
Quiosco de Madrid que sirve agua de cebada
La bebida típica del Madrid del siglo XIX que sólo se puede tomar en un local de la capital
La receta consiste en mezclar granos de cebada tostada cocidos, macerados, azúcar moreno de caña y un chorrito de limón granizado
Madrid tiene una bebida típica que en la actualidad casi ha desaparecido, pero entre 1850 y 1900 se consumía en todas las verbenas, fiestas y romerías. Este refrigerio era el agua de cebada. Pese a que tenga más de cien años de historia, todavía se puede probar en hoy en día. Su origen proviene de las aguas olorosas que se servían en el Siglo de Oro, precursoras de los actuales refrescos. Hoy en día, apenas se encuentran puestos donde la sirvan, aunque se la puede encontrar sobre todo en el sur de la provincia de Alicante,
Todavía quedan lugares donde se sirve esta refrescante bebida. Como el quiosco de Miguel y José en la calle Narváez. Hoy llevan el negocio los biznietos de Francisco y Francisca, que llegaron a Madrid a fabricar horchata allá por 1920 y que desde el 44 lo hicieron en este mismo sitio.
Este enclave histórico de Madrid elabora artesanalmente esta bebidas refrescantes y en ninguna de ellas encontrarás un elemento industrial, ya que las elaboran ellos mismos con productos de primera calidad.
La receta consiste en mezclar granos de cebada tostada cocidos, macerados, azúcar moreno de caña y un chorrito de limón granizado. Ni más ni menos.Se dice que el agua de cebada es muy buena para aliviar la cistitis, el reúma, las inflamaciones respiratorias y digestivas. Quienes la tomen con fines terapéuticos es mejor que no añadan azúcar y la hagan ellos mismos.
La cebada es un cereal conocido por su composición rica en nutrientes como el magnesio, el manganeso, el selenio y vitaminas del grupo B, además se considera un superalimento.

Vistazo del agua de Cebada
Cómo prepararla
Su elaboración no es compleja. Se necesita: 3/4 de una taza llena de cebada perlada; 2 limones (jugo y cáscara); 1/2 taza de miel; 6 vasos de agua.
Primero se debe enjuagar la cebada con agua fría hasta que el agua salga clara. Una vez realizado esto, se debe poner la cebada en una olla junto a la cáscara de limón y las 6 tazas de agua.
Hay que conseguir que el agua hierva a fuego medio. Una vez se ha conseguido, se debe bajar el fuego y cocinar la mezcla a fuego lento entre 15 y 30 minutos.
El último paso es mezclar en un recipiente resistente al calor y se desecha la cebada hervida. Para darle sabor, se le puede agregar miel.