Martínez-Almeida en la San Silvestre Vallecana
San Silvestre Vallecana
La San Silvestre, con Martínez-Almeida: «Voy bien, pero a ver cuando empiece la Albufera»
El Debate acompaña al alcalde de Madrid durante el recorrido de tan mítica prueba
Martínez-Almeida, jaleado por el público, se convierte en el primer regidor municipal en acabar la San Silvestre estando en posesión del bastón de mando
Competitivo hasta la cabezonería, a José Luis Martínez-Almeida, se le puso entre ceja y ceja que ya era hora que un alcalde de Madrid acabase el año corriendo la San Silvestre vallecana. Los 10 kilómetros que separan los aledaños del Bernabéu de Vallecas atraen cada 31 de diciembre a miles de atletas populares, así como a la élite profesional, y él pretendía ser uno de ellos.
Por eso, el regidor municipal lanzó el órdago durante la presentación de la prueba, una de las más populares del mundo. Ni tan siquiera una inoportuna lesión en el soleo sufrida días antes durante un partido benéfico en el Wanda Metropolitano le pudo apartar del objetivo. Por ello, desde El Debate hemos intentado convertirnos en su sombra durante la carrera, algo harto complicado por la popularidad que desprende el político entre los madrileños. Y también, por qué no reconocerlo, la buena forma con la que despidió este 2022.
Ya era hora de que un alcalde acabase el año corriendo la San SilvestreAlcalde de Madrid
Los prolegómenos
Martínez-Almeida llegaba pronto, muy pronto, a la salida. Pasadas las 16:30 de una tarde inusualmente cálida para las fechas en las que nos encontramos, hacía acto de presencia entre vítores, ánimos y saludos de aquellos que le reconocían. Junto a la vicealcaldesa Begoña Villacís y algunos de sus concejales, dio salida a la primera oleada, que se lanzaba con entusiasmo a superar el primer obstáculo, la cuesta de Concha Espina, a las 17 horas.
Encuadrado en la cuarta oleada, Martínez-Almeida y sus acompañantes, entre los que figuraba Borja Carabante, delegado de Medio Ambiente y Movilidad, tuvieron que esperar para tomar la salida hasta las 17:55 horas. Toda una sorpresa para los corredores que tomaban parte en ese cajón.
Comienza la prueba
La San Silvestre Vallecana es una carrera donde nada más salir uno 'tropieza' de frente con la dura orografía de Madrid. Cuando por fin se dio la salida, nos esperaba, a modo de recibimiento, la citada cuesta de Concha Espina, que hizo las funciones de 'saludo' tan breve como intenso.
El alcalde de Madrid se ha convertido en el primer regidor de la capital en finalizar la mítica prueba
Esos primeros metros de contacto con el asfalto sirvieron para coger el ritmo adecuado y empezar a pensar en lo que quedaba, que en ese momento no era poco. Los que lo hayan experimentado sabrán de lo que hablo. El público que se agolpaba en la calle Serrano aplaudía a nuestro paso. «Es un espectáculo ver la ciudad así, entre corredores y público», comentaba sin aflojar el paso.
La grupeta de Almeida había cogido buen ritmo. El ruido a nuestro alrededor era ensordecedor cuando la calle Serrano, elegantemente iluminada, llegó a su fin. El regidor se confesó contento con la iluminación de esta zona, pero proseguía su paso sin desconcentrarse. «Por ahora voy bien, pero a ver cuando empiece la Avenida de la Albufera. Ahí veremos».
Ecuador de la carrera
Pasamos el ecuador que marca el kilómetro 5 en unos 24 minutos, un tiempo muy aceptable. Madrid está volcada con la prueba. Eso se palpa. Pero para los corredores, no es momento de cantar victoria. Saben que queda lo peor.
Pero antes nos queda atravesar otros espacios imprescindibles como la Puerta de Alcalá, Cibeles, Neptuno (cómo no nombrarlo para un atlético como él) y el Paseo del Prado. Hasta ese momento la carrera había pasado, insisto, como un suspiro. Las fuerzas disponibles incluso permitían deleitarnos con lo bien que sienta a esta zona la iluminación navideña. Será bajando la Avenida Ciudad de Barcelona cuando el grupo que le acompaña empiece a guardar sus fuerzas para lo que viene.
Por fin...la Albufera
Las piernas van notando el cansancio. Comenzaba sin duda el peor tramo. En torno al kilómetro 7 aparecía la primera gran cuesta, con pendientes de hasta un 6 %. Muchos corredores que nos precedían se paran o quizás se retiran a recuperar el aliento junto a las aceras. Pero Almeida aparenta ir bien. Las respiraciones van cambiando, pero una vez empieza la subida serán los brazos los protagonistas. 'Bracear', que dicen los atletas, para que no sean solo las piernas las encargadas de vencer la subida. Es el clásico momento donde cada uno que vaya más o menos preparado demuestre conocer su cuerpo para poder coronar con éxito. En el momento de dejar la Albufera se puede decir que estamos en el Vallecas auténtico. Un giro a la derecha hacia terreno más amable que sabe de lujo. El público se cuenta por centenares. Y Almeida agradece los apoyos con vítores y loas para el equipo local, el Rayo Vallecano. Al final, la meta aparece en el horizonte, lo que certificará que sí, que Madrid ya tiene un alcalde que ha completado la San Silvestre, y con un tiempo de 51 minutos. La promesa es repetir el año que viene.
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