editorialla Voz de Córdoba

No hay color

Actualizada 05:00

Más allá de filias y fobias, y a pesar de que las comparaciones son odiosas, queda patente cada vez más que en España hay dos maneras muy diferentes de gobernar y gestionar desde las administraciones. Cuando esta semana el consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Antonio Sanz, presentaba una de los proyectos más importantes de España para gestionar emergencias, la Asema, el socialista Pedro Sánchez tenía que lidiar – es un decir- con otra de las consecuencias de la ley de amnistía: los presupuestos generales prorrogados mientras los secesionistas catalanes usan sus tiempos y su conveniencia para convocar elecciones. Toda España, o lo que va quedando de ella, padecerá esta situación.
Sanz apuntaba que esta prórroga presupuestaria supone la parálisis de todas las inversiones previstas por parte del Estado, un hecho que se suma a «un nivel de ejecución bajísimo» de las que están en marcha, sobre todo en Andalucía, donde sólo se ejecutan el 15% de las inversiones previstas cuando en Cataluña es casi el 70% del gasto previsto. El contraste es inevitable: el consejero vino a Córdoba a hablar de una agencia pionera para afrontar las emergencias y de una administración más ágil para los ciudadanos y las empresas, mientras los socialistas, lejos de trabajar para los españoles, siguen inmersos en actividades particulares como tratar de abatir a los adversarios políticos con juego sucio (Ayuso) o agachar de nuevo la cabeza ante los que les mantienen en el poder a costa de la propia democracia.
Advirtió el consejero que Andalucía hará frente a este nuevo agravio con trabajo y confianza, a pesar de la infrafinanciación estatal y todas las cortapisas gubernamentales de Sánchez. Nuestra comunidad autónoma vive, afortunadamente, otra época a pesar del escenario nacional y del desmantelamiento estatal. Mientras unos se dedican a lo que hay que hacer, otros subastan la democracia al mejor postor para permanecer en un gobierno que solo lo es para los del lado del muro que ellos mismos han levantado. No hay color, desde luego.
Comentarios

Más de Córdoba - Opinión

Córdoba - Opinión

La celosía

tracking