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Antonio Gala: tu destino te encontró para que fueras eterno

Fue un poeta inmejorable que durante décadas ha inspirado a muchos «rebeldes», tal y como él mismo se consideraba, e incomprendidos en busca de su verdad

Actualizada 05:05

Córdoba se despide de un ciudadano que la amaba. Y el mundo literario ha perdido a uno de los iconos más emblemáticos de la poesía española contemporánea. Antonio Gala, el poeta y dramaturgo. Yo le admiraba, le admiro. Admiraba la hiperbólica forma de hablar de las cosas de la vida, de la belleza, la alegría de vivir. Falleció el domingo, veintiocho de mayo del 2023, dejando tras de sí una huella en el corazón de muchos.
Conocido por su amor a la belleza y su capacidad de despertar el alma con sus palabras, Gala fue un poeta inmejorable que durante décadas ha inspirado a muchos «rebeldes», tal y como él mismo se consideraba, e incomprendidos en busca de su verdad. Sus versos siempre están cargados de una inmensa pasión y sensibilidad que tocaba nuestra zona vulnerable del interior, esa zona que debemos cuidar y que no nos endurezca, porque en lo vulnerable reside la ternura, la compasión. Porque ser vulnerable es estar dispuesto a vivir.
Cuando leemos poemas como «La piedra filosofal» o «Los animales» nos encontramos con unas palabras que destilan una gran sabiduría al entender la vida. Y es que para Gala cada despertar del sol era un regalo. Su alegría de vivir era contagiosa, y gracias a ella pude emocionarme e identificarme y anhelar esas ganas de vivir, y hablar de la hermosura. ( Esta palabra que está casi en desuso la utilizo mucho con mis hijos pequeñitos en mi día a día para nombrar la belleza, y siempre pienso en él, !!ay!!, maestro)
Las luces y las sombras. Gala también fue un gran defensor de la libertad y un escéptico de la sociedad en la que vivimos. En su poema «La ciudad», oculta una profunda soledad: «La ciudad no es más que un inmenso espejismo/ una mentira hecha de cemento y calles vacías/ donde se ocultan las vidas de millones de seres/ que gritan a solas su soledad».
Qué bien lo explicaste, qué bonito lo contaste: amor, soledad, vida, anhelo, Dios, todo nos lo contaste con palabras de maestro. El maestro que se hace entender. Gracias siempre, faro de muchos artistas, que nos hacías sentir menos solos. Tu muerte deja un vacío enorme en el mundo literario y en el corazón de aquellos que hemos sido inspirados por tus palabras. Descansa en paz, cuidaré de tu recuerdo. Sofía
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