LUGO (GALICIA), 04/11/2023.- Fotografía de un árbol caído por los vientos este sábado, sobre una carretera secundaria, al sur de Lugo. La llegada de la borrasca Domingos, con rachas de viento de hasta 203 kilómetros por hora y un fuerte temporal marítimo en Galicia, Asturias y Cantabria, ha dejado tres heridos y centenares de incidencias. EFE/ Eliseo Trigo

Fotografía de un árbol caído por un temporal en GaliciaEFE

El ciclón que paralizó Galicia: así se vivió el paso de Hortensia hace más de 40 años y que nadie olvida

Aquel otoño, Galicia se preparaba para lo que se anunciaba como una simple borrasca

España ha vivido en las últimas décadas todo tipo de fenómenos meteorológicos extremos: olas de calor, riadas, ciclogénesis explosivas, temporales de lluvia y viento o danas, dejando imágenes que bien podrían haber formado parte de la escenografía de una película.

Uno de estos fenómenos quedó impreso en la memoria colectiva de Galicia, marcando para siempre el 4 de octubre de 1984; fecha en la que el ciclón Hortensia convirtió la comunidad en un verdadero campo de batalla de viento, agua y destrucción. Fue el primer gran temporal que enseñó a los gallegos, y a toda España, que la naturaleza también tiene carácter.

Una noche de miedo en toda Galicia

Aquel otoño, Galicia se preparaba para lo que se anunciaba como una simple borrasca. Nadie imaginaba que el huracán Hortensia, degradado a ciclón tras su paso por las Azores, recuperaría fuerza al cruzarse con un chorro polar. Lo que se esperaba como una borrasca más se transformó en una tormenta con rachas de viento de hasta 158 kilómetros por hora en algunas localidades gallegas.

La tarde del 3 de octubre, las emisoras de radio ya lanzaban avisos de alarma en los que se recomendaba a los ciudadanos gallegos a permanecer en casa y, en la medida de lo posible, evitar usar el teléfono y encender los aparatos electrónicos. Por su parte, la Xunta de Galicia, suspendería las clases, a los barcos se les advirtió no salir a faenar y, pronto, las calles quedaron vacías. Ese día, muchos gallegos ser fueron a dormir con el corazón encogido.

De madrugada, el viento ya comenzó a rugir y a las 9:00 horas de la mañana del día 4, Galicia estaba literalmente colapsada. Fue cuestión de horas que las ciudades y pueblos de Galicia quedasen sin electricidad, sin teléfono y con miles de viviendas dañadas.

Los daños se extendieron por toda la comunidad. Miles de árboles arrancados cortaron carreteras y vías del tren, provocando descarrilamientos, autobuses atrapados y pueblos enteros incomunicados.

A pesar de las advertencias y la prevención, este fenómeno dejó a su paso seis muertos, más de cincuenta heridos y pérdidas millonarias, además de un miedo compartido que aún se recuerda más de cuarenta años después.

El ciclón que lo cambió todo: prevención

De esta manera, el ciclón Hortensia marcaría un antes y un después en la manera de actuar ante una fenómeno metereológico extremo. Por primera vez, Galicia activó un plan de emergencia meteorológica a gran escala, lo que evitó un desastre aún mayor.

Años después, otros temporales como Klaus (2009) batirían los récords de velocidad del viento, pero ninguno provocó tanto miedo como el Hortensia.

Prueba de ello es que cuatro décadas después, los gallegos aún recuerdan aquella larga noche. Porque aquel 4 de octubre de 1984, Galicia no durmió y el nombre de Hortensia pasó a formar parte de la historia de Galicia.

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