Casa da Auga
Así es la finca del arquitecto Joaquín Torres en Galicia: «Una casa para abrazar el mar»
Está situada en la Ría de Corme e Laxe, en plena Costa de la Muerte (La Coruña)
Galicia es, cada vez más, una opción a tener en cuenta para quienes buscan un destino vacacional con naturaleza, tranquilidad y buena gastronomía. Sus paisajes, sus rías y playas abiertas al Atlántico, junto con un clima más templado en verano, la convierten en una alternativa a las zonas más concurridas del país.
A la vez, el interés por alojamientos con encanto y mayor privacidad ha impulsado el crecimiento del alquiler vacacional con casas singulares que ofrecen experiencias más personalizadas.
En este contexto, el reconocido arquitecto Joaquín Torres ha sorprendido con una propuesta muy personal y exclusiva: 'Casa da Auga', (Casa del Agua) una finca frente al mar en la Costa de la Muerte que ha sido transformada en un lujoso alojamiento vacacional.
«Una casa para abrazar el mar»
Situada en la Ría de Corme y Laxe, en plena Costa de la Muerte, Casa da Auga está enclavada a tan solo tres metros del agua. La propiedad, reformada recientemente por el propio Joaquín Torres junto a su socio en A-Cero, Rafael Llamazares, está pensada tanto para el disfrute personal como para su explotación como alquiler vacacional.
«Hace unos meses compramos Rafa y yo una casa de la cual nos enamoramos, porque amamos Galicia, y porque nos pareció una casa única en un emplazamiento espectacular», explica el propio Torres en sus redes sociales al presentar el proyecto.
La finca tiene una superficie de 5.000 m² y cuenta con 285 metros lineales de litoral, incluyendo dos pequeñas playas accesibles desde la misma propiedad. Aunque la ley de costas impide la existencia de playas privadas, el acceso directo al mar, mediante un embarcadero propio, le da un carácter exclusivo.
La villa, con capacidad para 6 personas, cuenta con cuatro habitaciones, dos baños y una distribución que permite disfrutar de sus dos plantas de manera independiente.
Interior Casa da Agua de Joaquin Torres
El interior combina elementos originales como muros encalados y arcos tradicionales con una decoración moderna que incluye esculturas y obras contemporáneas. Una fusión de tradición y diseño que refleja la filosofía de A-Cero y el estilo característico de su fundador.
La reserva mínima es de tres días y el precio incluye gastos de limpieza y comisiones de la plataforma.
Nuevo enfoque empresarial de Torres
Joaquín Torres compartió en sus redes sociales los motivos que lo llevaron a adquirir y reformar esta propiedad junto a su socio, Rafael Llamazares.
Según explicó en su cuenta de Instagram, su intención fue doble: por un lado, poder disfrutar personalmente del entorno durante los meses de verano, y por otro, ofrecer la posibilidad de que otras personas también pudieran experimentar este enclave a través del alquiler vacacional. «Decidimos acondicionarla para poder disfrutarla este verano, y ponerla en rentabilidad para que mucha gente la pueda disfrutar también.
Así que obtenidas las licencias, la tenéis disponible en las plataformas más habituales», señaló el arquitecto. Además, definió la casa como «un lugar único para desconectar, abrazar el mar y la naturaleza», subrayando el vínculo emocional que mantiene con la zona.
Este proyecto marca un nuevo paso en la trayectoria de A-Cero, el estudio de arquitectura que codirige desde hace años y que en 2024 amplió su actividad al ámbito inmobiliario.
Más allá del diseño y la construcción, Torres y su equipo han comenzado a explorar la rehabilitación de propiedades singulares para ponerlas en valor mediante el alquiler de corta estancia.
Casa da Auga se presenta, así, como el primer gran ejemplo de este enfoque, en el que se combina la excelencia arquitectónica con una estrategia empresarial orientada al turismo de calidad. Una propuesta que apuesta por entornos naturales, patrimonio arquitectónico y una cuidada experiencia para el huésped.
