Miss Asturias, ex de Ábalos, ingresada con media cara paralizada tras hallar su coche manipulado

Ya ha pasado el susto —o al menos eso asegura—. Aunque confiesa que sigue viviendo con miedo, Claudia Montes, Miss Asturias 2017, tranquiliza a sus seguidores prometiendo que pronto volverá a Instagram con un reel bailando, porque «le encanta bailar». Pero lo que late de fondo tiene poco de coreografía y mucho de intriga: el culebrón político y personal que rodea al exministro José Luis Ábalos ha dado un salto inquietante.

A las acusaciones de corrupción, a la exposición mediática de su exmujer Carolina Perles y a las sospechas que rozan a su círculo más cercano, se suma ahora el testimonio de Montes, que asegura haber sido víctima de amenazas, persecuciones y de un episodio que la llevó al hospital con media cara paralizada y serias dificultades de movilidad.

La cronología arranca el viernes 19 de septiembre, cuando Montes acudió como invitada al plató de En boca de todos (Cuatro). Allí lanzó un aviso que agitó el tablero político: dijo que tenía información «sensible» sobre Ábalos y su entorno, pruebas que calificó de «un bombazo», y llegó a insinuar que existían documentos «que no se van a poder ni emitir en televisión». Sus palabras sonaron como una advertencia velada de que guardaba datos capaces de incomodar al exministro y a sus antiguos colaboradores.

Un día después, el sábado 20 por la tarde, tal y como ha desvelado The Objective, la tensión se trasladó a su propia calle. Al acercarse a su coche, estacionado cerca de su domicilio en Gijón, encontró señales inequívocas de manipulación: la cerradura forzada, el revestimiento de la palanca de cambios arrancado y el parachoques dañado. «Si han podido entrar en mi coche, podrán entrar en mi casa», declaró con angustia. Para Montes no fue un acto vandálico: lo interpretó como un aviso directo.

Hay un detalle que para ella no pasó desapercibido: la científica de la Guardia Civil que acudió a revisar el coche no recogió huellas. Iba con guantes y, como llovía, decidió no quitárselos. Resultado: ni una sola pista. Una escena que, lejos de aclarar nada, convirtió el episodio en un misterio aún más oscuro. El impacto emocional fue inmediato. Presa de un ataque de ansiedad, telefoneó a la Guardia Civil para denunciar lo ocurrido. Minutos después, una UVI móvil la trasladó al hospital Universitario de Cabueñes (Gijón). Su estado de nerviosismo era tan extremo que los médicos decidieron derivarla a la Fundación Hospital Jove, un centro con unidad especializada en psiquiatría.

Ella misma lo contó sin rodeos en televisión: «Tengo media cara paralizada, el brazo y la pierna todavía están haciendo ejercicios para recuperar la movilidad. Pero no me van a callar».

No era la primera vez. Según declaró, desde julio recibía llamadas y mensajes intimidatorios, algunos supuestamente desde el propio móvil de Ábalos, con frases como: «El Gobierno va a ir a por ti». Después llegaron amenazas por redes sociales: «Si sigues hablando, te puede pasar un accidente en cualquier momento». El episodio del coche, en su opinión, fue solo el siguiente paso de una red de presiones que vincula a Koldo García, mano derecha del exministro.

Ábalos, con Koldo a su lado, ha respondido a las acusaciones con un trámite legal: una demanda civil por injurias y calumnias. Ella, por su parte, insiste en que no dará un paso atrás. Modelo y Miss Asturias +30 en 2017, trabajó como asesora de imagen y como auxiliar administrativa en una filial de Renfe. Hoy se define sobre todo como madre soltera, devota de la Virgen de Covadonga y seguidora del Sporting de Gijón.