Galicia detecta «más droga que nunca» con el reto pendiente de agilizar los procesos en los juzgados
El precio de la cocaína cae a mínimos históricos por la constante llegada de alijos a las costas gallegas
El kilo se paga a 14.500 euros cuando hace diez años en las Rías Bajas se pagaba a un precio que oscilaba entre 27.000 y 29.000 euros
El precio de la cocaína ha alcanzado un mínimo histórico en Galicia, donde el kilo se paga actualmente a tan solo 14.500 euros. La constante llegada de alijos por vía marítima a las costas gallegas, especialmente a las Rías Bajas, ha provocado una sobreoferta que ha desplomado los precios pese a los récords anuales de aprehensiones. La caída de los precios no ha sido frenada ni por los decomisos masivos ni por la inflación, que sí afecta al resto de bienes de consumo.
Mientras las fuerzas de seguridad alertan desde hace años del agravamiento del fenómeno, el Ministerio del Interior mantiene una postura complaciente al afirmar que «Galicia no necesita medidas excepcionales». Sin embargo, el precio oficial con el que se calcula el valor de las aprehensiones sigue anclado en 30.506 euros por kilo, el doble del valor real en el mercado negro; tal y como recoge La Voz de Galicia.
Ya no es un negocio tan lucrativo
Hace una década, el kilo de cocaína en las Rías Bajas se pagaba entre 27.000 y 29.000 euros. Sin embargo, la sobreproducción en los países de origen y el crecimiento acelerado de las rutas comerciales provocaron una saturación del mercado en apenas dos años, lo que desencadenó una caída progresiva de los precios que aún continúa. Galicia y, en general, el resto de España no fueron ajenas al fenómeno.
Según la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, este exceso de oferta ha generado situaciones inéditas: algunas organizaciones adquirieron cocaína hace meses a precios más altos y ahora no la ponen a la venta porque, con las tarifas actuales, perderían miles de euros por cada kilo.
Aunque la mayoría de los alijos que llegan a Galicia tienen como destino otras regiones o incluso el extranjero, una parte significativa, la que se queda como pago a las redes gallegas que descargan la mercancía en alta mar, permanece en la comunidad y alimenta el mercado local.
El negocio ya no es tan lucrativo como en tiempos pasados. El exceso de producto ha reducido los márgenes de beneficio, y pese a ello, el tráfico no se detiene.
Nuevo perfil de los traficantes
Lo preocupante, según la UCO, es la irrupción de una nueva generación de traficantes, algunos con apenas 18 o 19 años, que ya mueven importantes cantidades de cocaína. Este relevo generacional garantiza la continuidad de un modelo de distribución consolidado en las Rías Bajas desde hace décadas.
La economía sumergida que genera este tráfico de cocaína se deja ver en vehículos de lujo, viviendas ostentosas y un consumo creciente.
La Policía Nacional y la Guardia Civil coinciden en que el punto de inflexión fue la pandemia y la posterior sobreproducción en Colombia. Hoy en día, incluso en países como Portugal o Bélgica, los precios se han desplomado a niveles similares, mientras que el gramo sigue costando 60 euros al consumidor final, lo que garantiza amplios márgenes para toda la cadena de distribución.
El Sindicato Unificado de Policía (SUP) advierte que hacen falta más recursos humanos y unidades especializadas en lugares críticos como Villagarcía o Ribeira, donde el trapicheo es ya una estructura organizada con canales de abastecimiento constantes.
A pesar de que algunas plazas policiales llevan décadas sin cubrirse, las autoridades confirman que se trabaja para reforzar el dispositivo en la comarca de Arosa, epicentro del narco gallego.