La reina Sofia con el dueño del restaurante que visitó en Galicia
Este es el restaurante que la Reina Sofía eligió en su visita a Galicia y el módico precio de su carta
En lugar de regresar a Madrid tras la visita a Castro Caldeas, Doña Sofía optó por prolongar su estancia en Galicia y degustar la gastronomía del lugar
A finales del mes de abril, la Reina Doña Sofía visitó a Castro Caldelas en el marco de su compromiso con la visibilidad y el desarrollo de la España rural. El paso de la monarca por Galicia también le permitió degustar la gastronomía del lugar y este fue el restaurante que eligió para ello.
Se trata de Casa Alberto, un restaurante con módicos precios en la carta que incluye platos típicos de la cocina gallega y española. En su menú, disponible a través de las redes sociales, se puede consultar el precio de su oferta donde pueden elegirse raciones como el tradicional pulpo con cachelos por 19 euros o unos callos por 12 euros.
Si se opta por un principal de carne, existe la opción de disfrutar de un solomillo por 18 euros o un entrecot de ternera rubia gallega por el mismo precio.
Como es difícil visitar Galicia sin probar su marisco, el cliente de Casa Alberto también puede elegir una ración de gambas al ajillo por 15 euros o unas zamburiñas por 17 euros.
Los precios, de rango similar al resto de restaurantes de la zona e inferior si lo comparamos con locales de otros lugares de España, revelan la preferencia de la Reina por una comida tradicional y de la que pueden disfrutar, por ejemplo, los turistas que eligen este pueblo catalogado como de los más bonitos del país.
El alojamiento de la Reina
En lugar de regresar a Madrid tras la visita a Castro Caldeas, Doña Sofía optó por prolongar su estancia en Galicia y alojarse en un edificio singular rodeado de naturaleza.
Se trata del Parador de Santo Estevo, (Parador de San Esteban, en castellano) ubicado en el municipio de Nogueira de Ramuín, en la provincia de Orense, y rodeado por un bosque caducifolio entre los ríos Sil y Miño.
Este antiguo monasterio benedictino, cuya existencia está documentada desde el siglo X fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1923.
Hoy convertido en un hotel, el parador cuenta con 77 habitaciones, 46 dobles, 21 con cama de matrimonio, 9 individuales y una suite, muchas de ellas con vistas al cañón del río Sil.