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El cóctel explosivo al que se enfrenta Córdoba CF

El pesimismo ya se ha instalado entre cierto sector de la afición, o del entorno, que no es lo mismo

Cuando llegue el mediodía de este domingo, el Córdoba CF se enfrentará a algo más que a un partido de fútbol, que por cierto lo mide en el estadio del Arcángel al Celta de Vigo B. Será un plebiscito, una final, un punto de inflexión y todos los tópicos de los que se quiera tirar en esto del balompié.
No obstante, el encuentro es el segundo de la segunda vuelta y, aunque queda un mundo por jugarse, la ciudad -tras un año y algunos meses de paz casi desconocidos, con ascenso a Primera Federación y varios meses de liderato- vuelve a la histeria colectiva, a los nervios y al estado de ansiedad en torno al equipo con más seguidores de la capital.

Lo bueno y lo malo

Motivos hay o, en su defecto, se buscan. Pero todos ellos son relativos y la posición del Córdoba CF es envidiable, segundo clasificado a dos puntos del primero, en zona de play-off y con visos de mantenerse en ella holgadamente (aunque siempre pueden devenir excepciones).
El pesimismo ya se ha instalado entre cierto sector de la afición, o del entorno, que no es lo mismo. En los últimos cinco encuentros los blanquiverdes han cosechado tres derrotas, una victoria y un empate. De modo que pasó de ser líder con cinco puntos de ventaja sobre el Alcorcón a ser segundo a dos puntos del cuadro madrileño. Pero no hay que olvidar que los baches de resultados los sufren casi todos los equipos ganadores, casi todas las temporadas.
Para colmo, el rival -el Celta B- es probablemente el equipo más en forma actualmente de la categoría. Una mala noticia relativa, puesto que el Córdoba ya sabe lo que es ganarle, lo hizo en la primera vuelta. Ahora, es cierto y lo reconocía Germán Crespo en sala de prensa, la salida de balón -su principal hándicap a principios de temporada- es la mejor arma del cuadro gallego, que juega -y mucho- al fútbol. Pero eso no es necesariamente malo para los blanquiverdes, que ven como cada partido sus rivales se le encierran y buscan herirlos a base de contras.

El vestuario

A todo ello, el susto verdadero, el que corta el cuerpo y la calma del aficionado está dentro del vestuario. El mercado invernal ha roto la paz, con el caso de Adri Fuentes como paradigma. También marcharon Álex Bernal y José Cruz, pero el problema es que se vislumbró mal ambiente en un grupo que, hasta ese momento, parecía inquebrantable.
Sin embargo, a rey muerto rey puesto, y las llegadas de Antonio Caballero, primero; y las de Canario y Shashoua esta semana deberían mejorar al equipo que tan bien funcionó en diciembre. Especialmente, porque Canario es un extremo desequilibrante y con una amplia trayectoria y gran rendimiento en la categoría. A lo que hay que sumar que Shashoua viene de Segunda, triunfó en Primera Federación el año pasado y, además, atesora una calidad y creatividad que dará que hablar de la medular blanquiverde si se adapta bien al equipo.
Motivos hay para creer o desfallecer, pero lo cierto es que el entorno del Córdoba ha vuelto a su hábitat natural, el nerviosismo que a veces lo mató y otras, en cambio, lo llevó a tocar la gloria, la deportiva, claro está.