Santiago Abascal conversa con el candidato del partido a la presidencia de la Xunta, Álvaro Díaz-Mella (i) durante un acto electoral celebrado este domingo en Pontevedra

Santiago Abascal y el candidato de Vox en Galicia Álvaro Díaz-Mella durante un acto electoral este domingo en PontevedraEFE

Elecciones en Galicia

Vox argumenta que votarles en Galicia ayuda a frenar al BNG

El partido de Abascal pide al PP «recapacitar» sobre qué estrategia quiere seguir en esta campaña. Afean a Feijóo querer repetir «los mismos errores» que en el proceso electoral del 23-J

Santiago Abascal dijo este domingo desde Pontevedra que tiene la «espinita clavada» de que Vox no haya logrado aún representación en Galicia. «Esa es una anomalía que vamos a resolver», afirmó, convencido de que tras las elecciones del próximo 18 de febrero entrarán en el Parlamento autonómico, el único que se les resiste en todo el territorio nacional.
Su planteamiento choca con el del Partido Popular. La formación que lidera Alberto Núñez Feijóo apelaba este fin de semana a sus votantes y a los de Vox para concentrar el voto en el PP y que no gobierne el «sanchismo», en este caso, en forma de un «multipartito» liderado por el Bloque Nacionalista Galego, e incluso estas semanas ha tachado de «error» que Vox se presente ante el riesgo de que se beneficie la izquierda. Frente a esa llamada al «voto útil» en torno a los populares, el partido de Abascal reivindicaba como verdadero «voto útil» a su vez el voto a Vox, al sostener que los escaños se juegan entre Vox o el nacionalismo y la extrema izquierda.
«Todos los escaños de Vox que se están jugando en Galicia se juegan contra el BNG. Cada voto a Vox aleja cada vez más que se pueda editar un Gobierno de la izquierda en la Xunta», defendió el secretario general, Ignacio Garriga, en rueda de prensa este lunes. Desde el partido, aseguran que lejos de perjudicar al PP, el voto a Vox implicaría que el Bloque o Sumar tuvieran más difícil obtener representación y por tanto poder formar gobierno junto al PSOE.
En la misma línea se expresaba Abascal en el mitin de presentación de los candidatos: «Nos están poniendo en grave riesgo, entre otras cosas porque sabemos que los escaños en muchas provincias se están jugando entre el Bloque y el PSOE y Vox, no con el PP, pero el señor Feijóo sigue haciendo experimentos, sigue jugando con fuego», señaló, reprochándole lo que entiende que fue una campaña de «demonización» contra Vox en el proceso electoral del 23 de julio.
En aquella campaña también variaba el concepto de «voto útil» al que llamaban uno y otro partido. De hecho, desde Vox, aludiendo a la ley D'hont, que es en base a la cual se establece el reparto de escaños, argumentaban entonces que, por ejemplo, en 2019, en el caso de la circunscripción de Cuenca, el primer escaño se lo había llevado el PSOE, con 40.679 votos, el segundo, el PP, con 33.721 votos, y el tercero, que podía haber recaído en Vox (20.108 votos), fue de nuevo para el PSOE por una diferencia de tan solo 227 votos. Hubo cientos de votos que no sirvieron para dar un escaño más al PP pero, según señalaban, podrían habérselo dado a Vox.
Tras las las generales, recriminaban a los de Feijóo haber hecho ese llamamiento de que todo voto que no era para el PP era voto perdido para el centro derecha y, por tanto, voto que facilitaba a Sánchez reeditar Gobierno. A su juicio, se había producido una «mala optimización de los votos destinados al bloque PP-Vox».
Abascal, junto a Álvaro Díaz-Mella y los cabezas de lista de las provincias gallegas, en Pontevedra

Abascal, junto a Álvaro Díaz-Mella y los cabezas de lista de las provincias gallegas, en PontevedraEuropa Press

Ahora, desde Bambú instan a la dirección nacional del PP a «a recapacitar sobre qué es mejor para los españoles», señaló Garriga. «Sin duda alguna, no es repetir los mismos errores y la misma estrategia que llevaron el 23 de julio, una estrategia que hizo a Sánchez presidente y que de seguir con esa estrategia va a llevar a la izquierda, a la extrema izquierda y al nacionalismo al Gobierno de la Xunta», insistió.
En cualquier caso, Vox aspira a entrar, con su candidato Álvaro Díaz-Mella a la cabeza, e impulsar políticas desde las instituciones gallegas que considera que no ha impulsado el PP durante sus gobiernos. «Si Vox no está, ¿cuántas cosas dejarían de oírse en los parlamentos?», sostuvo Abascal en el mitin de Pontevedra queriendo diferenciarse de los populares, y aseveró, en alusión a Feijóo: «Que él se dedique a defender sus ideas y a defender sus planteamientos, y nosotros los nuestros, y que los gallegos elijan y juzguen».
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