Demetrio Fernández, obispo de Córdoba

Demetrio Fernández, obispo de CórdobaJesús Caparrós

Carta pastoral

El obispo de Córdoba advierte sobre el pecado cuando «se cuela en el mundo del trabajo»

La carta pastoral del prelado está dedicada al primero de mayo, festividad de San José Obrero

El próximo 1 de mayo se conmemora el Día del Trabajo y la Iglesia, desde 1955 y gracias al Papa Pío XII, lo celebra dedicándosela a San José Obrero. Demetrio Fernández, obispo de Córdoba escribe en su carta pastoral sobre esta festividad y en ella el prelado hace una advertencia ante el pecado cuando este se introduce en el ámbito laboral, un pecado «que destroza y destruye». «Eso sucede cuando la relación humana no es de fraternidad, sino de dominio, de servidumbre o esclavitud, de prepotencia por parte de los que tienen contra los que no tienen. Al ser el trabajo un elemento necesario para la supervivencia, un corazón egoísta puede abusar, buscando sólo sus intereses y no el bien de todos los que participan en la tarea».
Y es que la Iglesia, como apunta el obispo, también está presente en el terreno laboral, «el mundo complejo del trabajo», porque «Cristo resucitado ilumina toda realidad humana con la luz nueva de su resurrección».
En ese sentido, monseñor recuerda las encíclicas Rerum Novarum (1891) de León XIII y la Laborens exercens (1981) de Juan Pablo II, además de las diversas referencias sobre el tema del actual Papa Francisco y señala que «en el trabajo la persona se construye, colabora con Dios y con los demás en la construcción del mundo y sirve a los demás con su propia capacidad y esfuerzo para hacer un mundo mejor».
En la advertencia sobre el pecado que realiza el obispo de Córdoba, cuando este contamina el ámbito laboral , no denuncia solo a los malos empresarios sino a la picardía de muchos trabajadores que «prefieren no tener contrato para acceder así a las subvenciones de la administración pública. Recibir el dinero en negro para no perder la paguita, no cotizar a la Seguridad Social, y vivir una economía sumergida. Esto también es un abuso, por muy generalizado que esté». También tiene palabras de gratitud para aquellos buenos empresarios «que miran por sus trabajadores, que pagan los impuestos, que hacen facturas con el IVA correspondiente, que abren nuevos puestos de trabajo, pensando en multiplicar los puestos de trabajo, y de un trabajo digno y bien remunerado».
El prelado concluye la carta pastoral invitando a convertir la fiesta de san José Obrero en «ocasión para tomar conciencia, para convertirse de corazón, cumpliendo toda justicia. El mundo del trabajo ha sido redimido por Jesucristo, Divino Obrero, colaboremos con nuestro trabajo para construir un mundo más justo, un mundo para todos».
Pueden leer la carta íntegra en este enlace.
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