Pregón de la Semana Santa de Córdoba 2023
Román recupera una Semana Santa desconocida para la juventud actual
El pregonero muestra su fidelidad a sus raíces salesianas
El cofrade Francisco Román ha abierto desde el atril del Gran Teatro las puertas simbólicas de la Semana Santa de Córdoba de 2023 con un pregón en el que no sólo ha dado a las cofradías actuales un papel protagonista en el desarrollo de la Pasión, sino que ha tenido bien presente ese ambiente cofrade de su infancia, con una celebración ya perdida en muchos aspectos, pero que sirvió para que en ella se forjaran las generaciones que han forjado las hermandades de nuestros días.
El escenario del Gran Teatro ha estado presidido por la singular cruz de guía de la hermandad de la Sagrada Cena, a la que pertenece el pregonero, y la contado con presencia de autoridades, como el obispo, Demetrio Fernández; el alcalde, José María Bellido, o la presidenta de la Agrupación de Cofradías, Olga Caballero, entre otras. La banda de la Esperanza, que ha interpretado cuatro marchas para terminar con ‘Saeta cordobesa’.
Raíces en el barrio de San Lorenzo
Román ha dejado patente su vinculación a las hermandades del Prendimiento y la Sagrada Cena, así como una devoción desde la infancia a María Auxiliadora, a la que ha invocado en los primeros compases de su pregón, para situar su filiación como «nacido en San Lorenzo, bautizado en San Rafael, salesiano de formación y arraigado en Poniente».
Actuación de la banda de la Esperanza
La vocación cofrade del pregonero nació en un contexto que ha descrito con elementos fundamentales, como el patio «de una gran casa de vecinos», el olor de los pucheros y la vecindad nada menos que con Juan Martínez Cerrillo, unos de los autores más prolíficos en la Córdoba de postguerra, «el artista que, de no haber nacido, habría sido necesario inventarlo».
Los protagonistas de una época
El ambiente cofrade de la década de los 60 y 70, muy diferente al actual, ha tenido un protagonismo propio en el pregón, con situaciones y personajes rescatados de un injusto olvido pero que son imprescindibles para entender la Semana Santa actual.
Presentación de Blas J. Muñoz
Aquí, por una parte, el pregonero expone lo fijado en su memoria y, por otra, lo completado a través de su afición a la fotografía histórica. Como ha señalado su presentador, Blas J. Muñoz, la historia es una de las vertientes más destacadas de Francisco Román e historia, precisamente, es lo que ha hecho en su pregón al cantar la Semana Santa que vivió en su infancia, con una peculiar carrera oficial en la calle Santa María de Gracia, entre San Lorenzo y el Realejo, por donde discurrían las procesiones del barrio.
La evolución del tiempo transcurrido no ha restado un ápice de afecto al recordar una celebración que «los más cursis dirán que era una Semana Santa en blanco y negro, pobretona y pueblerina, cuando habría que hablar de barroca austeridad, de sobriedad, contención y ¿por qué no? también de falta de medios». Fueron sus tiempos como cofrade del Prendimiento, la hermandad del colegio Salesianos donde estudiaba y donde forjó su memoria cofrade junto a los hijos de Martínez Cerrillo.
La Sagrada Cena
Aquella infancia vivida con intensidad en el barrio cordobés que más intensamente vive la Semana Santa dejó, sin lugar a dudas, su huella cofrade en Francisco Román, quien, años más tarde, se topó en la Corredera con un cartel de Nuestro Padre Jesús de la Fe, una imagen de Miguel Ángel González Jurado que acababa de ser bendecida. «Aquel primer encuentro sacudió mis entrañas, porque muy poco después estaba pidiendo mi ingreso en la hermandad de la Cena», ha señalado.
Pregón de la Semana Santa de Córdoba 2023
Para el pregonero, la llegada de la Cuaresma supone sentir «la inmensa tristeza de que todo empieza a consumarse», como antesala de una Semana Santa en la que «esta ciudad se despoja de postizos y añadidos, como repintes de malos restauradores, para lucir con toda su pompa y belleza».
A partir de este momento, el pregón ha discurrido por una Córdoba transmutada en Jerusalén, como escenario de una Pasión protagonizada por las imágenes que salen en procesión. Además, Román ha enriquecido estos pasajes, en los que no faltan las referencias a su historia y sus protagonistas, con reflexiones sobre lo que representa cada una de las advocaciones.
La Esperanza del Valle
Una vez alcanzado el Domingo de Resurrección, con la procesión «que da verdadero sentido a nuestra fe de creyentes», el pregonero ha cerrado su intervención dedicando sus últimas palabras a la Virgen de la Esperanza del Valle -«La rosa de Poniente», la ha bautizado- y la ha imaginado en la calle, «luciendo en todo tu esplendor una belleza que, a la luz de la noche, sobre las ascuas incandescentes de tu escabel, transforma en joyel la dulzura de tu carita, suavemente terciada, de mocita cordobesa».
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