No son buenas las previsiones de cosecha para esta temporada, algo que afecta a todas las variedades de aceitunas comercializables pero en concreto a la aceituna de mesa. La sequía es el principal factor de que la producción sea en este año 2023 un 15% menos que en la anterior campaña. En concreto esa producción estimada sería de 4479.000 toneladas, según la organización interprofesional Interaceituna.
No solo la sequía es un claro factor que determina la producción sino también las adversas condiciones meteorológicas que ha sufrido la aceituna durante las fases de formación y crecimiento, lo que ha propiciado una merma notable en la cantidad de los frutos verdeables en las principales zonas de cultivo.
Según Julio Roda, CEO de la envasadora y exportadora Agrosevilla, «esta previsión es especialmente compleja para la variedad Hojiblanca, ya que se estima una caída de al menos un 26% frente a la media». Roda señala un escenario con precios récord del aceite de oliva, fundamentalmente ocasionado por las sucesivas cosechas cortas de los años anteriores. Este también es un factor que afecta a la producción de aceituna de mesa, ya que los agricultores consideran destinar su aceituna a la producción de aceite.
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