Palacio de Linares, sede de la Casa de América

Palacio de Linares, sede de la Casa de AméricaCasa de América

30 aniversario Casa de América

De propiedad de marqueses a sede de la Casa de América: así es el Palacio de Linares

La Casa de América cumple este lunes 30 años y su director gerente, Óscar Dávila, recibe a El Debate para recorre su sede, el Palacio de Linares, que se ubica en el corazón de Madrid

Cuenta la leyenda que José de Murga, hijo de una familia madrileña adinerada, se enamoró de una joven de origen humilde, Raimunda Osorio. Su padre, no conforme con esta relación, decidió mandar a su hijo a estudiar a Londres. Habiendo caído el primero gravemente enfermo, el joven regresó de tierras inglesas, y al poco tiempo de morir su padre, se casó con Raimunda. Fue entonces cuando a sus manos llegó una carta en la que el padre explicaba la razón por la que no permitía esa relación: la joven también era hija suya, fruto de una relación extramatrimonial, por lo que ambos eran hermanos. Al saberlo, se dice que pidieron al Papa Pío IX una bula para poder vivir juntos en castidad. Sin embargo, ya habían concebido una hija, Raimundita, que nada más nacer fue asesinada y emparedada en el palacio para que no se destapara el escándalo, haciendo creer a los padres que la niña había nacido muerta. Según esta leyenda, desde entonces se escuchaban las voces de la madre llamándola. Esta historia ha quedado en el imaginario popular y envuelve a este lugar en un aura de misterio. No obstante, no deja de ser una leyenda, la realidad fue bien distinta.
Situado en pleno centro de Madrid, frente a la fuente de La Cibeles, este palacio fue mandado construir por los Marqueses de Linares en 1877. En la actualidad, y después de pasar por diferentes propietarios, es sede de la Casa de América, que precisamente este lunes cumple 30 años. Su director gerente, Óscar Dávila, recibe a El Debate para recorrer algunas de las salas más especiales del Palacio de Linares.
Lejos de la imagen que ha quedado a raíz de esta leyenda, que se amplía en los años 90, el de José de Murga y Reolid y Raimunda Osorio y Ortega era un matrimonio que gozaba de mucho prestigio en la sociedad madrileña del siglo XIX. Es más, llegaban a salir en las gacetas de entonces y eran famosos también, entre otras cosas, por las fiestas que organizaban en palacio. «Todo lo que hacían era bastante bien recogido por los periodistas del momento», explica Dávila. En 1872, como premio a su lealtad al rey, Amadeo de Saboya les concedió el título de Marqueses de Linares y Condes de Llanteno, y él llego a ser incluso senador. En 1875, decidieron comprar el terreno al Ayuntamiento de Madrid y edificar allí este palacio. Se trata de uno de los palacios del siglo XIX mejor conservados, llegando a ser declarado en 1976 monumento histórico-artístico.
La construcción le fue encargada en primer lugar a Carlos Colubí, quien lo diseñó como es en la actualidad. No obstante, algún rifirrafe con el Marqués le llevó a los tribunales, y fue Adolph Ombrecht el que continúo las obras. Más tarde, intervino un tercer arquitecto, Aníbal Álvarez, que se hizo cargo del exterior del palacio y de los últimos retoques. Lo que sin duda se deduce al entrar en las diferentes estancias es que los Marqueses pusieron esmero en la decoración de su residencia y no dudaron en traer los mejores materiales disponibles, no sólo de España sino también del extranjero.
«Prueba de los magníficos materiales utilizados en el palacio es esta escalera», apunta Óscar Dávila. Nada más entrar, una gran escalera hecha en mármol de Carrara se levanta imponente para conectar la primera planta con la planta noble. Se dice que trajeron las piezas completas de mármol y se fueron tallando in situ.
Palacio de Linares, sede de la Casa de América

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A lo largo y ancho de las estancias, se conservan tapices, cristales, mosaicos, alfombras, y lámparas. Estas últimas fueron realizadas en República Checa, entonces Checoslovaquia, cada una de ellas diseñadas específicamente para cada estancia. Además, destacan las esculturas de Jerónimo Suñol, y decoran las paredes y los techos frescos de pintores españoles de la talla de Manuel Domínguez-Sánchez, Alejandro Ferrant, Castro Plasencia, o Francisco Pradilla y Ortiz, autor de los retratos de José de Murga y Raimunda Osorio que hoy se encuentran en el antiguo despacho del Marqués.
Sala Cervantes Palacio de Linares

Sala Cervantes Palacio de LinaresCasa de América

Comedor de gala Palacio de Linares

Comedor de gala Palacio de LinaresCasa de América

Como curiosidad, cabe decir que este palacio se conocía como el palacio de las llaves, porque tiene más de cien puertas, todas ellas con su cerradura diferente. Por otro lado, llama la atención que los techos fueron decorados de una manera muy especial, con un diseño diferente para cada estancia, y, además, los motivos decorativos del suelo se reflejan en los techos.
Una biblioteca, una capilla, las habitaciones de los marqueses, una sala de billar...Todo en este edificio traslada al que lo ve al siglo XIX. Entre las estancias más especiales, destaca el Salón de Embajadores, de forma oval, que evoca el salón de los espejos del Palacio de Versalles. «Es una de las salas más espectaculares que tiene la segunda planta del palacio», apunta Dávila. Es en ella donde se realizan las actividades de mayor relieve. También sobresale el Comedor de Gala, con espacio para 24 comensales, y que actualmente acoge también cenas de Estado. Una de las salas más llamativas es el gabinete japonés, que se conoce comúnmente como Sala China. «El marqués no encontró quien tejiera la sedas en Europa ni en Madrid y por lo tanto las trajo directamente desde Oriente», señala el director gerente de Casa de América.
Sala china Palacio de Linares

Sala china Palacio de LinaresCasa de América

Estrechar lazos entre España y América

El 25 de julio de 1992, coincidiendo con la segunda Cumbre Iberoamericana, Su Majestad el Rey inauguró la Casa de América con la presencia de varios de los jefes de Estado y de Gobierno de 21 países iberoamericanos: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Hoy, esta institución integrada por el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid, celebra su 30º aniversario. Nació con una misión principal, la de «estrechar los lazos entre España y toda América, con un énfasis muy especial en América Latina», explica su director gerente.
En su 20º aniversario, el Rey Juan Carlos, en su discurso pronunciado desde el Salón de Embajadores, describió la Casa de América como «una institución que encarna la pujanza de las relaciones de España con el conjunto del continente americano», así como «un lugar para el encuentro, el debate político, el arte y la cultura contribuyendo así a consolidar una Comunidad Iberoamericana definida por afinidades históricas, lingüísticas y culturales».
En la actualidad, la Casa de América, que alquila a empresas 14 espacios para celebrar en este especial entorno congresos, asambleas o encuentros, lleva a cabo diferentes actividades, desde mesas redondas, presentaciones de libros y conferencias hasta proyecciones cinematográficas y conciertos, todo aquello que permita la difusión de la actividad cultural, social, política y económica de Iberoamérica en Madrid, y que favorezca la reflexión y el debate, así como el conocimiento profundo entre ambos lados del Atlántico.

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