Una pistola táser de la Policía Municipal de Madrid.
Armas táser
Los policías municipales de Madrid han empleado las pistolas táser en tres ocasiones
Vox ha defendido estas armas como «una herramienta fundamental para la Policía»
Los policías municipales de Madrid han empleado las pistolas táser en tres ocasiones y en ocho más sólo tuvieron que desenfundar como maniobra de disuasión.
Lo ha confirmado la delegada de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, en la comisión del ramo a una pregunta del concejal de Vox, Pedro Fernández, que ha recordado que estos dispositivos se empezaron a repartir entre el Cuerpo en diciembre de 2020.
Vox ha defendido las táser como «una herramienta fundamental para la Policía con el fin de evitar el uso del arma reglamentaria en situaciones en las que es necesaria una acción rápida».
Inmaculada Sanz ha trasladado, a su vez, que hacen una lectura «extraordinariamente positiva» del uso de las táser, que era además una «demanda histórica» en el Cuerpo. «Lo comprobamos con los hechos», ha argumentado.
Satisfechos
Estos dispositivos han sido «extraordinariamente eficaces cuando ha habido que utilizarlos porque en algunas ocasiones sólo ha habido que desenfundarlos», ha indicado la delegada. «Es un mecanismo más de la Policía Municipal, una dotación con la que estamos satisfechos», ha insistido Sanz, que ha recordado que su uso viene acompañado por una instrucción interna para dar fe de un proceso siempre garantista.
Hasta el momento son 347 los componentes del Cuerpo certificados con cursos que les habilitan al uso de las táser, disponibles en todas las unidades. «Lo vamos a seguir potenciando porque es de mucha utilidad», ha avanzado la titular de Seguridad y Emergencias.
11 incidentes
La delegada ha detallado que se han registrado hasta el momento once incidencias en las que se ha activado el protocolo. En ocho de ellas no se llegó a utilizar por su efecto disuasorio.
En otras tres sí. Fue el caso de un varón especialmente agresivo y bajo los efectos de estupefacientes, que profería amenazas de muerte; el de un hombre atrincherado en su domicilio con un bebé y amenazándolo con matar al niño y a su madre con un cuchillo de 22 centímetros, y en el robo con arma blanca perpetrado por un hombre en un suceso en el que se podía oír a varias personas gritando que estaban siendo apuñaladas.
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