
Sierra de O Galiñeiro, ubicada entre Vigo y Gondomar
Vecinos de Vigo idean un plan legal para impedir eólicos y minas en un monte
Los comuneros de Vincios (Gondomar) quieren proteger 138 hectáreas de O Galiñeiro
El monte de O Galiñeiro se localiza entre Vigo y Gondomar, en la provincia de Pontevedra. Se trata de una de las cumbres más altas de las Rías Bajas. La Comunidad de Montes Vecinales en Mano Común de Vincios, que gestiona buena parte de los terrenos de esta zona desde 1984 (momento en el que fue clasificado como monte vecinal), quiere que sea declarado como Espacio Privado de Interés Natural.
Esta figura está recogida por la Ley del Patrimonio Natural de Galicia y tiene como objetivo la protección de espacios singulares. Para ello, los promotores de esta iniciativa han iniciado los trámites administrativos correspondientes ante el Gobierno gallego, al que han remitido una memoria y las normas de gestión y conservación de este enclave. En ellas se asegura que la implantación de proyectos de parques eólicos y minas en este lugar son una amenaza.
La Comunidad de Montes Vecinales de Vincios explica que ha decidido que «el espacio ocupado por el macizo rocoso de O Galiñeiro» es la «parte idónea de su territorio para constituir el Espacio Privado de Interés Natural». En la documentación afirma que «estos afloramientos rocosos cuentan con unos valores naturales singulares y diferenciales que lo hacen merecedor de tal protección, al representar un monumento natural único del paisaje de las Rías Bajas».
El ámbito al que se quiere aplicar esta protección legal ocupa una superficie de 138 hectáreas, propiedad de los comuneros. El 99,84 % está ubicada en la parroquia de Santa Mariña de Vincios (Ayuntamiento de Gondomar) y el 0,16 % restante abarca pequeñas superficies ubicadas en el Ayuntamiento de Vigo.
Amenazas
El documento recoge que este espacio natural estuvo amenazado «por un proyecto eólico que tenía como objetivo convertir este sistema montañoso en un polígono de energía eólica» con «cuatro molinos de viento junto con las infraestructuras necesarias para su funcionamiento». «Esta iniciativa representaba una amenaza tanto para los valores ambientales como para la belleza paisajística del espacio», indica.
También asegura que también «se sondearon posibles proyectos para el aprovechamiento minero que exploraban la posibilidad de extraer tierras raras en la región, lo que requeriría una operación a cielo abierto» y que «este tipo de explotación tendría un impacto devastador e irreversible en el entorno natural».
Ante esta situación, los promotores de esta iniciativa consideran que es «crucial» adoptar «medidas adecuadas y oportunas para evitar que proyectos de este tipo destruyan un paraje tan singular como el macizo rocoso de O Galiñeiro», cuyas características serían «extremadamente difíciles de recuperar una vez alteradas». «La protección de este espacio natural debe ser prioritaria para garantizar su preservación a largo plazo», avisa la documentación que ha recibido la Xunta.
Para conservar este monte, los comuneros proponen «implementar un modelo de conservación comunitaria centrado en la biocultura, es decir, promover la interconexión naturaleza-cultura que dio forma al paisaje y a los valores asociados al espacio».