
Autobuses de Lugo
En Lugo los autobuses híbridos usan carburante convencional, según denuncia el PP
En cuanto a la accesibilidad, el PP acusa la existencia de marquesinas en mal estado, fallos en la flota de autobuses y dificultades para personas con movilidad reducida
El Partido Popular de Lugo hizo un balance de la situación del transporte urbano en la ciudad, que considera que necesita mejorar en puntualidad, frecuencias, información y accesibilidad, acusando al BNG de seguir utilizando carburante convencional.
La concejala responsable de esta área, Mar Carballas, aseguró que son numerosas las quejas que llegan a la comisión de sugerencias por parte de los usuarios. Se centran principalmente en una «falta de fiabilidad», con retrasos constantes de algunas líneas «y con otras que no llegan a pasar».
Afirma también que las frecuencias son inadecuadas y no se adaptan «a las necesidades reales de la ciudad», por lo que demanda la necesidad de «ajustar los horarios, especialmente en las horas punta, para facilitar la movilidad».
En cuanto a la accesibilidad, el PP acusa la existencia de marquesinas en mal estado, fallos en la flota de autobuses y dificultades para personas con movilidad reducida. También critica que la web del servicio de autobuses «no hace seguimiento de las líneas y los paneles informativos de las marquesinas dan errores o no funcionan».
Los populares acusan también al BNG de ofrecer una realidad muy distinta a la «movilidad sostenible de la que presumen». Asegura Carballas que los autobuses híbridos funcionan con Gas Licuado de Petróleo (GLP), «pero la verdad es que no hay infraestructura para que operen como vehículos ecológicos».
Explica la concejala popular que en Lugo hay unos 22 autobuses urbanos, de los cuales solo cinco pueden repostar GLP. «El caso es que el depósito que tienen es de apenas 15 litros, cuando el consumo diario real de cada autobús está entre 80 y 90 litros». La carencia de surtidores también provoca que «estos vehículos funcionen como cualquier otro autobús diésel, haciendo que la supuesta apuesta ecológica del BNG sea solo propaganda».