Globo terráqueo Madrid

Centenario IV del descubrimiento de América. Monumento colosal en memoria de Cristóbal Colón. Proyecto del arquitecto bilbaíno D. M. Alberto de PalacioTwitter

Un gran globo más alto que la Torre Eiffel: lo que podría haber sido el emblema de Madrid

El arquitecto Alberto de Palacio ideó un globo terráqueo de 200 metros de diámetro, asentado sobre un soporte de 100 metros de altura y coronado por la recreación de la carabela Santa María

Corría finales del siglo XIX y el ansia de rozar el cielo ya era una obsesión para los arquitectos de todo el mundo. Recientemente varias capitales europeas habían ya asentado sus emblemas: la Torre Eiffel había sido construida en el 1887 y el londinense Big Ben data del año 1843.
Madrid no quería quedarse atrás, y con motivo del IV centenario del descubrimiento de América, el arquitecto Alberto de Palacio ideó un globo terráqueo de 200 metros de diámetro, asentado sobre un soporte de 100 metros de altura y coronado por la recreación de la Santa María, una de las carabelas que llevaron a Cristóbal Colón hasta 'las Indias'.
Imagen del proyecto del Monumento por el IV centenario del Descubrimiento de América

Imagen del proyecto del Monumento por el IV centenario del Descubrimiento de América

El titánico proyecto del arquitecto bilbaíno iba a ser ubicado en el Parque del Buen Retiro y contaría con una pasarela –en la línea del Ecuador del globo terráqueo– ideada para que madrileños y turistas pudieran disfrutar de las vistas de la capital española. El interior de la carabela que remata la edificación sería un lugar para el ocio y la cultura, con restaurantes, un teatro, un museo y diversas salas de conferencias.
La construcción fue propuesta, además, para la Exposición Universal de 1893, celebrada en la ciudad estadounidense de Chicago, pero a pesar de ser galardonado con dos premios, fue rechazado.
Recreación de cómo se vería actualmente en globo terráqueo de Alberto de Palacio en el Parque del Buen Retiro

Recreación de cómo se vería actualmente en globo terráqueo de Alberto de Palacio en el Parque del Buen Retiro

El pueblo de Madrid acogió calurosamente la idea de Alberto de Palacio, viendo así una oportunidad de crear un símbolo de la capital, que además superaba en altura a los emblemas de las principales capitales europeas. Sin embargo, a causa del desorbitado coste del proyecto, este no pudo materializarse, dejando a Madrid huérfana de símbolo que la represente –o con demasiados como para solo elegir uno–.

Alberto de Palacio y Madrid

Este no es el único proyecto del arquitecto bilbaíno en Madrid. Participó en la construcción del Palacio de Velázquez y el Palacio de Cristal, ambos ubicados en el parque del Retiro, de la mano del arquitecto Ricardo Velázquez Bosco y del ceramista Daniel Zuloaga.
Asimismo, Alberto de Palacio también dejó su huella en la estación de Atocha, el Banco de España y la fábrica Osram en el Paseo de Santa María de la Cabeza junto a Francisco Borrás.
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