Francisco Javier Velasco

Francisco Javier VelascoSamira Ouf Calero

Francisco Javier Velasco, promotor y propietario de 'La Ermita Suites'

«Ofrecemos la experiencia de dormir en la historia, y creo que lo hemos conseguido»

Es el único hotel en Córdoba que tiene catalogación monumental

Hay una Córdoba que se transforma con el propio carácter de la ciudad, de manera callada, apartada de los ojos de los vecinos, sin hacer ruido. Es esa Córdoba que parece instalada todo el año en la quietud de una tarde de julio tras las persianas antiguas y los toldos verdes refugiándose del calor pero donde la vida no para ni se detiene, solo que no se muestra a los demás, por pudor, por prudencia o por manera de ser. O quizá por todo eso.

En un rincón de la Judería, donde ahora encontramos La Ermita Suites, ha ocurrido ese proceso tan cordobés de cambio y reconstrucción silenciosa y prudente. Lo que hace años era un nido de palomas sobre un escenario abandonado por los años y las circunstancias, otro rincón más en una calle vieja de un barrio antiguo cargado de historia dormida, ahora se ofrece al mundo con generosidad y con la belleza de lo genuino y felizmente recuperado.

Francisco Javier Velasco

Francisco Javier VelascoSamira Ouf Calero

La historia de este establecimiento hotelero se remonta a 1412, cuando un contrato de donación estableció que una casa-tienda pasara al Cabildo de la Catedral de Córdoba a cambio de que sus propietarios fueran enterrados en la Mezquita Catedral. Siglos después, en 1700, se erigió la Ermita de la Concepción, un pequeño templo barroco que permaneció en uso hasta finales del siglo XIX, cuando fue cerrado al culto. En 1753 se construyó junto a ella la Casa del Santero, destinada a la residencia del ermitaño encargado de su mantenimiento y de atender a los fieles. A finales del siglo XIX, el espacio experimentó una transformación con la apertura de un mercado público en 1878, cuya entrada principal quedó marcada por un gran arco de herradura. Pero antes incluso llegó a albergar nada más y nada menos que un circo.

El arco de herradura, desde una de las suites actuales

El arco de herradura, desde una de las suites actualesSamira Ouf Calero

Con el paso del tiempo, el conjunto se convirtió en casa de vecinos, conservando en su estructura los vestigios de las diferentes etapas históricas por las que había transitado. Hasta que los vecinos se marcharon para siempre. Y todo aquello quedó cerrado, al desamparo de un tiempo detenido.

Francisco Javier Velasco (Sevilla, 1966) y su esposa Carmen vieron hace más de 20 años un futuro en ese edificio abandonado que en realidad estaba formado por tres inmuebles. Ni Francisco Javier, economista y empleado de banca ni Carmen, agente de seguros, tenían relación con el sector de la hostelería, pero sí un sueño en común: adquirir aquello y transformarlo en un pequeño y lujoso hotel. ¿Un arrebato de locura? Quizá. Pero muchas veces esa probable enajenación es la mecha, y el combustible, que encienden una historia de éxito como es hoy La Ermita Suites.

El pasado año fueron galardonados como Mejor Hotel Rusticae 2024, aunque el mejor premio, tras las variadas vicisitudes que han conocido hasta abrir las puertas de La Ermita Suites, es el reconocimiento y fidelidad de todos los huéspedes que duermen rodeados de historia y buen gusto.

Francisco Javier Velasco

Francisco Javier VelascoSamira Ouf Calero

– ¿Cuántas noches de insomnio le ha costado este proyecto?

– Han sido muchas, realmente muchas noches sin dormir, con un gran esfuerzo y numerosas dificultades, no solo económicas, sino también administrativas. Ha sido necesario convencer a numerosos técnicos y sortear múltiples obstáculos para gestionar tantos frentes a la vez. Todo ello con el objetivo de lograr algo único y especial, tal como habíamos previsto: la creación del único hotel monumento en Córdoba, la Ermita Suites.

– Usted y su mujer fueron valientes y visionarios, pero, sin embargo, la gente cree que son herederos.

– (Ríe) Sí, sí, es curioso. Aunque se trata de un pequeño hotel, con solo seis habitaciones tipo Junior Suite y Suite, la singularidad del edificio, su ubicación privilegiada y la calidad de los materiales que hemos recuperado —incluyendo las pinturas y el trabajo de todas las personas que han participado en el proyecto— dan la impresión de que es fruto de una herencia. Sin embargo, la realidad es muy distinta: encontramos tres edificios en ruinas y los recuperamos, con todas las sorpresas, tanto gratas como ingratas, que ello conllevó.

– ¿Cómo se vislumbra ese futuro desde la ruina de esos tres edificios que usted sí pudo ver?

– Siempre hemos sido inquietos, soñadores e, incluso, podría decir que un poco locos por atrevernos a tener esa visión. A pesar de que los tres edificios estaban en ruinas, desde el principio pensamos en rescatar su historia y devolverles el brillo perdido. Además, la ubicación era inmejorable, a menos de un minuto de la Mezquita-Catedral de Córdoba, por lo que apostamos firmemente por el proyecto, convencidos de que sería una inversión acertada. Sin embargo, nos encontramos con enormes dificultades y vicisitudes que nunca llegamos a calibrar del todo, porque fueron muchos los problemas: técnicos, económicos y de recuperación. Aun así, uno de los aspectos más gratificantes fue rodearnos de personas brillantes e ilustres que quisieron sumarse al proyecto y contribuir a la recuperación del esplendor de estos edificios.

La Ermita Suites

La Ermita SuitesSamira Ouf Calero

– Ni siquiera la Judería, hace más de 20 años, era lo que es ahora, ¿no?

– No, para nada. Cuando compramos los tres edificios, en 2004, la situación era pésima, no solo en los propios inmuebles, sino también en los alrededores. Fue justo cuando comenzaba a desarrollarse el Plan Urban en La Ribera, una zona con problemas de droga, prostitución y una imagen muy deteriorada, poco atractiva para el turismo. Afortunadamente, con los años todo ha ido cambiando. Aunque nuestro proyecto abrió mucho más recientemente, hemos sido testigos de esa transformación y de cómo la zona ha evolucionado a lo largo del tiempo.

– Ha abierto más tarde porque se ha encontrado con un gran obstáculo: la propia administración.

– El primer gran escollo que afrontamos fue la crisis económica de 2008 y 2009. Decidimos entonces aparcar el proyecto durante unos años, con la esperanza optimista de que la situación mejoraría en un año o dos. Sin embargo, lo mantuvimos paralizado hasta 2015, cuando retomamos las gestiones con la administración para modificar la licencia de hotel que ya teníamos concedida. A partir de ahí, las dificultades fueron mayores de lo que habíamos previsto, especialmente por la singularidad del proyecto. Queríamos rodearnos de un equipo brillante, no solo a nivel local, sino también nacional, y así lo hicimos: participaron expertos de la Universidad de Córdoba, laboratorios de estudios judíos conversos, restauradores de la Mezquita-Catedral y los principales restauradores del Museo del Prado. Con todo ese equipo y ese bagaje, nuestro objetivo era recuperar la historia de los tres edificios y convertirlos en un hotel exclusivo y singular, aunque de dimensiones reducidas. Sin embargo, en lugar de facilitarnos las cosas, la administración no agilizó los plazos ni flexibilizó los trámites, especialmente en lo relativo a la concesión de licencias y permisos. Los tiempos se alargaron más de lo que habíamos previsto, complicando aún más el proceso. Finalmente, en 2018 y 2019 ejecutamos la obra, pero por solo un mes no pudimos inaugurar antes de la llegada de la pandemia. Teníamos el hotel completamente listo, con las sábanas puestas, pero el COVID nos obligó a mantener el edificio cerrado otros dos años más. Finalmente, inauguramos en el verano de 2021.

– Antes de iniciar las obras, pidieron asesoramiento para que las instalaciones fueran accesibles. Todo un reto en tres edificios tan antiguos y diferentes.

– Sí, antes de comenzar la rehabilitación y las obras, solicité asesoramiento a la ONCE para hacer el hotel lo más accesible posible, a pesar de tratarse de edificios históricos. Me comentaron que era la primera vez que alguien les pedía orientación antes de iniciar la obra, lo que demuestra lo poco habitual que es integrar la accesibilidad desde el inicio en este tipo de proyectos.

Gracias a la ONCE y a su grupo de empresas Ilunion Accesibilidad, diseñamos una serie de mejoras adicionales que quisimos incorporar. Un equipo se desplazó desde Madrid para estudiar los edificios, aceptamos un presupuesto y procedimos a la instalación de elementos clave para la accesibilidad: señalética adaptada, rampas, lenguaje Braille, escaleras con escalones diferenciados por color y, lo más innovador, el sistema Beepcons en todo el inmueble.

La Ermita Suites

La Ermita SuitesSamira Ouf Calero

Este sistema consiste en la instalación de dispositivos tanto en las habitaciones como en las zonas comunes, que permiten a personas ciegas o con deficiencia visual orientarse dentro del hotel mediante una aplicación móvil. Gracias a esta tecnología, hemos conseguido que un hotel monumento sea accesible, convirtiéndonos en el único establecimiento en Córdoba que cuenta con el sistema Beepcons.

– Todo esto a pulmón, sin un gran grupo detrás, ¿no?

– Exactamente, volviendo a lo que mencionabas sobre la herencia. En efecto, no hay ninguna herencia detrás de este proyecto. Somos personas sencillas, inquietas, un tanto locas, como solemos decir mi mujer y yo, y lo que queríamos era sacar adelante una idea, una ilusión, a pesar de que las dificultades fueron muchas más de las previstas. Pero sí, lo hicimos sin el respaldo de ningún fondo de inversión ni de una gran empresa, a diferencia de algunos proyectos vecinos que sí cuentan con ese tipo de apoyo financiero.

– ¿Este hotel es el resultado de una visión que ya tenía en la cabeza o ha ido transformándose en el proceso? ¿Es el resultado final que usted había imaginado?

– Sí, creo que sí. Se acerca y se ajusta bastante a lo que habíamos previsto desde el principio. Nuestra intención siempre fue crear un pequeño hotel boutique, lo más grande posible dentro de nuestras posibilidades, que combinara la historia y el valor patrimonial de los tres edificios, ubicados en una zona privilegiada y con mucho que recuperar. Hemos documentado su historia hasta 1412 y, además de restaurar los inmuebles, también hemos rescatado el legado que encerraban. Creo que eso es una gran aportación no solo para nosotros, sino para la ciudad y para los huéspedes que buscan una experiencia diferente.

La Ermita Suites

La Ermita SuitesSamira Ouf Calero

Hoy en día, como comentábamos antes, los viajeros no buscan lo mismo que hace 20 años. Ahora buscan experiencias, y aquí se alojan en un lugar singular, donde pueden encontrar columnas del siglo X procedentes de Medina Azahara, muros de más de 300 años o incluso dormir en la habitación que, en 1753, ocupaba el santero encargado de cuidar la iglesia. Esto lo viven como algo único. Para un visitante estadounidense o australiano, por ejemplo, cuyo país ni siquiera existía en 1412, alojarse aquí va más allá de simplemente visitar la Mezquita-Catedral: nosotros también pasamos a formar parte de su recuerdo. Y, al final, los viajes son eso: recuerdos. Nuestra filosofía es ofrecer la experiencia de dormir en la historia, y creo que lo hemos conseguido, algo que queda reflejado en los buenos comentarios, las referencias positivas y el hecho de que muchos huéspedes extranjeros regresan no solo a la ciudad, sino a su ermita.

Además de restaurar los inmuebles, también hemos rescatado el legado que encerraban.

– El mensaje que han transmitido este año el Ayuntamiento y la Diputación en Fitur ha sido la búsqueda de un turismo de alta calidad. ¿Ese tipo de turista es el que llega aquí?

– Efectivamente. Desde el inicio, y también por nuestra formación profesional, hemos buscado no solo cumplir un sueño, sino que este sea económicamente viable. El sueño ya está conseguido, pero ahora hay que hacerlo rentable, y para ello es fundamental vender, crecer en ocupación y en reservas, consolidando cifras de dos dígitos año a año. Desde el primer momento nos enfocamos en un perfil de cliente medio-alto, aquel que realmente valore lo que hemos hecho aquí.

La Ermita Suites

La Ermita SuitesSamira Ouf Calero

Para una familia sencilla de Córdoba como la nuestra, sin inversores externos ni fondos extranjeros, esta ha sido una inversión muy importante. Por eso, hoy nuestra prioridad es lograr la rentabilidad del proyecto. Creemos que la ciudad también debe aspirar a ese perfil de visitante. Córdoba es la única ciudad del mundo con cuatro reconocimientos de Patrimonio de la Humanidad, recibe más de dos millones de turistas cada año, la mayoría de ellos atraídos por la Mezquita Catedral, y no puede permitirse enfocar su oferta a un perfil medio-bajo. Tenemos que aspirar a lo mejor, y en nuestro caso buscamos un huésped de nivel medio-alto, que no solo se aloje aquí, sino que valore la singularidad del hotel. Sin ese perfil, el sueño sería inviable económicamente.

Lo hicimos sin el respaldo de ningún fondo de inversión ni de una gran empresa

– ¿Qué huésped, si se puede contar, le ha hecho más ilusión recibir?

– Han pasado por aquí personas muy conocidas. Hemos cerrado el hotel para compañías de teatro de primer nivel, también para producciones televisivas con sus actores principales, e incluso hemos recibido a jugadores muy reconocidos del Real Madrid que reservaron el hotel en exclusiva. También ha sido el escenario de bodas y encuentros de empresarios, algunos de ellos bastante conocidos. Además, han pasado por aquí actores americanos y otras figuras relevantes.

Por discreción, no puedo revelar sus nombres, pero sí puedo decir que nos ha hecho especial ilusión recibir a personas que, teniendo la posibilidad de alojarse en cualquier otro hotel de la ciudad, han elegido el nuestro. Este año, además, ya tenemos reservas de algunos huéspedes ilustres que también nos hace mucha ilusión recibir.

Francisco Javier Velasco

Francisco Javier VelascoSamira Ouf Calero

Dicho esto, para mí y para nosotros, todos nuestros huéspedes son igual de importantes. A todos los tratamos con el mismo esmero y les ofrecemos la mejor experiencia posible. Pero sí es cierto que el hecho de que artistas, escritores o compañías de teatro elijan este hotel nos reafirma en la idea de que estamos en el camino correcto. Seguimos aprendiendo cada día, pero sentimos que avanzamos en la dirección adecuada.

- Una dirección que ha sido reconocida con el premio al mejor alojamiento Rusticae. ¿Qué ha supuesto para ustedes recibir este premio?

– Efectivamente, para nosotros ha sido un orgullo y un honor. Rusticae es una plataforma exclusiva, un club de hoteles en el que no se inscribe cualquiera, sino que son ellos quienes seleccionan a los establecimientos que forman parte de su red. Agrupan algunos de los mejores hoteles boutique, tanto urbanos como rurales, y que nos hayan elegido y reconocido con este premio es realmente especial.

La Ermita Suites

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La semana pasada tuvimos el honor de recoger el galardón en Madrid, un reconocimiento que valora la singularidad de nuestro proyecto: la recuperación de tres edificios históricos junto a la Mezquita Catedral de Córdoba y su transformación en el único hotel monumento de la ciudad. Para alguien que no procede del sector hotelero, recibir un premio así es una satisfacción enorme. Han sido 17 años de trabajo, un proceso que en muchos momentos se hizo eterno, pero ahora empezamos a recoger algunos frutos y eso, sin duda, nos llena de alegría.

- Cuando se procede de una familia trabajadora y hay que desenvolverse en un mundo de lujo, ¿cómo se llega ahí? Porque lo primero que se descubre es que, efectivamente, hay otra vida, ¿no?

– Sí, la hay, lleva razón. Nosotros también hemos descubierto esa realidad, aunque nuestra aspiración siempre fue alcanzar ese nivel. Pero cuando uno lo vive de cerca, se da cuenta de que efectivamente hay otra vida, y sí, también una vida mejor. Nuestro objetivo siempre ha sido hacerlo mejor cada día y buscar la excelencia, pero con la humildad de quienes vienen de una familia trabajadora y se enfrentan a un mundo donde hay huéspedes que han estado en los mejores hoteles del mundo y, sin embargo, eligen el nuestro.

Nosotros intentamos estar a la altura de esa expectativa. Ha habido personas muy conocidas que han desayunado aquí. Ofrecemos un pequeño desayuno en la propia iglesia, con un bufé frío servido en el altar. Recuerdo a una persona muy importante a nivel internacional, que ha viajado por todo el mundo y ha estado en los hoteles más exclusivos, que me dijo: «Javier, nunca había desayunado en una iglesia». Y lo hizo aquí, junto a su esposa, en un ambiente íntimo y singular. Esas experiencias son las que nos hacen ver que vamos por el buen camino.

La Ermita Suites

La Ermita SuitesSamira Ouf Calero

– Empezábamos la entrevista hablando del insomnio. ¿Javier Velasco ahora duerme mejor?

– Ahora duermo mejor, sí, sí (ríe). La verdad es que sí, duermo más tranquilo, especialmente en este último año. Porque no fue solo abrir el hotel y ya está, los sobresaltos continuaron. Había que hacer números, asegurar que todo funcionara, no solo para recuperar la inversión, sino para que el proyecto fuera sostenible y pudiera seguir avanzando.

Afortunadamente, en los últimos tiempos las cosas van mucho mejor. Los números cuadran con más holgura, la visibilidad ha crecido y la ocupación y las reservas siguen aumentando. Y eso, sin duda, es una gran satisfacción.

– ¿Córdoba sigue teniendo mucho camino que recorrer para posicionarse en el mercado?

– En mi opinión, y desde una perspectiva crítica, ya que vengo de un sector totalmente distinto, creo que sí, que aún queda mucho por hacer. Se podría avanzar con mayor agilidad y lograr un crecimiento más positivo para la ciudad. Córdoba tiene un reconocimiento enorme, pero sigue siendo, en muchos aspectos, una gran desconocida en el exterior.

He tenido la oportunidad de conocer a visitantes con historias realmente sorprendentes: desde madrileños que llevan 45 años viniendo ininterrumpidamente cada año y que conocen la ciudad mejor que muchos cordobeses, hasta extranjeros que, en los apenas tres años que llevamos abiertos, ya han repetido estancia dos veces, e incluso han traído consigo a más amigos americanos. Eso demuestra que quien descubre Córdoba queda fascinado y con ganas de volver.

Francisco Javier Velasco

Francisco Javier VelascoSamira Ouf Calero

Sin embargo, todavía hay un largo camino por recorrer en términos de promoción y crecimiento. La ciudad tiene un potencial enorme, especialmente en el segmento de turismo medio y alto, y creo que deberíamos apostar decididamente por ello. Hay margen para hacer muchas más cosas y para consolidar a Córdoba como un destino de referencia a nivel internacional.

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