El protocolo de Carmena que sigue vigente y que la izquierda critica con rotundidad

El verano madrileño se caracteriza por tener temperaturas por encima de los 40 grados y que en muchos casos hacen que salten las alarmas por olas de calor. Ante esta situación, el Ayuntamiento de Madrid toma una serie de medidas preventivas por el bien de los ciudadanos, como es el protocolo de actuación de 2019 que indica el cierre total o parcial de algunos parques si se cumple una serie de requisitos relacionados con las altas temperaturas, el viento y la humedad.

Durante ese año de legislatura (2019) el Gobierno que estaba en la capital era el de Manuela Carmena, quien estableció este protocolo basándose en cuatro niveles de alerta. Este plan fija unos valores máximos y mínimos en determinadas variables que permiten señalar en qué nivel de alerta se encuentra.

Estas variables son: velocidad de la racha máxima de viento (en kilómetros por hora), temperatura máxima diaria (en grados centígrados) y la humedad de suelo (medida como Agua Disponible o AD para las plantas). En el caso de la nieve se mide el espesor de la nieve acumulada en 24 horas.

Este protocolo se ha mantenido desde su oficialización, pero con el cambio de Gobierno, cuando José Luis Martínez-Almeida se hizo con el ayuntamiento madrileño, las criticas surgieron por parte de la oposición, olvidando prácticamente por completo quién instauró esta medida.

Críticas a su 'propio' protocolo

El que fuera candidato de Podemos a la alcadía, Roberto Sotomayor, indicaba que «solo en la cabeza del peor alcalde de la historia, negacionista del cambio climático, tendría sentido cerrar El Retiro en plena ola de calor, más aún cuando es una de las pocas zonas verdes de Madrid».

Rita Maestre, portavoz de Más Madrid en el ayuntamiento, subrayaba que «tenemos un alcalde que desafía la lógica. Es de sentido común que los árboles dan sombra y bajan la temperatura. Pero Almeida parece no entenderlo y sigue cerrando parques».

En redes sociales muchos simpatizantes se han unido a este discurso: «No cierran el Retiro por calor, los parques se inventaron para ayudar a pasar el calor. Cierran El Retiro porque es gratis, y la libertad de Ayuso se paga».

Es este sentido expresan que, «Cerrar el Retiro, único lugar de Madrid compatible con la vida ahora mismo, porque hace calor. No soporto este siglo».

Madrid busca ampliar el protocolo

La última novedad sobre este caso ha llegado durante este mes de julio. El ayuntamiento busca reducir los cierres de El Retiro, por ello pedirán a la Aemet una previsión meteorológica a una hora y aplicará protocolos individualizados.

Se trataría de «trabajar sobre datos observados meteorológicos y no sobre predicciones». «Vamos a pedir a la Aemet una previsión a una hora de cierre de El Retiro, de tal manera que eso evite en la mayoría de las ocasiones el cierre», han explicado desde el Ejecutivo.

Otra medida pasa por la apertura en media hora de los accesos a la biblioteca municipal del Retiro y al Florida Park. Además del estudio por parte de un independiente, un externo de Ayuntamiento de Madrid, sobre la zonificación del parque del Retiro para ver si es posible sectorizarlo.

¿Quién decide el nivel de alerta?

La intención de este sistema es proteger a los ciudadanos ya que en junio de 2014 falleció un hombre de 38 años al caerle encima una rama de 400 kilos en El Retiro. Dos años más tarde, falleció un niño de cuatro años aplastado por un pino, lo que llevó a revisar las condiciones del parque.

Los diferentes niveles de alerta se definen en función de las previsiones facilitadas por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Las variables meteorológicas que contempla este protocolo son: la nieve y el viento.

En caso de alerta por nieve la AEMET notifica si se superan los umbrales establecidos. En cambio, las rachas de viento se emiten diariamente un aviso específico sobre este fenómeno. El contenido de estos boletines será el que marque el proceder en los parques.

El protocolo establece cuatro niveles de alerta: En el primero, verde, no se supera el umbral mínimo establecido, y en el amarillo no existe riesgo para la población en general, aunque sí implicaría cierta probabilidad de caída de ramas o de arbolado.

En el tercer nivel, naranja, se recomienda desalojo y balizar zonas de riesgo por mayor probabilidad de caída de ramas y arbolado, y en la alerta roja se cierran los parques por riesgo muy importante, con una probabilidad elevada de caída de ramas y arbolado en los jardines.