5 % es incompatible con el estado del bienestar en España y con su «visión del mundo» y reivindica el legítimo derecho de cada gobierno a hacer o no determinados «sacrificios», como elevar los impuestos a la clase media o recortar servicios públicos y prestaciones sociales. «Para España, como para otros países de la OTAN, llegar al 5 % en gasto en defensa es imposible sin elevar los impuestos a las clases medias, recortar servicios públicos y beneficios sociales para sus ciudadanos o reducir su compromiso con la transición verde y la cooperación internacional para el desarrollo», manifiesta.Hay un consenso en la urgencia de disminuir de forma urgente la dependencia de Estados Unidos en materia de defensa. Todos los países aliados afrontan determinados «sacrificios» económicos, por lo que el argumento evidencia una falta de solidaridad con respecto a los demás países, ya que la amenaza es común. El líder de la OTAN constató un amplio apoyo a esta medida tras presidir una reunión de ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas el pasado día 6.

España no puede comprometerse

«Quiero asegurarle que España continuará cumpliendo con su deber en los años y décadas venideros y seguirá contribuyendo activamente a la arquitectura de seguridad europea. No obstante, España no puede comprometerse con un objetivo específico de gasto en términos de PIB en esta cumbre», subraya Sánchez en su misiva.

España está obligada al cumplimiento de las decisiones que toma la OTAN. Todas las decisiones de la OTAN se toman por consenso, después de debate y consulta entre los países miembros. La toma de decisiones por consenso es un principio fundamental. Se ha aceptado como la única base para la toma de decisiones en la OTAN desde su creación en 1949. Este modelo implica que en la OTAN no hay votación. Se realizan consultas hasta alcanzar una decisión aceptable para todos. Cuando se anuncia una «decisión de la OTAN» es la expresión de la voluntad colectiva de todos los Estados soberanos miembros de la Alianza.

La amenaza rusa

Sánchez reconoce que la Rusia de Vladimir Putin supone una «amenaza existencial» que no pude ser ignorada y que exige una OTAN más fuerte, con «el pleno compromiso de Estados Unidos», y una Europa capaz de asumir su propia defensa y seguridad. En ese contexto, recuerda que España va a alcanzar el 2 % en este ejercido y que en los últimos años se ha convertido en el cuarto país de la OTAN con el mayor incremento medio anual en gasto en defensa, además de participar con miles de efectivos en las distintas misiones de la Alianza.A finales del pasado marzo, el propio Rutte ya enviaba un nítido mensaje a Sánchez. El secretario general de la OTAN advirtió que la amenaza de Rusia ya no solo afecta a los países cercanos, sino que se extiende al resto de Europa. También a España. «Con la tecnología de misiles más avanzada procedente de Rusia, la diferencia entre un ataque a Varsovia o un ataque a Madrid es de 10 minutos. Así que todos estamos en el flanco oriental», subrayó. «Estamos todos en la misma situación, la amenaza es más significativa y directa para nuestra seguridad».

Aliado soberano

Sánchez asegura que como «aliado soberano», apuesta por un equilibrio entre aumentar el gasto en defensa y atender al tiempo otros retos sociales, económicos y medioambientales. Un equilibrio que, afirma, en el contexto actual implica destinar el 2 % del PIB a defensa y seguridad y seguir invirtiendo en diplomacia, comercio, políticas de bienestar y ayuda al desarrollo.Los Aliados han logrado avances considerables en el aumento del gasto en defensa, incluyendo inversiones en equipo pesado, y han adoptado medidas para un reparto más equitativo de la carga dentro de la OTAN. Un nuevo plan de inversión en defensa es una de las prioridades clave para la Cumbre de la OTAN de 2025 en La Haya. Desde la propia Casa Blanca, Sánchez ha tenido una respuesta nítida. La portavoz de Donald Trump, Karoline Leavitt, dijo este jueves que el presidente estadounidense «quiere ver que todos los socios europeos pagan su parte y llegan a la meta del 5 %». Incluida España.