Escudo franquista en el Palacio de El Pardo

Escudo franquista en el Palacio de El Pardo

Patrimonio Nacional ignora a la Fiscalía y elimina los escudos franquistas de El Pardo

Patrimonio Nacional ha retirado el escudo franquista de la verja de acceso al Palacio de El Pardo, domicilio de Francisco Franco durante su dictadura, y ahora residencia oficial de jefes de Estado extranjeros de visita oficial en España. Además, se ha llevado un par de farolas de ambos lados de la puerta que tenían emblemas del franquismo. La entidad estatal ha actuado por su cuenta pese a que la semana pasada la Fiscalía archivase el caso.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) denunció hace un mes a la entidad que pertenece a Presidencia del Gobierno por considerar que se «incumplía» la ley. En este sentido, señalaban que «parecía un homenaje consciente al dictador, el responsable del golpe de Estado de julio de 1936. No debería existir ninguna exaltación del dictador ni de su régimen».
La asociación defiende que «el escudo franquista celebra el asesinato, la desaparición forzada, la detención ilegal, el saqueo de propiedades y las torturas a cientos de miles de personas; considerar que toda esa celebración de violaciones de derechos humanos no atenta contra un grupo determinado de víctimas de la dictadura es un ejercicio de doble moral sin límites».
Según la entidad, el escudo franquista presentes en la valla de acceso y en diversas farolas del recinto tendrían que haberse retirado en 2007 en virtud del artículo 15.1 de la Ley de Memoria Histórica, pero considera que la obligación sigue vigente en la norma que amplió los supuestos de la anterior en octubre de 2022.
Patrimonio ha actuado libremente sin tener en cuenta que el 14 de marzo la Fiscalía Provincial de Madrid archivase la denuncia de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica al reconocer que sin un catálogo de vestigios franquistas en vigor, no hay menoscabo de la legalidad.
Hay que destacar que la Ley de Memoria Democrática obliga a retirar este tipo de objetos en lugares públicos, a no ser que «concurran razones artísticas o arquitectónicas» de protección legal, casos en los que será necesario incluir una reinterpretación.
La asociación puso como ejemplo la retirada de los escudos de la fachada de la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid e incluso en cubertería, ropa de cama y otros enseres en las embajadas.
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