
El Real Club Náutico de Sangenjo (Pontevedra)
Este es el secreto mejor guardado del pueblo más turístico de Galicia que solo conocen sus habitantes
A pesar de ser el destino turístico por excelencia, pocos conocen cómo se les llama a sus habitantes
Cada verano, miles de personas regresan a los mismos destinos vacacionales, ya sea un pequeño pueblo costero, una aldea rural o una localidad con encanto familiar. Con el tiempo, aprenden sus calles, sus costumbres e incluso entablan relaciones con sus vecinos.
Sin embargo, hay aspectos que, pese a los años, pueden pasar desapercibidos. Uno de ellos es el gentilicio de sus habitantes, una palabra que identifica a quienes viven allí y que, en muchos casos, no se menciona en el día a día. Este desconocimiento refleja cómo, a pesar de la familiaridad con un lugar, siempre quedan detalles por descubrir.
Los gentilicios son términos que identifican el lugar de procedencia de una persona, pero algunos van más allá de la mera geografía y esconden historias curiosas y tradiciones populares.
En Galicia, encontramos ejemplos peculiares como los habitantes de Cariño, llamados cariñeses, o los de Coirós, conocidos como coiroses.
Sin embargo, hay un gentilicio, en particular, poco conocido, a pesar de que cada verano miles de turistas de toda España lo eligen como destino de vacaciones. Este es el peculiar gentilicio con el que se conoce a los habitantes de este pueblo gallego.
Un gentilicio con una historia peculiar
Se trata de los lilainos, así es como se les conoce a los nacidos en uno de los destinos turísticos por excelencia de Galicia: Sangenjo. Aunque el gentilicio oficial es del de 'sanxenxino' o 'sangenjino' (en castellano), el término más popular es el de lilainos, un apodo con una curiosa historia.
Existen dos teorías principales sobre el origen de este peculiar gentilicio. La primera y más extendida apunta a los marineros de una localidad vecina, Portonovo, quienes usaban este término para referirse a los habitantes de este lugar de manera algo burlona.
Según esta versión, el nombre proviene de un pequeño mollete de pan llamado ‘lila’, que solían consumir los habitantes de la zona, en contraste con los bollos de maíz o ‘broas’ que preferían en la localidad vecina.
Otra explicación vincula el apodo con las lilas que antaño florecían en su arenal más emblemático, la playa de Silgar, donde abundaban los jilgueros, llamados xílgaros en gallego. Sea cual sea la verdadera historia, lo cierto es que el término se ha arraigado en la identidad del municipio y es reconocido por todos sus habitantes.
Más allá de los gentilicios y sus curiosidades, este destino continúa siendo un referente turístico en Galicia. Con más de 17.000 habitantes, la población se multiplica en verano gracias a los visitantes que llegan atraídos por sus espectaculares playas y su vida nocturna.
Además, su ubicación estratégica la convierte en el punto de partida ideal para explorar otros rincones emblemáticos de las Rías Bajas, como la Isla de La Toja, la Lanzada o la propia ciudad de Pontevedra.
Así que la próxima vez que pises las arenas de Silgar, y recuerdes el aroma de las lilas, o pruebes un pequeño mollete de pan, comprenderás la esencia de este rincón gallego y la razón de su entrañable gentilicio: lilainos.